Dentro de todos los elementos que juegan un papel fundamental a la hora de realizar cualquier tipo de transacción económica, el Código de Identificación Bancaria o IBAN es uno de los más importantes. Se trata de un código alfanumérico de 24 caracteres que sirve para identificar cada cuenta bancaria a nivel internacional.
Un concepto que fue creado con el único objetivo de ayudar a los bancos a automatizar las transferencias dentro de la UE, de forma que los pagos intracomunitarios quedan asimilados a los pagos nacional, y se pueden aplicar sobre las mismas tarifas. No obstante, son muchos aspectos los que juegan un papel importante en lo que respecta a este IBAN.
Los datos imprescindibles a conocer sobre el IBAN
Como ya os hemos dicho, se trata de un código alfanumérico de 24 cifras, cuyos dígitos vienen determinadas por un total de cinco frentes distintos. Los dos primeros caracteres vienen marcados por el código del país, y viene marcado por dos letras. Los dos siguientes son los dígitos de control, que se utilizan para verificar la exactitud del código IBAN. Los ocho siguientes hace referencia al código de identidad, es decir, se utilizan para identificar a cada entidad bancaria.
Los cuatro posteriores son los códigos de oficina, que, como su propio nombre indican, identifican la oficina a la que está vinculada la cuenta. Y los diez últimos, hacen referencia al número de cuenta bancaria. En España, por ejemplo, los dos primeros códigos siempre son representados por las letras ES, mientras que el resto de dígitos varía en función de los aspectos recién mencionados.
Pero, a la hora de la verdad, ¿cuál es el propósito de la creación de este IBAN? En primer lugar, es fundamental para que se lleven a cabo transacciones más rápidas a nivel internacional, ya que se trata de transferencias mucho más veloces que las ordinarias. También hace que las transferencias sean más seguras, ya que ayuda a verificar con mayor exactitud los datos de cada una de las cuentas bancarias. Y, en tercer lugar, apuesta por transferencias más eficientes, ya que se basan en un proceso automatizado que simplifica todas y cada una de las transacciones.
Otra de las preguntas más habituales es la siguiente: ¿Cómo puedo saber cuál es mi IBAN? Existen varias formas de conocer este dato, pero la más sencilla, sin lugar a dudas, es comprobar el extracto bancario, ya que casi todos los bancos a nivel internacional incluyen este código en cada uno de los extractos bancarios.
No obstante, si tu banco no es uno de ellos, existen otras alternativas relativas al propio banco. Con casi toda seguridad, cualquier usuario podrá comprobar su código IBAN en la web de su banco o en la aplicación móvil del mismo. No obstante, si no es así, contactar con tu banco en persona o por vía telefónica debería ser más que suficiente para determinar este código.