Las cuotas participativas son un instrumento financiero emitido por las cajas de ahorros en España para captar recursos, similar a las acciones en las empresas. Sin embargo, a diferencia de las acciones, no otorgan derechos políticos, como votar en las decisiones de la entidad emisora, pero sí permiten participar en los beneficios mediante dividendos.
Su origen se remonta a 1985, cuando fue introducido como una herramienta para reforzar el capital de las cajas sin comprometer su estructura jurídica, ya que estas entidades, al ser de carácter fundacional y no societario, no podían emitir acciones tradicionales. Las cuotas participativas se cotizan en mercados financieros, lo que permite su compraventa entre inversores.
No obstante, a pesar de que las cuotas participativas fueron un intento de modernizar el modelo financiero de las cajas, su uso fue limitado y su viabilidad quedó cuestionada tras la reestructuración del sistema financiero español. Actualmente, este instrumento ha desaparecido del mercado.