En el ámbito económico, el término encarado se utiliza para describir la relación directa entre dos partes en una transacción o contrato, generalmente en contextos financieros o de comercio. Este concepto es especialmente relevante en operaciones donde las partes involucradas asumen compromisos y riesgos mutuamente, sin intermediarios que separen o modifiquen dichas responsabilidades.
Este concepto también puede encontrarse en la gestión de riesgos, ya que esta modalidad implica una exposición más directa a posibles incumplimientos de la contraparte. Por ello, las partes suelen realizar evaluaciones exhaustivas de solvencia y capacidad de pago antes de establecer acuerdos directos.
En contraste, cuando hay intermediarios, como cámaras de compensación, el riesgo de contraparte se reduce, ya que estas instituciones garantizan el cumplimiento de las obligaciones. Sin embargo, el encarado directo sigue siendo común en ciertos mercados debido a su flexibilidad y costos operativos reducidos.