El mercado de futuros es un segmento financiero donde se negocian contratos que obligan a las partes involucradas a comprar o vender un activo en una fecha futura específica, a un precio previamente acordado. Estos contratos pueden basarse en activos como materias primas, índices bursátiles, divisas o incluso criptomonedas.
El principal objetivo de este mercado es ofrecer una herramienta de cobertura contra riesgos de fluctuación de precios. Por ejemplo, un agricultor puede asegurar el precio de su cosecha futura al vender un contrato de futuros, protegiéndose de posibles caídas en el valor del producto.
Además de su función de cobertura, el mercado de futuros es un espacio atractivo para especuladores que buscan obtener ganancias apostando por las variaciones de precios. En términos económicos, el mercado de futuros es crucial para proporcionar estabilidad en precios y previsibilidad en sectores clave. Sin embargo, su complejidad y naturaleza especulativa pueden amplificar la incertidumbre en épocas de inestabilidad financiera global.