Lidl termina con el problema del agua del grifo con una solución ‘low cost’

Vivir en una localidad o en otra de España puede representar un cambio radical en tu día a día. Más allá del acceso a los servicios públicos o del precio del alquiler, hay un elemento fundamental que marcará tu bienestar a largo plazo: la calidad del agua. El nivel de depuración de las aguas de cada uno de los municipios o su proximidad con fuentes naturales de extracción determinará si puedes consumirla del grifo o no.

Los analistas aseguran que la mejor calidad del agua que corre por las cañerías se puede encontrar en ciudades como Sevilla, Burgos, San Sebastián, Las Palmas o Vigo. Sin embargo, la cosa cambia si te encuentras en localidades como Palma de Mallorca, Ciudad Real o Palencia, donde su sabor es más que cuestionable.

En función de la ciudad en la que vivas, puedes verte obligado a tener que consumir agua mineral embotellada. Incluso aunque recurras a las garrafas vendidas en grandes cantidades en los supermercados te enfrentas a dos problemas. El primero radica en el precio que representa este artículo en tu presupuesto semanal de la compra. El segundo en que no es fácil de transportar si no haces la compra en coche. Malas noticias para los amantes del ecologismo.

Para solucionar esta papeleta, desde hace años las marcas de innovación han centrado sus esfuerzos en poner en el mercado filtros capaces de depurar el agua hasta acabar con los principales residuos que arrastran de las cañerías y dejar su sabor en el neutro característico de este bien natural. Brita es el mejor ejemplo de una jarra diseñada con ese objetivo.

Lidl reduce un 13% el precio de su jarra Brita

Ahora, Lidl ha decidido lanzar una campaña para hacer estos dispositivos más accesibles entre la población. La cadena alemana de supermercados ha puesto en su catálogo online y en los lineales de sus establecimientos una oferta: el precio de su jarra Brita se ha reducido un 13% desde los 15 euros hasta los 12,99 para democratizarla todavía más.

Se trata de un modelo capaz de eliminar el cloro, la turbidez y los posibles contaminantes presentes en el agua. De manera, que únicamente es necesario cargar la jarra, dejarla en la nevera y después consumirla con total normalidad.

El dispositivo tiene capacidad para almacenar hasta 2,4 litros de agua en cada uso, lo que lo convierte en un tamaño ideal para utilizar en familia. Sus medidas se adaptan al diseño de cualquier nevera convencional y su material plástico evita que se rompa con facilidad. Ya no hay excusa para seguir bebiendo agua del grifo.

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