Teresa Rodríguez: «La identidad andaluza puede ser un escudo ante el españolismo reaccionario»
Teresa Rodríguez, candidata de Adelante Andalucía el 19-J, reivindica al Gobierno de Pedro Sánchez en una entrevista con Economía Digital un reparto "justo" de los fondos
En el AVE Madrid-Sevilla, de vuelta de presentar en el Senado la moción que insta a declarar prioritaria la convergencia socioeconómica de Andalucía, Teresa Rodríguez (Rota, 1981) representa ese perfil de mujer joven que tiene que hacer malabares para conciliar vida profesional y personal. Viaja con su hija pequeña, Candela, fruto de su relación con el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, y con su jefa de prensa. Por eso al principio de la conversación se entremezclan los ritmos de la niña con la reivindicación de un reparto justo de los fondos que, a su juicio, es necesario para una comunidad a la cola en muchos indicadores que se enfrenta, el próximo 19J, a unas elecciones que dan como favorito al presidente de la Junta, el popular Juan Manuel Moreno Bonilla.
Como una de las líderes de izquierda más reconocidas que surgió del 15M, es inevitable preguntar por el traumático divorcio vivido en esta legislatura en Andalucía, por la que acabó expulsada del grupo parlamentario de Adelante Andalucía junto a diez de sus compañeros. A cambio de mantener la marca, las consecuencias de aquel episodio es que ahora su participación en los debates electorales en los medios públicos depende de que la Junta Electoral de Andalucía (JEA) resuelva las alegaciones en contra que han presentado los partidos –Andaluces Levantaos y Vox- y que se conocerán en el caso del debate de Canal Sur (13 de junio) este viernes y en el caso del de TVE (6 de junio) el próximo lunes 30.
Lo ya decidido por este órgano es que Teresa y los suyos van a afrontar la campaña sin recursos económicos, ya que la JEA ha entendido que los debe controlar en su totalidad el partido que mantuvo el grupo parlamentario, esto es, Unidas Podemos, reconvertido en estas elecciones en Por Andalucía, la coalición de partidos liderados por IU en la que también participa Podemos, aunque llegó tarde al registro electoral y su nombre no aparece en las papeletas. Las subtramas de este serial son inabarcables pero hay una cosa clara, ante tal confusión, Teresa Rodríguez ha decidido poner su cara en las papeletas. “Me da mucha vergüenza, pero es la única manera de que la gente se aclare”.
Pregunta: Sin fondos, ¿cómo se plantea la campaña?
Respuesta: Contábamos no tener a disposición esos fondos ni incluso si nos lo hubieran concedido. Es decir, nosotros los solicitamos por reivindicar lo que nos corresponde respecto a la candidatura de 2018 más que en gastarlo, porque, como se sabe, esos fondos son una deuda que cada partido adquiere con la administración. Estamos recaudando fondos por otras vías, como donaciones.
Pero en los debates electorales, vamos a intentar conseguir una resolución favorable porque para nosotros es importante poder defender las ideas que llevamos a estas elecciones, nos parece que ganamos mucho si explicamos delante de los demás qué tenemos de diferente. Si esto solo va a depender de las decenas de millones de euros que se metan en publicidad, evidentemente tenemos todas las de perder.
Su grupo ha presentado una moción que reclama un reparto de ayudas económicas que beneficie a Andalucía. ¿De qué estamos hablando?
Hemos presentado una moción en el pleno fruto de una interpelación en pleno a la ministra Calviño sobre los PERTES [Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica]. Pretendemos abrir un debate sobre la necesidad de tener en cuenta otros criterios a la hora de repartir los fondos que no tengan como condición la necesidad de que haya inversión privada, porque si no mucho nos tememos, como está pasando con el PERTE del coche eléctrico, que la mayoría de inversiones van a ir a aquellas comunidades autónomas que ya tienen sector empresarial más potente respecto de otras que no los tenemos.
Hay voces que sostienen que si Andalucía no tiene tejido industrial de peso, ¿cómo van a venir estos fondos aquí si no hay fábricas donde desarrollarlos?
Pues invirtiendo en la creación de industria. Es la pescadilla que se muerde la cola. Nadie fabrica microchips en España, por tanto es una inversión nueva que hay que hacer en algún lugar. Si se va a hacer con fondos públicos, del Estado, que se haga con un criterio de reparto justo. No sólo hay que ver criterios de rentabilidad inmediata, sino también inversión en convergencia territorial. Son muchos millones.
Los debates en la izquierda se han centrado en el feminismo, la emergencia climática. ¿Estas banderas siguen siendo útiles para atraer el voto o la crisis económica ha cambiado el paradigma?, ¿hay que incorporar nuevos lemas?
La justicia territorial es una de ellas, pero no es una reivindicación que no tenga que ver con otras, como el feminismo o el ecologismo. Es decir, nosotros queremos ver el andalucismo en clave de acabar con un agravio histórico, con una situación de injusticia estructural y ahí lo podemos comparar con el feminismo perfectamente. Es decir, el feminismo también hace ese trabajo de analizar su situación de discriminación, de analizar sus causas y de plantear alternativas que corrijan esa situación de injusticia previa. Es muy natural comparar el andalucismo con el feminismo en este caso.
La mayoría de inversiones van a ir a aquellas comunidades autónomas que ya tienen sector empresarial más potente respecto de otras que no los tenemos
Y luego, por otra parte, el feminismo sigue siendo un movimiento de masas. A pesar de la división del movimiento feminista, que es dura en torno a dos debates muy parciales como son la prostitución y la ley trans, el movimiento feminista sigue sacando a la calle a mucha gente y sigue politizando a mucha gente joven, siendo a veces el competidor directo del avance de la extrema derecha. En los institutos vemos a muchas chavalas feministas y a muchos chavales de Vox.
Por otro lado, el ecologismo, antes o después, se va a situar en el centro de los debates. Lamentablemente porque el colapso medioambiental va a ocurrir en algún momento. Ya vemos indicios con el fin del petróleo barato y, desde entonces, la crisis de abastecimiento, el encarecimiento de los precios y la crisis energética. Porque lo que está pasando en Ucrania, no es un escenario bélico concreto, sino que nos habla de un escenario escasez de recursos energéticos y de dificultades para suplirlos 100% por energías renovables. Y cómo todo eso afecta a la producción de alimentos.
¿Cuál cree que ha sido el error de la izquierda post15M que ha provocado la desmovilización y la división hasta el escenario actual?
El error no fue el 15M, cuyo papel fue politizar, movilizar a una generación entera fruto de la cual algunos de nosotros está en política a día de hoy. El error ha sido nuestro en todo caso, de cómo gestionar la herencia del 15M. Necesitaría más tiempo para evaluar cuáles han sido nuestros errores con más claridad.
Estoy dispuesta a hacer un discurso autocrítico respecto al papel que desempeñamos los políticos, pero también es verdad que o hay nuevos espacios de representación social o las lógicas que cunden por abajo cuando los políticos no solucionamos los problemas de la gente son reaccionarias, que es lo que está pasando ahora mismo.
¿A qué se refiere con nuevos espacios? Me he perdido.
Que el movimiento feminista hubiera tenido la capacidad de agregar a más gente, que el movimiento de jóvenes por el clima, que tiene un potencial político tremendo, hubiera seguido agregando gente, que se hubiera organizado la juventud precaria, que el movimiento en defensa de las viviendas asequibles se hubiera convertido en una realidad masiva.
En parte, también por la pandemia, no se ha dado el escenario más propicio para la movilización social y todo esto lo ha vivido la gente, con miedo, encerrada en sus casas, con absoluta falta de seguridad, angustia existencial, con situaciones límites… Y creo que todo eso ha creado un caldo de cultivo, tanto la mala gestión de las izquierdas entre las que me incluyo, es decir los que gobiernan y los que no gobernamos, como esa situación particular, que parece que ha impulsado las alternativas autoritarias.
¿Sigue siendo Pablo Iglesias un actor relevante en política?
Lo es desde el espacio que tiene de opinión, como cualquier otro periodista.
¿Y qué opina del espacio de Yolanda Díaz?
Lo observamos con interés pero sin una idea clara de lo que es.
Cuando todavía no había ni fecha de elecciones, se habló del interés de Errejón por que se sumara a la candidatura de Más País.
Hay una buena relación hasta el día de hoy, pero nosotros nos hemos planteado como objetivo, y así lo hablamos también con el resto de fuerzas políticas, sean de Yolanda, de Iñigo o si incluso, si las relaciones fueran mejores, con el espacio Unidas Podemos, que la construcción del espacio andalucista tiene futuro.
«Es que yo me temo que sumando las hablas contadas, tampoco somos capaces de hacer frente a las derechas»
Ahora, a corto plazo toca la construcción de ese espacio, que pueda arraigar y politizar a más gente por abajo, ampliar las bases de la izquierda. Es que yo me temo que sumando las hablas contadas, tampoco somos capaces de hacer frente a las derechas.
No hay ni una sola encuesta que nos dé a día de hoy que las izquierdas sumamos más que las derechas. Habría que hacer un trabajo más cualitativo, de estar en la movilización social y alimentar los espacios en los que la gente se mueve, se organiza, busca soluciones colectivas, que son los antídotos contra la extrema derecha y a partir de ahí poder encontrar espacios de confluencia.
Si cuando se abran las urnas el 19J, Juan Espadas necesita sus votos para ser presidente, ¿está dispuesta a dárselos?
Siempre hemos planteado lo mismo. En la alcaldía de Sevilla, en la de Jerez o en el Gobierno de la Junta o donde nos corresponda. La derecha no va a gobernar por nuestro voto o nuestro no voto, ni por acción ni por omisión. Ni vamos a votar, evidentemente, a las derechas frente al PSOE, ni vamos a abstenernos o a evadirnos de esa votación generando una situación en la que el PP pueda gobernar.
Nunca la derecha va a gobernar si está en nuestra mano evitarlo y así lo hemos hecho con el propio Juan Espadas en el Ayuntamiento de Sevilla. En el caso de Cádiz, al revés, ha sido el PSOE el que nos ha votado a nosotros. Pero también vamos a mantener una situación de independencia respecto al PSOE.
O sea, que no entraríais en el gobierno, dado el caso.
No, no porque no queramos gobernar, gobernamos la ciudad de Cádiz. En fin, del espacio Podemos casi somos los únicos que gobernamos directamente. Ada Colau nunca fue de Podemos, Carmena nunca lo fue… Los cogobiernos con el PSOE siempre dan el mismo resultado y es que te hacen partícipe de sus contradicciones y se apropian de tus logros.
El PSOE en no pocas ocasiones incumple sus compromisos electorales y nosotros creemos que debemos conservar un espacio de coherencia y hacerlo con capacidad de diálogo, de llegar a acuerdos, de arrancar victorias. La subida más grande del SMI (Salario Mínimo Interprofesional) no se produjo con Yolanda Díaz como ministra sino con Unidas Podemos en la oposición, negociando presupuestos le arrancaron a Pedro Sánchez ese compromiso de subir de 750 a 900 euros.
¿Cómo ve el gobierno de coalición nacional?
Con luces y sombras. No hemos tenido ningún problema en alabar lo que nos ha parecido bien, como la subida del SMI o la ley del sí es sí que se está debatiendo ahora. Pero con la misma independencia decimos que nos parce mal el reparto de los PERTES porque perjudica Andalucía, nos parece que es exigible al Estado un mayor compromiso con esta tierra.
La huelga del metal en Cádiz no es solamente una huelga por un convenio digno, es también una reclamación de inversiones productivas en nuestra tierra en un año en que hemos visto cómo se nos cierra la fábrica de Airbus de Puerto Real. La única fábrica de Airbus que cierra de Europa, una empresa con capital público, cierra precisamente en la comarca con más desempleo estructural de Europa. Nos parece que Andalucía no llega a Madrid. La fábrica de Airbus no se hubiera cerrado en Cataluña.
«Nos parce mal el reparto de los PERTES porque perjudica Andalucía, nos parece que es exigible al Estado un mayor compromiso con esta tierra»
Tenemos una visión compleja en función de los temas que ha habido. Ahora, parece que estamos a punto de afrontar una rebaja de las pensiones, se han vendido las viviendas del Sareb a los fondos de inversión, se ha traicionado la causa saharaui, no ha habido una derogación de la reforma laboral como se comprometieron las dos fuerzas del Gobierno y nos quieren vender que se ha acabado la precariedad solamente porque los contratos se llaman indefinidos, y eso no es verdad.
Gobernar seguramente es hacer frente a las contradicciones. Le pasó al alcalde de Cádiz, cuando criticó la fabricación en Navantia de corbetas para Arabia Saudí y luego defendió su producción en la Bahía de Cádiz. ¿Cómo se hace frente a esas contradicciones?
Con sinceridad. Una cosa es afrontar las contradicciones propias, cuando uno está en el Gobierno, y otra cargar con las contradicciones del PSOE. Desde mi punto de vista, las del PSOE tienen un peso más importante aunque sólo sea porque han gobernado 37 años esta tierra.
En el caso de la reforma laboral, si Yolanda Díaz sale a decir esto no es una derogación de la reforma laboral del PP, seguimos aspirando a derogarla y cumplir con nuestro compromiso, son algunos avances, y no hemos podido llegar más lejos porque nuestros socios de gobierno no nos lo permitían, porque Europa no nos dejaba y no mandaban fondos si hacíamos lo que comprometimos en campaña, porque en este contexto esto hubiera generado otro tipo de problemas, porque se nos ha impuesto el acuerdo de la patronal… Ser capaz de reconocer las contradicciones es un primer paso.
¿Lo que pide es un ejercicio de sinceridad?
Un ejercicio de pedagogía. Porque cuando las corbetas nosotros decíamos “Es una mierda fabricar corbetas para Arabia Saudí, que es una dictadura que está imponiendo la guerra en Yemen, lo que pedimos es que se fabriquen otras cosas, que no nos desmantelen la industria naval”.
¿A qué aspira en Adelante Andalucía?
De momento, necesitamos configurar el espacio, para eso los andaluces son clave. Si somos capaces de conformar grupo, el andalucismo habrá vuelto al Parlamento y si tenemos tres diputados también es la creación del espacio en la institución. Ese será nuestro punto de partida para después pelear por la representatividad en las instituciones del Estado. Yo creo que ahí va a ser muy fácil explicarle a la gente que necesitamos tener al menos una voz y que sólo al menos una voz andalucista en el Congreso o el Senado puede cambiar muchas cosas.
«Si somos capaces de conformar grupo, el andalucismo habrá vuelto al Parlamento»
Ahora mismo, en el Senado es la semana de Andalucía, como en el Corte Inglés, sólo se habla de Andalucía porque se han convocado elecciones, el resto del año sólo habla nuestra senadora, Pilar González. Y en el Congreso, 61 diputados andaluces en el Congreso que responden a las consignas de sus partidos en Madrid. Sólo una voz allí, puede cambiar muchas cosas sobre todo si es clave a la hora de condicionar gobiernos, si tiene audiencia propia para negociar presupuestos, debatir leyes… Como ya hacen todos menos nosotros, cántabros, turolenses, gomeros…
Eso tiene el peligro de la política cantonalista.
Lo que hay que hacer en ese caso es entender que España no es Madrid, acabar con el centralismo supone repartir mejor las cosas, como buenos hermanos. Compartimos una casa común que es España, que no es una, sino muchos territorios, que tiene mucha historia, muchas necesidades y unas reinvindicaciones y poner de acuerdo a esos territorios es la clave. España no es una manzana con un corazón, es un racimo de uvas, una realidad más plural.
¿Qué lectura hace del affaire del empadronamiento de Macarena Olona?
La Junta Electoral podía haber sido un poco más valiente y haber tenido como criterio aplicar el Estatuto de Autonomía de Andalucía y también las reglas del juego, andaluz es el que vive aquí. La Junta Electoral ha entendido que si estaba la formalidad cumplida, pues ya está.
Sobre Olona: «Quien vaya a votar, tiene que tener en consideración que es difícil que represente los intereses de Andalucía alguien que no sabe lo que es vivir aquí»
Al margen de que esta señora lleva dos años y medio representando, entre comillas, a Granada en el Congreso de los Diputados y no ha tenido la mínima decencia de tener un domicilio aquí, lo que yo planteo son cuestiones políticas. Quien vaya a votar, tiene que tener en consideración que es difícil que represente los intereses de Andalucía alguien que no sabe lo que es vivir aquí, me parece una cosa muy básica.
Desde su posición, ¿cómo se debe frenar el avance de Vox?
Con movilización social. No hay que ignorarlos. Hay que combatirlos con argumentos, hay que hacer pedagogía, ya no se puede ignorar ni insultar. Ya no puedes dejar la cosa en “son unos fascistas” y punto o incluso despreciándolos, “los trabajadores que votan a Vox son tal o cual”. Hace mucho tiempo que no nos cuestionamos nosotros mismos por qué son importantes las políticas de género, la educación sexual en los centros escolares, explicar que no hay vínculo entre criminalidad y origen racial o cultural.. O hacemos pedagogía política con eso o habremos perdido la batalla.
La gente de izquierda que nos creemos muy listos y muy conscientes de todo, tenemos que arremangamos y hacer el esfuerzo de explicar a la gente joven, a la gente trabajadora, bajándonos del púlpito sin ser académicos de la progresía, por qué todas esas cosas son importantes para que nuestras vidas sean felices.
Y por otra parte, con movilización social. Como la gente esté sola, aislada, con falta de expectativas, calan las opciones autoritarias y fáciles, identitarias, en la medida en que tú puedes ser un desahuciado o explotado pero eres español y el orgullo de ser español te lo proporciona sólo Vox. Imagínate: esa identidad que te hace sentir bien, ese orgullo se ser español aunque no tengas para comer, tiene mucho peso ahora.
Hay ahora mismo una batalla por la identidad, por lo cultural, que hay que dar. Nosotros creemos que la identidad andaluza, que además ha estado vinculada históricamente a la defensa de valores abiertos, modernos, progresistas, puede ser ahora mismo una identidad escudo frente a una españolismo vinculado a lo reaccionario, a lo rancio.
Habla de bajarse del pedestal. ¿Cree que Yolanda Díaz lo va hacer mejor que como lo ha hecho Pablo Iglesias con esa escucha activa que plantea?
Es la impresión que tengo. Pero no puedo hablar de lo de Yolanda Díaz, no lo conozco. (Risas)