Instituciones Financieras Monetarias (IFM): qué son

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En la estructura económica de la zona euro, un grupo clave de entidades desempeña un papel crucial en la creación y gestión del dinero. Estas entidades, conocidas como Instituciones Financieras Monetarias (IFM), son fundamentales para el funcionamiento del sistema financiero y la economía en general. Pero, ¿qué son exactamente las IFM y qué funciones desempeñan en la zona euro?

¿Qué son las Instituciones Financieras Monetarias (IFM)?

El término Instituciones Financieras Monetarias (IFM) fue acuñado por el Eurosistema, que comprende el Banco Central Europeo (BCE) y los bancos centrales nacionales de los países que han adoptado el euro. Este término engloba a un conjunto específico de entidades financieras que operan dentro de la zona euro y que se consideran creadoras de dinero. En otras palabras, son instituciones que tienen la capacidad de influir directamente en la cantidad de dinero en circulación dentro de la economía.

Dentro de las IFM se incluyen tres grandes grupos de entidades:

  1. El Eurosistema: Compuesto por el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales de los países de la zona euro. Estas instituciones no solo supervisan y regulan el sistema financiero, sino que también son responsables de la política monetaria, es decir, de la gestión del euro y de la estabilidad de precios en la zona euro.
  2. Entidades de crédito: Este grupo incluye a los bancos comerciales tradicionales que conocemos. Son las entidades que reciben depósitos de los ciudadanos y empresas, y que conceden créditos, ya sea en forma de préstamos hipotecarios, préstamos personales, o créditos a empresas. Estas entidades son fundamentales en la transmisión de la política monetaria del BCE al resto de la economía.
  3. Otras entidades financieras residentes: En este grupo se encuentran los establecimientos financieros de crédito y los fondos del mercado monetario. Los primeros son instituciones que, aunque no sean bancos en el sentido tradicional, también pueden admitir depósitos o financiarse en los mercados para conceder créditos. Los fondos del mercado monetario, por su parte, son fondos de inversión que invierten en activos financieros de alta liquidez y bajo riesgo, como bonos gubernamentales a corto plazo. Aunque estos fondos no conceden créditos directamente, su actividad de inversión en valores los sitúa dentro de las IFM, debido a su capacidad para influir en la oferta monetaria.

Funciones y responsabilidades de las IFM

Las Instituciones Financieras Monetarias tienen varias responsabilidades clave en la economía de la zona euro. Su principal función es la creación de dinero, que se realiza principalmente a través de la concesión de créditos. Cuando un banco comercial otorga un préstamo, no está simplemente trasladando el dinero de un ahorrador a un prestatario; en realidad, está creando nuevo dinero que se añade a la masa monetaria. Este proceso es esencial para el funcionamiento de la economía, ya que facilita la financiación de la inversión, el consumo, y en última instancia, el crecimiento económico.

Además de la creación de dinero, las IFM también desempeñan un papel fundamental en la transmisión de la política monetaria. El Banco Central Europeo establece las tasas de interés y otras condiciones monetarias con el objetivo de controlar la inflación y mantener la estabilidad económica. Las IFM, al ajustar sus propias tasas de interés y condiciones crediticias en respuesta a las decisiones del BCE, transmiten estas políticas al resto de la economía. Esto significa que las decisiones del BCE sobre las tasas de interés y la oferta monetaria impactan directamente en las decisiones de gasto, ahorro e inversión de empresas y consumidores en toda la zona euro.

La importancia de las IFM en la estabilidad financiera

Dado su papel central en la creación de dinero y en la transmisión de la política monetaria, las IFM son cruciales para la estabilidad financiera de la zona euro. Una mala gestión en alguna de estas instituciones puede tener efectos desestabilizadores para toda la economía. Por ejemplo, durante la crisis financiera de 2008, la insolvencia de varias grandes instituciones financieras provocó una contracción severa del crédito, lo que llevó a una recesión económica global.

Para evitar este tipo de situaciones, las IFM están sujetas a una estricta supervisión por parte del BCE y los bancos centrales nacionales. Estas autoridades monitorean constantemente la solvencia y liquidez de las IFM, y pueden intervenir si alguna de ellas presenta problemas financieros. Además, las IFM están obligadas a cumplir con ciertos requisitos de capital y a mantener reservas suficientes para cubrir posibles pérdidas.

Las Instituciones Financieras Monetarias son el pilar sobre el que se sostiene gran parte del sistema financiero de la zona euro. A través de su capacidad para crear dinero y su función en la transmisión de la política monetaria, estas instituciones juegan un papel fundamental en la estabilidad y el crecimiento económico. La supervisión rigurosa y la regulación de estas entidades son esenciales para garantizar que continúen cumpliendo su función de manera efectiva y segura, protegiendo así la integridad del sistema financiero europeo y, por ende, de la economía global.

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