Inversiones de cartera: qué son y cuál es su función

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Las inversiones de cartera juegan un papel crucial en la economía mundial, ya que facilitan el flujo de capital entre países y permiten a los inversores diversificar sus activos para mejorar su rentabilidad y reducir riesgos. Este tipo de inversiones se refiere a la adquisición de activos financieros emitidos por una entidad extranjera, sin que ello implique un control directo sobre la empresa emisora o su gestión. A diferencia de las inversiones directas, las inversiones de cartera son principalmente de carácter especulativo, ya que los inversores buscan beneficios a corto o medio plazo a través de la compra y venta de valores en los mercados financieros.

Definición de inversiones de cartera

Las inversiones de cartera son aquellas operaciones financieras que involucran la compra de acciones, bonos, obligaciones u otros instrumentos del mercado monetario emitidos por entidades en un país diferente al del inversor. A nivel internacional, estas inversiones permiten que los residentes de un país adquieran valores emitidos por entidades no residentes, y viceversa.

Se dividen en dos grandes categorías:

  1. Acciones y participaciones: Se refiere a la compra de acciones emitidas por empresas extranjeras, pero sin llegar a adquirir una participación significativa en la empresa (menos del 10%). Al no alcanzar este porcentaje, el inversor no tiene poder de decisión o influencia directa sobre las políticas de la empresa.
  2. Bonos y obligaciones: Este tipo de inversión implica la adquisición de deuda emitida por gobiernos o empresas extranjeras. Los bonos y obligaciones, al tener un vencimiento predefinido y ofrecer un pago de interés periódico, son una alternativa más estable y predecible que las acciones.

¿Cómo funcionan las inversiones de cartera?

El funcionamiento de las inversiones de cartera es relativamente sencillo. Un inversor, ya sea una persona, empresa o institución financiera, decide diversificar su portafolio comprando valores extranjeros. Estos valores pueden ser acciones de una empresa extranjera o bonos emitidos por un gobierno de otro país. La motivación detrás de estas inversiones radica principalmente en la posibilidad de obtener mayores rendimientos o diversificar el riesgo al distribuir el capital en diferentes mercados.

En las inversiones de cartera no hay un interés en controlar o influir en las decisiones de las empresas emisoras de los valores. A diferencia de las inversiones directas, donde los inversores buscan tener participación en la gestión y dirección de la empresa, las inversiones de cartera se limitan a la compra y venta de títulos con el objetivo de obtener una rentabilidad financiera.

Importancia de las inversiones de cartera

Las inversiones de cartera son vitales para el funcionamiento de los mercados financieros y el crecimiento económico global por varias razones:

  1. Diversificación del riesgo: Al invertir en mercados internacionales, los inversores pueden diversificar su portafolio y reducir el riesgo de pérdidas. Si el mercado nacional se ve afectado por una recesión o crisis financiera, las inversiones en mercados extranjeros pueden ofrecer una vía de escape para proteger el capital.
  2. Movilidad de capital: Facilitan la movilidad de capital entre países, lo que permite que economías con déficits en su balanza de pagos reciban financiamiento externo. Esto puede contribuir al desarrollo de infraestructura, la innovación empresarial y el crecimiento económico en general.
  3. Liquidez del mercado: Las inversiones de cartera también incrementan la liquidez de los mercados financieros. Al invertir en activos extranjeros, los inversores proporcionan fondos que ayudan a mantener en funcionamiento los mercados internacionales, facilitando la compra y venta de valores.
  4. Acceso a mayores rendimientos: En ocasiones, los mercados emergentes o internacionales ofrecen mejores oportunidades de crecimiento que los mercados locales. Los inversores que buscan mayores rendimientos pueden encontrar en estos mercados una fuente atractiva para mejorar la rentabilidad de sus portafolios.

Riesgos asociados a las inversiones de cartera

Aunque las inversiones de cartera ofrecen diversas ventajas, también conllevan riesgos que los inversores deben considerar:

  1. Riesgo cambiario: Uno de los principales riesgos es la fluctuación en los tipos de cambio. Si un inversor compra valores emitidos en una moneda extranjera, las fluctuaciones en el valor de esa moneda pueden afectar significativamente los rendimientos de la inversión. Un debilitamiento de la moneda extranjera frente a la moneda del inversor puede reducir el valor de la inversión.
  2. Riesgo político y económico: Los mercados internacionales están sujetos a la estabilidad política y económica de los países emisores de los valores. Una crisis política, cambios regulatorios o inestabilidad económica pueden impactar negativamente el valor de las inversiones extranjeras.
  3. Riesgo de crédito: En el caso de los bonos y obligaciones, existe el riesgo de que el emisor no pueda cumplir con los pagos de intereses o devolver el capital al vencimiento. Este riesgo es más pronunciado en países o empresas con calificaciones crediticias bajas.

Regulación de las inversiones de cartera

Las inversiones de cartera están reguladas en gran medida por los gobiernos y los organismos internacionales para garantizar la estabilidad del sistema financiero. En la Unión Europea, por ejemplo, las inversiones de cartera realizadas entre residentes y no residentes están sujetas a una serie de regulaciones establecidas por el Banco Central Europeo (BCE) y otras autoridades financieras. Estas regulaciones buscan evitar movimientos especulativos que puedan desestabilizar las economías y mantener un entorno seguro para los inversores.

En resumen, las inversiones de cartera son una herramienta fundamental en la economía internacional, permitiendo a los inversores diversificar sus activos y acceder a mayores rendimientos en mercados globales. Aunque conllevan ciertos riesgos, la correcta planificación y el análisis de los mercados pueden convertirlas en una fuente significativa de rentabilidad. Además, su importancia en la movilidad de capital y el desarrollo económico de los países no debe subestimarse, ya que contribuyen tanto al crecimiento económico como a la estabilidad de los mercados financieros internacionales.

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