Los guantes desechables, menos seguros de lo que pueden parecer

Los guantes y las mascarillas han pasado a formar parte de la vida diaria, puesto que son dos elementos primordiales que la gente necesita para poder salir a la calle y minimizar el riesgo de contagio por el coronavirus. En muchas farmacias alrededor del mundo estos productos se han agotado. 

¿Son tan seguros como pueden parecer? Los médicos y personal sanitario los usan constantemente, aunque esto solo protegen las manos de una contaminación con líquidos espesos como sangre u otros fluidos corporales, pero la barrera contra virus y bacterias es muy corta, y cuanto más tiempo de uso tengan más fácil será operar. 

¿Por qué? Porque los guantes desechables están compuestos de materiales porosos, a más tiempo de uso más fácil lo tienen los patógenos para penetrar la capa protectora. Por ello, los médicos guardan siempre higiene en las manos, lavándolas y desinfectándolas 

Los guantes desechables de vinilo, látex o nitrilo pueden transmitir una impresión de esterilidad, aunque es un falso sentimiento de seguridad. Las personas van con cuidado de no tocarse la cara cuando van con guantes por la calle, pero a pesar de ello, es algo que puede pasar por accidente. 

Gran capacidad de propagación

La propagación con los guantes se puede producir igual, cuando uno busca algo en un bolsillo del pantalón o consulta algo en su móvil. El patógeno se extiende en un área grande sin ni siquiera darse cuenta de ello. Según publica Dw, al virus le da igual si entra a través de una mano desnuda o un guante desechable cuando se produce contacto con la cara. 

Muchos médicos temen que los guantes provoquen un «desastre higiénico masivo«, puesto que pueden incrementar el riesgo de una infección. Debajo de ellos, la piel empieza a sudar rápidamanete, y el clima húmedo y caliente es un ambiente ideal para todo tipo de bacterias y virus. 

El médico Marc Hanefeld lanzó la advertencia por Twitter y Facebook, y que recoge Dw: «¡Dejen de usar guantes desechables en público! Es un desastre higiénico masivo». «Debajo del guante, las bacterias se multiplican felizmente en el ambiente caliente y húmedo. Y después de quitárselos, sin desinfectarse, uno tiene aguas negras en sus manos. ¡Felicidades!», dice Hanefeld, un médico de Bremervörde, en el norte de Alemania.

La mejor vía para protegerse y también a los conciudadanos del coronavirus pasa por seguir las medidas higiénicas conocidas: lavarse las manos con jabón y agua abundantes​, mantener distancias de seguridad y evitar salidas a menos que sea imprescindible o inevitable. Los que insistan en usarlos, deben desecharlos como las mascarillas: en una bolsa cerrada y en una basura no reciclable.