En el ámbito mercantil y económico, un pacto de recompra es un acuerdo financiero en el que una de las partes vende un activo, como bonos o valores, a otra parte con el compromiso de recomprarlo en una fecha futura y a un precio predeterminado. Este mecanismo es común en los mercados financieros y funciona como una forma de financiamiento a corto plazo.
En un pacto de recompra, el vendedor obtiene liquidez inmediata mediante la venta de activos a un comprador, quien actúa como prestamista. A cambio, el vendedor se compromete a recomprar esos activos a un precio ligeramente superior en la fecha acordada, lo cual genera una rentabilidad para el comprador. La diferencia entre el precio de venta inicial y el precio de recompra equivale a una tasa de interés, reflejando el costo del financiamiento.