La carne que pone en alerta a la Agencia EspaƱola de Seguridad Alimentaria y NutriciĆ³n
La carne cazada de forma silvestre puede ser perjudicial para la salud por los perdigones de plomo o la ingesta de este material por parte de los animales
Un trozo de carne/ EFE
La carne puede ser peligrosa para la salud si esta no se come en condiciones higiĆ©nicas y sanitarias adecuadas. Uno de los peligros son los productos de ciervo, corzo o jabalĆ, entre otros, ya que se obtienen de animales salvajes que han sido criados y alimentados ajenos al cuidado humano.
Esto puede provocar problemas de salud en quien ingiera su carne, puesto que los animales han podido consumir plomo. AsĆ lo ha explicado la Agencia EspaƱola de Seguridad Alimentaria y NutriciĆ³n (AESAN), en un documento publicado este enero en su web.
La caza silvestre nos referimos a un producto que se obtiene al cazar animales que viven en libertad y que se han criado sin la intervenciĆ³n del ser humano. En este contexto, tras ser el animal abatido con municiĆ³n de plomo es cuando pueden aparecer los problemas.
El plomo presente en la carne que despierta alertas: cancerĆgeno para los humanos
La ingesta involuntaria y eventual de perdigones por parte de los animales tambiĆ©n puede dar lugar a la presencia de plomo residual en sus vĆsceras. El documento, que ha recogido El EspaƱol, tambiĆ©n recoge que el riesgo de encontrar municiĆ³n en las carnes de autoconsumo es mayor que en aquellas comercializadas por los canales habituales.
La entidad explica que Ā«estos fragmentos constituyen una fuente de exposiciĆ³n elevada al plomo en la poblaciĆ³n consumidora, principalmente, en cazadores y sus allegadosĀ». Pese a la toxicidad, no se conocen efectos adversos sobre el organismo por una sola ingesta. SegĆŗn la Agencia Insternacional para la InvestigaciĆ³n del CĆ”ncer (IARC), clasificĆ³ el plomo inorgĆ”nico como Ā«carcinogĆ©nico para los humanosĀ»
La toxicidad crĆ³nica del plomo sĆ tiene diversos efectos sobre el organismo si hay ingestas repetidas. El principal afectado por su toxicidad es el sistema nervioso central, particularmente el cerebro en desarrollo: Ā«Existen claras evidencias que indican una especial sensibilidad a los efectos neurotĆ³xicos en el feto y en niƱos de corta edadĀ«.
