Ikea convierte el recibidor de tu casa en una mini oficina pequeña y práctica
Ikea tiene una idea para convertir el recibidor de una casa en una pequeña oficina, para poder darle más utilidad
Ikea propone no dejar ni un solo hueco de la casa sin tener uso. Por ejemplo, el recibidor, cuyo espacio muy poca gente sabe aprovechar, y que suele ser un lugar sin demasiado encanto. Pero la compañía sueca tiene una propuesta muy interesante, para que deje de ser un sitio completamente insignificante, y comience a tener algo de decoración y utilidad. Por ejemplo, convirtiéndolo en una mini oficina, pequeña pero práctica.
De este modo, se podría estudiar o trabajar allí, y no tener que ocupar una habitación, o cargarla de muebles. Y algo esencial para eso es una mesa de escritorio, que, eso si, como requisito fundamental no puede tener un tamaño muy exagerado.
Ese es el caso del Lillâsen, que es uno de los productos más curiosos que se pueden encontrar en Ikea. De lo que no hay duda es que es realmente innovador, pues está pensado para ser colocado en zonas con pocos metros cuadrados.
Está hecha de bambú, un material duradero, renovable y sostenible, y se puede colocar en mitad de una sala sin problemas, al estar la parte trasera atada. Los topes evitan que los cajones se salgan, y tiene unas medidas de 102 centímetros de largo, 49 de ancho, 74 de alto y 6 de grueso. Dispone de tres cajones, cuyo ancho es de 23 cm y 32 de profundo. El precio de este escritorio es de 139 euros.
El diseñador explica su objetivo
“Más un hogar y menos un espacio de trabajo. Ese fue mi punto de partida para diseñar el escritorio LILLÅSEN. La idea es proporcionar un lugar creativo en cualquier rincón de la casa, más que decorar un espacio de trabajo. Las patas en ángulo lo diferencian de los escritorios tradicionales. Y como la mayoría de nosotros solo necesitamos un portátil para nuestras cosas, LILLÅSEN es un poquito más pequeño que los escritorios normales. Fácil de poner en cualquier rincón, y muy cómodo de utilizar” comenta Mikael Axelsson, el diseñador del Lillâsen.
De momento, su producto ya tiene un 4,7 de valoración en la página web de Ikea.