La duración modificada es un concepto clave en el análisis financiero que mide la sensibilidad del precio de un bono frente a cambios en las tasas de interés. Específicamente, en el ámbito mercantil, estima cuánto variará el precio de un bono, en términos porcentuales, si las tasas de interés cambian en un 1%.
En lo relativo a los distintos tipos de bonos, un bono con una duración modificada alta es más sensible a cambios en las tasas de interés, lo que implica mayores riesgos para los inversores. Por el contrario, bonos con duraciones bajas son menos volátiles ante fluctuaciones en las tasas.
En el ámbito económico, la duración modificada es esencial para la gestión de carteras, ya que permite a los inversores y gestores medir y controlar el riesgo de interés. Esto resulta particularmente relevante en contextos de políticas monetarias cambiantes, donde las tasas de interés afectan significativamente el valor de los instrumentos de renta fija.