En el ámbito económico, Interpol desempeña un papel clave en la lucha contra delitos financieros que trascienden fronteras. Aunque es conocida principalmente por combatir el crimen organizado y el terrorismo, Interpol también se enfoca en actividades ilícitas que afectan la economía global, como el blanqueo de capitales, el fraude financiero, la corrupción y el financiamiento del terrorismo.
Interpol facilita la cooperación entre las fuerzas policiales de sus 195 países miembros, proporcionando herramientas tecnológicas, bases de datos compartidas y redes de comunicación para rastrear y combatir el flujo de dinero ilícito. Además, la organización colabora con instituciones financieras, gobiernos y organismos internacionales como el GAFI para fortalecer la transparencia en las transacciones económicas y prevenir la financiación de actividades ilícitas.
En definitiva, la labor de Interpol en el ámbito económico contribuye a garantizar la integridad de los sistemas financieros globales, protegiendo tanto a los países como a las empresas y ciudadanos de los impactos devastadores del crimen económico.