¿Cuáles son los distintos tipos de ratio de liquidez?

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

A la hora de determinar la eficiencia de una empresa, son muchos los aspectos y herramientas que juegan un papel fundamental. Ya hemos hablado sobre muchos de ellos, sin llegar hasta la fecha al concepto ratio de liquidez, el cual, como su propio nombre indica, es un indicador que mide la liquidez de cada empresa.

Para ser más exactos, la función principal de este medidor gira en torno a medir la capacidad de una empresa de cumplir sus obligaciones a corto plazo. Dicho de una forma más técnica, este informe trata de evaluar la capacidad que tiene una empresa para convertir sus activos corrientes en efectivo, en un plazo que, si bien no está determinado, suele ser relativamente corto.

Todo lo que debes conocer sobre los ratios de liquidez

Como suele ser habitual, son muchas las formas que existen para medir los distintos ratios de liquidez. Por ello, existen distintos ratios de liquidez, pero por encima de la enorme variedad, destacan tres. Comenzando por el ratio de liquidez corriente, que es aquel que indica cuantos euros de activo corriente posee una empresa por cada euro de pasivo corriente, siendo el más habitual de los tres.

Por otro lado, el ratio rápido, a pesar de ser muy similar al anterior la fórmula de este medidor, con la pequeña diferencia de que en este caso elimina del activo corriente tanto el inventario como las partidas no corrientes. Precisamente esto hace de este tipo de ratio uno más certero a la hora de medir la liquidez a corto plazo, ya que se encarga de medir única y exclusivamente aquellos activos que son fácilmente convertibles en efectivo.

Por último, nos encontramos con el ratio de prueba ácida, que es, de los tres, el más severo a la hora de analizar la liquidez de una empresa. Y es que además de eliminar el inventario y las partidas no corrientes, tal y como también hace el ratio rápido, también eliminar las cuentas dudosas por cobrar. El objetivo de este tipo de ratio es analizar la coyuntura estructural a corto plazo de una empresa para cumplir con sus obligaciones incluso en el peor de los casos.

No obstante, el hecho de que una empresa tenga ratios de liquidez bajos, no tiene por qué significar obligatoriamente que sea una mala empresa. Si es compensado con una rentabilidad alta y un endeudamiento bajo, el riesgo crediticio de la empresa seguirá siendo bajo, a pesar de que el ratio de liquidez no sea el idóneo.

Y entre todos los actores que toman un papel importante en estos ratios destacan en primer lugar los analistas financieros, que los utilizan para evaluar la capacidad de una empresa de cumplir con esas obligaciones. También los inversores los utilizan, como es lógico, para evaluar el riesgo y los pros y contras que puede conllevar invertir en una empresa. Y por último, los acreedores, especialmente haciendo hincapié en los bancos, utilizan estos ratios para analizar el riesgo a la hora de, por ejemplo, hacer un préstamo a una empresa.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp