Una opción financiera es un instrumento derivado que otorga a su titular el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo subyacente a un precio acordado, conocido como precio de ejercicio o strike, en una fecha específica o antes de que esta llegue. Este activo puede ser una acción, un índice, una divisa o una materia prima. Las opciones se utilizan ampliamente en los mercados financieros para estrategias de inversión y gestión de riesgos.
Existen dos tipos principales de opciones: las call, que permiten comprar el activo subyacente, y las put, que otorgan el derecho de venderlo. El precio de una opción, conocido como prima, depende de factores como la volatilidad del activo subyacente, el tiempo hasta el vencimiento, las tasas de interés y la relación entre el precio actual y el precio de ejercicio.
Por todo ello, las opciones financieras son herramientas útiles tanto para especuladores, que buscan maximizar beneficios, como para inversores que desean protegerse frente a movimientos adversos en el mercado, aunque su uso implica un alto nivel de complejidad y riesgo.