El término deflactar significa ajustar el valor de una cantidad de dinero para eliminar los efectos de la inflación. En el caso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), implica un ajuste de los tramos y deducciones de este impuesto teniendo en cuenta la inflación.
Esto sirve para que las personas no terminen pagando más impuestos solo porque sus ingresos nominales han aumentado, aunque su poder adquisitivo no haya mejorado.
Deflactar el IRPF es una medida fiscal que varias comunidades autónomas aplican independientemente de que las entidades financieras centrales puedan o no controlar la inflación, según explica Mapfre.
De todas formas, en la realidad no siempre se recurre a este mecanismo. De hecho, el Gobierno central ha evitado hacerlo en los últimos años, por lo que a los españoles en la Renta les cuesta entre 46 y 233 euros más cada año, según los datos de la Reaf-Consejo General de Economistas publicados el pasado abril.
En ese mes, el Banco de España también estimó que no deflactar este tributo ha hecho que Hacienda se quede con 11.000 millones de euros más desde el inicio de la pandemia.
¿Cómo influye en el salario?
Deflactar el IRPF ayuda a que no paguemos más, así nuestro salario haya aumentado, ya que la inflación causa que las cosas también cuesten más.
Además de esta pérdida adquisitiva, también puede ocurrir un aumento de la presión fiscal cuando finalmente los sueldos se ajustan al Índice de Precios del Consumo (IPC), que es cuando los contribuyentes sufren un doble golpe vía IRPF.
El problema radica en que el aumento del salario va acompañado de un incremento en los impuestos sobre la renta, ya que el IRPF es un impuesto progresivo. A continuación, los tramos de la renta del ejercicio 2023 para entenderlo.
Base imponible/ingresos | Retención |
0 – 12.450 euros | 19% |
12.450 – 20.199 euros | 24% |
20.200 – 35.199 euros | 30% |
35.200 – 59.999 euros | 37% |
60.000 – 299.999 euros | 45% |
Más de 30.000 euros | 47% |
Estos datos son una estimación que suma el gravamen del Estado y de la comunidad autónoma, utilizando como referencia para el segundo los tipos aplicables a los contribuyentes no residentes en España.
El contribuyente no tributa por el total de sus ingresos al tipo de retención más alto, por el contrario, se aplican uno a uno iniciando por el límite inferior.
Por ejemplo, una persona con una base imponible de 39.000 euros tributará al 37% por los últimos 3.800 euros (39.000 – límite de 35.200), que equivale a 1.460 euros.
En esa línea, esos 39.000 ajustados al 3,8% de revalorización de las pensiones en 2024 se convierten en 1.482 euros adicionales, resultando en una base imponible de 40.482 euros (39.000 + 1.482 euros). El resultado al declarar la renta es que terminarás pagando 548,34 euros más que el año anterior, aunque tu poder adquisitivo no haya aumentado en términos reales. Y deflactar el IRPF soluciona ese problema.