Un estudio pone en duda la efectividad de los filtros de luz azul para los teléfonos móvil
La revista Cochrane Database of Systematic Reviews no ha encontrado evidencia de los efectos beneficiosos de este tipo de productos
Es innegable el hecho de que, a día de hoy, la tecnología juega un papel fundamental en nuestro día a día. Son muy pocas las actividades en las que cualquier tipo de elemento tecnológico no intervenga: desde el trabajo hasta el ocio, pasando por actividades tan rutinarias como pagar la compra en el supermercado o mirar el tiempo.
Esto implica, por supuesto, que casi todo el mundo tiene a día de hoy un smartphone con el que llevar a cabo todo este tipo de actividades. Y esto implica, como es evidente, que pasemos una gran parte del día pegados a una pantalla, ya sea del teléfono, del ordenador, todo tipo de dispositivos que podemos encontrar en plataformas como MediaMarkt… Algo que, por otro lado, no resulta muy recomendable.
Por ello, diversas empresas y plataformas han buscado todo tipo de soluciones con el objetivo de minimizar los daños a los que nos exponemos al pasar tanto tiempo frente a una pantalla. Y entre todas las opciones con las que contamos, a lo largo de los últimos años, los filtros de luz azul se han convertido en una de las soluciones más globalizadas. Una práctica que, según afirman varios estudios, podría no ser tan recomendable como pensamos.
El informe que pone en duda el uso de estos famosos filtros
La encargada de poner en duda esta práctica ha sido la revista Cochrane Database of Systematic Reviews, encargada de realizar revisiones sistemáticas de todo tipo de estudios, que ha llegado a una conclusión que ha sorprendido a propios y extraños, ya que han señalado que «los resultados de la revisión no apoyan la prescripción de gafas con filtro de luz azul a la población general».
Una noticia que ha sorprendido a las muchas personas habituadas al uso de este tipo de elementos, que se basa en un total de 17 ensayos aleatorizados realizados entre 2009 y 2021. Unos estudios que, tal y como determina la revista, han llegado a la conclusión de que esta extendida práctica podría no tener ventajas a corto plazo, por lo que su uso sería inútil.
Y no solo eso, sino que, además, no han podido sacar conclusiones sobre los efectos en la salud de la retina de las personas que las utilicen a largo plazo, dejando entrever que estos podrían ser negativos. Un estudio en el que Laura Downie, profesora asociada de Optometríase ha colocado a la cabeza, explicando la importancia de revisar todas las evidencias posibles en lo relativo a posibles daños a largo plazo, quedando en evidencia que a día de hoy ninguna evidencia científica demuestra que estos filtros tengan efectos beneficiosos, por el contrario a lo que muchos pensábamos hasta ahora.