Un banco central es una institución clave en el ámbito económico, responsable de supervisar y regular la política monetaria de un país o grupo de países. Su principal objetivo es mantener la estabilidad de precios y asegurar el buen funcionamiento del sistema financiero. Entre las funciones de un banco central destaca la regulación de la oferta monetaria, la cual influye en la inflación y el crecimiento económico.
Para ello, utiliza herramientas como las tasas de interés, a través de las cuales puede estimular o frenar el consumo y la inversión: si la economía enfrenta una recesión, el banco central puede reducir las tasas de interés para incentivar el gasto; si hay una inflación elevada, puede aumentarlas para moderar el consumo. Además, los bancos centrales suelen actuar como prestamistas de última instancia para apoyar a las instituciones financieras en crisis.