El sector lácteo español reclama un entorno regulatorio «viable» y bajar al 4% el IVA de los yogures
La industria es responsable de más de 30.000 empleos directos y de la transformación del 95% de la producción nacional
La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) ha encendido las alarmas sobre la pérdida de competitividad del sector lácteo español, por lo que ha reclamado en el Congreso de los Diputados un entorno regulatorio y fiscal que haga «viable» el negocio y, entre otras medidas, rebajar el IVA de los yogures y leches fermentadas al 4%.
Durante la Jornada Parlamentaria de la Industria Láctea, celebrada este miércoles, la patronal, que reúne a 60 empresas del sector, ha reiterado su importancia como pilar estratégico y motor económico, destacando su capacidad para generar empleo, su contribución al equilibrio territorial y su papel en la nutrición de la población.
Según los datos de la asociación, la industria láctea es responsable de transformar el 95% de la producción nacional de leche y genera más de 30.000 empleos directos, a los que se suman miles de puestos indirectos vinculados a las explotaciones ganaderas de vaca, oveja y cabra.
Un impacto que se traduce en un valor añadido significativo para el PIB español y contribuye a la fijación de población en zonas rurales, donde muchas fábricas de productos lácteos son el principal motor de desarrollo económico.
El presidente de FeNIL, Ernesto Castro, ha defendido que el lácteo es «un pilar de la economía española, un motor de empleo rural y un aliado de la salud pública. Debemos trabajar juntos para que siga siendo competitivo y sostenible en el largo plazo».
FeNIL ha aprovechado su presencia en el Congreso de los Diputados para lanzar una batería de propuestas destinadas a reforzar la competitividad de la industria. Entre las principales demandas destaca la inclusión del sector en la Ley de Industria y Autonomía Estratégica, con fondos específicos para su desarrollo, así como la reducción del IVA al 4% en productos esenciales como el yogur y las leches fermentadas.
El sector ha recordado que, en el pasado, la industria láctea ya se enfrentó a situaciones críticas, como la liberalización de las cuotas en 2015, que dejó a muchos pequeños productores en desventaja frente a competidores europeos con mayores economías de escala.
Además, la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania exacerbaron aún más la fragilidad del sector, al disparar los costes de materias primas, energía y transporte. Estas circunstancias subrayan la necesidad de garantizar la autonomía alimentaria, un tema que volvió a ocupar un lugar destacado en el debate actual. «Nuestro compromiso es garantizar que los consumidores españoles tengan acceso continuo a productos de calidad, elaborados en España y con leche española», señaló Castro.
El director general de FeNIL, Luis Calabozo, destacó la necesidad de fortalecer la sostenibilidad del sector explorando diferentes modelos de ganadería y fomentando el consumo de tres productos lácteos diarios, especialmente en etapas críticas de crecimiento. «La industria láctea española está preparada para recoger y procesar más leche, pero necesita un entorno regulatorio y fiscal que lo haga viable«, reclamó.
Durante el encuentro, representantes de diferentes partidos políticos coincidieron en la necesidad de compatibilizar competitividad y sostenibilidad en la industria. Patricia Otero (PSOE) destacó la importancia de proteger las explotaciones rurales, mientras que Javier Folch (PP) subrayó la necesidad de “reducir barreras fiscales y legislativas que frenan el desarrollo del sector”.
La jornada concluyó con la intervención del comisionado especial del PERTE Agroalimentario, Jordi Carbonell, quien aseguró que «los recientes programas de apoyo han tenido un impacto positivo en el sector» pero reconoció que «se necesita un esfuerzo adicional para consolidar los avances».