Qué es un despido improcedente y cómo puedes reclamarlo

Hay varias razones para considerar que un despido fue improcedente, y si se quiere reclamar, hay que seguir estos pasos

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A nadie le gusta ser despedido del trabajo. Las causas son variadas, y entre ellas se encuentra el ‘despido improcedente’, que a grandes rasgos, es cuando un contrato de trabajo se termina y para el empleado no hay motivos válidos para ello. O también sucede cuando considera que no se ha seguido el procedimiento legal.

Ante estos casos hay varias formas para reclamarlo ante la Justicia. Vamos a averiguar cómo.

Cuando un despido es improcedente

Previamente conviene aclarar que la improcedencia de un despido puede ser por un motivo disciplinario o por razones objetivas, aclaran en el estudio Campany Abogados.

En cualquiera de estas dos razones el trabajador puede considerar que es improcedente cuando el despido no fue realizado bajo la normativa legal o si el empresario no justifica las causas con precisión, o bien miente o exagera en los motivos.

Incluso también hay razones para rebatirlo judicialmente si las causas son justificadas pero el procedimiento no se ajustó a la normativa legal (por ejemplo, que no haya una carta de despido para comunicarlo).

La indemnización por despido improcedente

Según precisan en este estudio jurídico, el trabajador que tuvo un despido improcedente tiene derecho a 33 días de salario por año de trabajo, hasta un máximo de 24 mensualidades.

La indemnización por despido improcedente es de 33 días por año de trabajo, frente a los 20 del despido procedente

Pero si el contrato fue firmado antes del 12 de febrero de 2012, le corresponde un finiquito de 45 días por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades.

Para que el despido sea considerado improcedente hay que seguir una serie de normas. Foto Freepik

O sea, la indemnización es mayor que un despido procedente, donde se pagan 20 días por año trabajado y hasta 12 mensualidades.

El reclamo ante la Justicia

En caso que el empleado haya sido despedido y considere que fue improcedente por alguna de las razones antes mencionadas puede reclamar ante la Justicia laboral.

Para ello hay que seguir este procedimiento

Revisar la carta de despido

El primer paso para recurrir judicialmente un despido improcedente es exigir al empleado una carta de despido que explique los motivos del fin del contrato.

Es clave analizar esta carta para ver los motivos alegados y verificar si se han seguido los procedimientos que marca la ley.

Presentar la papeleta de conciliación

Previamente a concurrir a los tribunales el trabajador tiene que presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC).

Este paso es obligatorio y su objetivo es resolver el conflicto de manera amistosa para evitar el laberinto judicial.

Realizar el acto de conciliación

Tras la presentación de la papeleta, se programará un acto de conciliación en el SMAC. Allí, el trabajador y el empleador intentarán llegar a un acuerdo. Pero si no es posible acordar posiciones, no quedará otra que recurrir a la vía judicial.

El despido objetivo puede producirse por causas económicas, técnicas, organizativas o productivas. Foto: Freepik.
Entre empleador y trabajador se realiza una reunión de conciliación. Foto: Freepik.

Presentar la demanda

La demanda por despido improcedente se presenta ante el Juzgado de lo Social, donde se tienen que detallar las razones por las que considera que ha tenido un despido improcedente.

Ir a juicio

En el juicio las dos partes presentarán sus argumentos y pruebas, que pueden ser desde documentos como nóminas y el contrato hasta los testimonios de testigos.

Con esos elementos, el juez dará su fallo, donde si determina que el despido fue improcedente, puede dejar en libertad de elección al trabajador entre aceptar la readmisión a su antiguo puesto o recibir la indemnización que corresponde.

Cuidado con los tiempos

Cabe puntualizar que los plazos para presentar la papeleta de conciliación y la demanda son de 20 días hábiles desde que se le comunica el despido, por lo que es crucial actuar con prontitud.

Sin embargo, desde que se presenta ese documento el calendario deja de correr, y el tiempo que transcurre hasta las reuniones de conciliación ya no cuenta.

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