Una operación principal de financiación es una herramienta utilizada por los bancos centrales, como el Banco Central Europeo, para regular la liquidez y las tasas de interés en el sistema financiero. Estas operaciones consisten en préstamos a corto plazo que los bancos centrales otorgan a las entidades financieras, generalmente a través de subastas semanales, con un plazo de vencimiento de una semana.
En una operación principal de financiación, los bancos comerciales pueden obtener fondos del banco central ofreciendo activos de alta calidad como garantía. A cambio, los bancos centrales proporcionan liquidez a los bancos, permitiendo que continúen otorgando créditos a empresas y particulares. La tasa de interés a la que se conceden estos préstamos es conocida como tasa de interés oficial y es una referencia clave para los mercados financieros.