Decathlon tiene una máquina para subir puertos de montaña con tu bici sin moverte de casa
Montar en bici nunca ha sido tan sencillo, cómodo y seguro como ahora, gracias al último invento de Decathlon
Hacer ciclismo es uno de los deportes más comunes y practicados en España. Por ello, Decathlon pone énfasis en los productos pensados para los ciclistas, y tiene una gran variedad de artículos para facilitarles la vida. Pero también hay gente que prefiere comprarse una bicicleta estática, pues es mucho más seguro y confortable hacerlo en casa.
Aunque, para muchos, no hay ni punto de comparación entre salir de ruta y observar paisajes, y hacerlo encerrado en cuatro paredes.
Sin embargo en muchas ocasiones por la escasez de tiempo, por la falta de compañía, por la meteorología o, simplemente, por comodidad e inmediatez, el rodillo de bicicleta Smart Tacx Vortex 950 W puede ser una opción muy a tener en cuenta para los amantes del ciclismo.
Este rodillo es toda una revolución en el mundo de las bicis, pues trae un buen número de avances tecnológicos, que hacen que practicar el ciclismo sea más sencillo y seguro que nunca.
Para utilizarlo basta con colocar la bicicleta sobre él, poniendo la rueda delantera en el soporte. Y, descargando su aplicación, podemos manejar fácilmente todo tipo de detalle: desde el desnivel que queremos, para que sea más duro, o, incluso, hacer alguna ruta mítica.
Porque el rodillo tiene varias guías programadas, con sus pendientes, sus cuestas y sus terrenos irregulares, que llevan a aquellos que lo prueban a imaginarse que están fuera de su casa.
Todo esto, a cambio de 330 euros, que vendría siendo prácticamente la mitad de lo que cuestan otros rodillos para bicicletas. Decathlon trae lo mejor, y al mejor precio, y con varios colores para elegir: hay blanco, gris claro y azul claro.
Por si no fueran suficientes ventajas con todo lo mencionado previamente, y con su asumible precio, Decathlon trae todavía más puntos a favor del Smart Tacx Vortex 950 W.
Y es que también hacen envíos a domicilio, por un módico precio de cuatro euros, ahorrando el tener que ir a la tienda y cargar con el rodillo en el coche.