“El consumidor no va a comparar la calidad nutricional de un aceite de oliva con un refresco”
Hablamos con la doctora Pilar Galán, nutricionista, investigadora y corresponsable del desarrollo del sistema de etiquetado Nutri-Score que ya se está utilizando en España
A pesar de las dudas surgidas en torno al etiquetado Nutri-Score, la doctora Pilar Galán, investigadora senior del Equipo de Investigación en Epidemiología Nutricional (EREN), defiende la ciencia y los años de investigación que respaldan este etiquetado, y su utilidad como herramienta para combatir enfermedades que guardan relación con la nutrición.
La incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, ciertas enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer puede reducirse mejorando la calidad nutricional. Algo que, dice la Dra. Galán, resulta «esencial» debido al aumento de la esperanza de vida.
La Dra. Galán aboga por «recuperar» la dieta mediterránea, reducir el consumo de azúcares y grasas, y aumentar la presencia en la cesta de la compra de productos frescos, fruta, verduras y hortalizas, legumbres o cereales integrales, entre otros.
Una mejor selección de alimentos en favor de la salud
Aquí es donde Nutri-Score ayuda al consumidor a distinguir de forma rápida y fácil entre unos y otros alimentos. Por ejemplo, Nutri-Score permite comparar entre productos de un mismo grupo de alimentos como pueden ser los cereales, o entre productos sustitutivos que se van a utilizar en un momento dado; como a la hora de elegir entre desayunar galletas, cereales o bollería.
Sin embargo, dice la Dra. Galán, «el consumidor nunca va a comparar la calidad nutricional de un aceite de oliva con un refresco». No son alimentos sustitutivos y no pertenecen al mismo grupo, y tampoco se ingieren en igual cantidad. En cambio, el consumidor sí puede usar Nutri-Score para elegir entre diferentes aceites, o entre distintos refrescos.
La Dra. Galán insiste en que «Nutri-Score no dice si un alimento es bueno o es malo, y tampoco dice que no haya que comerlo.” En cambio, explica, “Nutri-Score dice que, para alimentos equivalentes y del mismo grupo, uno etiquetado con una B es preferible a uno etiquetado con una E”.
Otro de los objetivos de Nutri-Score es animar a la industria a mejorar la calidad nutricional de sus productos. Los fabricantes pueden calcular su puntuación Nutri-Score y adherirse a este etiquetado a través de esta página web.
El propósito de Nustri-Score es informar al consumidor de la calidad nutricional de los alimentos, e invitar a la industria a mejorar la calidad nutricional de sus productos
En Francia, donde Nutri-Score se utiliza desde 2017, “el hecho de que el logotipo de Nutri-Score aparezca en un envase da credibilidad a la marca, independientemente de cuál sea la clasificación de su producto en la escala de Nutri-Score», dice la doctora Pilar Galán.
Un sistema basado en la ciencia y la investigación
El desarrollo de Nutri-Score se basa en las recomendaciones de la OMS, y está desarrollado por un equipo multidisciplinar de científicos e investigadores en base a numerosos estudios y trabajos científicos y de validación.
En España más de 80 académicos y profesionales del ámbito de la salud de reconocida trayectoria profesional firmaron recientemente una solicitud para la adopción de Nutri-Score en España, «para ayudar a orientar las opciones de compra hacia alimentos de mejor calidad.”
«A pesar de sus imperfecciones y limitaciones, como las de cualquier logotipo nutricional y cualquier herramienta de salud pública», dicen los firmantes, «Nutri-Score ha demostrado su capacidad para influir favorablemente —desde el punto de vista nutricional— las opciones alimentarias de los consumidores».