“Mi obsesión como alcalde es hacer visible esa otra Sevilla más allá del turismo”

La dimisión de Juan Espadas como alcalde del Ayuntamiento de Sevilla para dedicarse a pleno rendimiento a la tarea de recuperar la Junta de Andalucía para el PSOE, provocó un efecto dominó que llevó, el pasado enero, a su mano derecha, Antonio Muñoz (San José de la Rinconada, Sevilla, 1959), un experimentado político curtido en la gestión urbanística y turístico-cultural, a convertirse en el primer edil de la ciudad.

Su objetivo pasa, como ha analizado en esta entrevista con Economía Digital, por proyectar y fortalecer esa otra Sevilla dedicada a la nueva economía, la investigación y la innovación tecnológica que queda eclipsada por la vertiente turística de la capital andaluza.

P- Estamos a las puertas de las elecciones andaluzas, ¿cómo ve al PSOE?, ¿qué papel va a tener el alcalde de Sevilla en la campaña como dirigente socialista?

R- En la campaña de las autonómicas, a pesar de que la mayoría de las encuestas no son propicias al PSOE, yo confío mucho en dos variables: la capacidad de trabajo en estos 30 días de Juan Espadas y de la organización. Si nosotros somos capaces de movilizar en Andalucía al PSOE que es la fuerza más implantada en los pueblos y ciudades medias y capitales, si conseguimos reactivar ese voto que ya lo tuvimos en otros momentos, la verdad es que soy optimista y le podemos dar un vuelco importante a las encuestas.

Como alcalde de la ciudad mi principal cometido es seguir gestionando la ciudad y, en segundo lugar, como militante estaré donde mi organización política me pida que esté para apoyar al candidato Espadas.

P- ¿Qué balance hace de esta primera legislatura del Gobierno PP-Ciudadanos en la Junta de Andalucía?

A mí me ha parecido un gobierno tremendamente plano. Es verdad que en estos momentos hemos estado mediatizados por la pandemia. Pero desde el punto de vista de la gestión de Moreno Bonilla, me parece un gobierno muy plano, que ha llevado como eslogan “el Gobierno del cambio” y sinceramente no sé dónde está el cambio.

«Moreno Bonilla ha llevado como eslogan ‘el Gobierno del cambio’ y sinceramente no sé dónde está el cambio»

Más allá de eso, uno intenta ponerle nombre y apellidos en qué ha consistido el cambio y no sabe… Como elementos más negativos, hay una cantidad importante de fondos europeos que no se han gestionado, lo cual es preocupante desde el punto de vista de la reactivación económica; las estadísticas de la propia Junta de Andalucía dicen que hay menos autónomos, menos empresas. Es verdad que hay más empleo. Una petición de VOX como fue la desaparición de mucha administración periférica se ha quedado, a pesar de que fue anunciada a bombo y platillo al principio del mandato, en agua de borrajas. Cuesta trabajo encontrar el cambio que tantas veces se ha vendido.

¿Qué percepción tiene de la fortaleza de la coalición PSOE-Unidas Podemos en España? ¿Cree que hay que agotar la legislatura?

Hay que agotar la legislatura. Cuando se formó el Gobierno el principal problema que tenía encima de la mesa era relativo a Cataluña, digamos que hoy ese papel ha pasado un segundo plano, y los invitados sorpresa de este mandato han sido la pandemia, el volcán de La Palma, el abastecimiento de materias primas, el encarecimiento de la energía, la guerra de Ucrania…

Es decir, un Gobierno que ha tenido que hacer frente a una serie de cuestiones que no estaban en el guion a priori, cuando el principal reto era restablecer la convivencia con Cataluña, un Gobierno que se ha tenido que enfrentar a todo eso, y creo que lo ha hecho en algunos casos ejemplar con decisiones valientes, con errores porque muchas veces ha sido la primera vez que nos hemos enfrentado a estas circunstancias.

A mí lo paradójico que me resulta es que no está lo suficientemente valorado la manera de afrontar estas crisis por parte de una coalición de izquierdas, frente a otras crisis económicas, donde todos sabemos que la única medicina que se puso en práctica, por un gobierno del PP, fueron los recortes y los recortes.

Aquí se ha hecho frente con una política mucho más keynesiana de gasto público. Sin embargo, me sorprende y me cabrea que no haya un reconocimiento por parte de la población y que prevalezca el ruido político en términos generales y las disfunciones que parecen existir a veces en el gobierno de coalición. Yo espero que al final haya un reconocimiento por parte de los ciudadanos y que se agote la legislatura.

Lleva apenas cinco meses de alcalde de Sevilla, ¿qué balance hace?

Soy consciente de que he formado parte de un gobierno anterior, por lo tanto no tiene mucha lógica pegar volantazos pero al mismo tiempo tengo que darle mi impronta. Y en ese sentido uno de los objetivos que me he marcado es volver a ilusionar con proyectos, no sólo seguir gestionando los que ya arrastrábamos, sino también con nuevas líneas de trabajo para los sevillanos.

¿Qué Sevilla encontró cuando ya se puso el traje de alcalde?

A nivel interno, el Ayuntamiento ha gozado de una estabilidad política y económica en cuanto a saneamiento de sus cuentas que son la condición necesaria, aunque no suficiente, para hacer una gestión más ambiciosa. Y en ese sentido me he encontrado una ciudad, como la mayoría de las ciudades que han sido azotadas por la Covid-19, con una necesidad de recuperación económica y recuperación anímica.

«Estamos cumpliendo con dos objetivos: la inyección económica para la generación de empleo y a la vez elevar el estado de ánimo de la población»

La primavera en Sevilla; que es una temporada fuerte en cuanto a actividades y eventos, no sólo por la Feria y la Semana Santa, sino también por los eventos deportivos, congresos y distintas actividades que estamos impulsando desde el Ayuntamiento, está suponiendo cumplir con esos dos objetivos: inyección económica para la generación de empleo y a la vez elevar el estado de ánimo de la población, que siempre es muy importante.

Usted está proponiendo recientemente otro modelo económico de ciudad para Sevilla

Nosotros hicimos hace unos meses un concurso internacional para la marca Sevilla, una marca que pudiéramos utilizar en la promoción turística pero también en las promociones económicas y en cualquier tipo de evento. Y el lema que acompaña la palabra Sevilla es “la muy famosa y muy desconocida”. Qué quiere decir: un pasado histórico y un legado patrimonial encomiable, eso nos convierte en una ciudad muy atractiva para el turismo y para otros ámbitos, pero sin embargo convive con una ciudad muy desconocida para los sevillanos.

Si hay alguna ciudad que tiene algún futuro vinculado al sector aeroespacial, porque tiene una industria aeronáutica importante detrás, esa es Sevilla

Si analizamos desde el punto de vista económico, encontramos tremendamente justificado este lema. No parto de cero, por así decirlo. Si hay alguna ciudad que tiene algún futuro vinculado al sector aeroespacial, porque tiene una industria aeronáutica importante detrás, esa es Sevilla.

De hecho, acaba de inaugurar el Foro del Espacio. ¿Qué aporta Sevilla a este foro?

Es la primera vez que todo el ecosistema empresarial andaluz se reúne y se reúne en Sevilla. Porque en el proceso de descentralización del Gobierno central, nosotros estamos optando a ser la ciudad que albergue la futura Agencia Aeroespacial Española. Entendemos que somos la candidatura más sólida, más respaldada por el sector privado, también con la Junta de Andalucía, y porque hay todo un ecosistema de industria detrás con nosotros. Hay otras ciudad, Teruel, León, Barcelona, pero tienen menos argumentos sólidos. La candidatura de Sevilla no es del Ayuntamiento, tiene a las universidades y a todo el sector aeronáutico detrás. 

Sevilla tiene 13 centros superiores de investigación científica, hay una masa crítica de investigación muy desconocida, Sevilla tiene uno de los seis centros europeos de investigación Joint Research Centre (JRC) en la Isla de la Cartuja, eso supone en este momento que hay 400 investigadores del cambio climático, nuevos materiales, saturación turística… que están aquí en Sevilla. El Parque Científico y Tecnológico de la Cartuja el año pasado fue el primer parque de España en facturación con 536 empresas y cerca de 23 mil empleos.

«Me anima como alcalde a hacer más visible todo eso y a convertir a Sevilla en un territorio inteligente, donde la industria y la innovación tenga un protagonismo importante

Es decir, si unimos todo eso junto a las tres universidades públicas y una privada, eso me anima como alcalde a hacer más visible todo eso y a convertir a Sevilla en un territorio inteligente, donde la industria y la innovación tenga un protagonismo importante. Y eso es perfectamente compatible con el turismo. No está reñido, no compite. Es más, el turismo se tiene que beneficiar de esa generación de talento. Mi obsesión como alcalde, es hacer más visible esa otra Sevilla que existe. Sevilla no es un erial desde el punto de vista industrial o la investigación, lo que pasa es que la sombra de la Giralda turística es demasiado alargada y ensombrece otros empresariales y económicos que ya suceden en la ciudad.

¿Cuándo dice que lo va a relanzar, a qué se refiere?

Primero hay que hacerlo más visible. Estoy dispuesto a liderar esa visión de esa otra Sevilla. En segundo lugar, hay que fomentar ese tipo de ecosistemas empresariales. He ofrecido 10 edificios públicos, patrimonio del Ayuntamiento, para establecer alianzas público-privadas y que sean un germen de emprendedores, de startups.

En tercer lugar, me comprometo a que haya una financiación municipal, que ahora mismo no existe, y que tengamos una convocatoria anual, como el modelo de Chile, donde traes proyectos que tiene detrás un emprendedor para que lo desarrolle en tu ciudad. Eso tiene un efecto contagio muy interesante en otros emprendedores. El objetivo es que Sevilla tenga más empresarios y más emprendedores en el sector de la nueva economía, de la transformación digital, de la innovación, no más empresarios vinculados a la hostelería.

¿Sevilla compite con Málaga? ¿Está Málaga ganando el relato del boom económico en Andalucía?

Punto uno: yo me alegro mucho de la reactivación económica que ha tenido en los últimos años Málaga, como me alegraría que le ocurriera a otra ciudad. Punto dos: Málaga no es la ciudad con la que tengo que competir, las ciudades hoy día competimos unas con otras al igual que lo hacen las empresas, pero mis competidores están en ciudades norteamericanas, europeas o incluso asiáticas.

Por tanto, yo sería un alcalde miope sin considerara que Málaga es mi competidora, no lo es. Yo tengo que colaborar con Málaga, con Granada, con Cádiz, con otros territorios españoles. Lo que sí digo es que cuando se comparan los indicadores la mayoría de las veces esos indicadores están a favor de Sevilla, pero eso no es alimentar la competencia.

Málaga es una ciudad que se ha tenido que reinventar porque tenía la base de su economía en la planta hotelera de Torremolinos. Cuando Torremolinos se independiza, Málaga tuvo que reinventarse y ha sido un modelo de éxito. Ha tenido que franquiciar una serie de museos y el crecimiento de su planta hotelera ha hecho que se reactive. Pero ese no es el modelo de Sevilla, porque Sevilla no tiene que franquiciar museos.

«Cuando Torremolinos se independiza, Málaga tuvo que reinventarse y ha sido un modelo de éxito»

Te pongo un ejemplo: en el Museo de Bellas Artes podríamos franquiciar un museo de pintura del siglo XIX, pero lo que tiene que hacer Sevilla es ampliar de una vez el museo, que es una inversión que tiene que hacer el Estado. El Museo Arqueológico de Sevilla es el segundo de España, después del de Madrid, y ahora mismo está en obras. El Centro de Arte Contemporáneo de la Cartuja podría franquiciar también, pero no es nuestro modelo. Yo me alegro de ese renacer de Málaga: no es mi competidor.

Luego, en la agenda cultural de la ciudad, cuando se nos pone de ejemplo a Málaga, tengo que decir que la temporada lírica de ópera después de Madrid o Barcelona la tiene Sevilla, la Orquesta Sinfónica de Sevilla está considerada una de las mejores de España; la Orquesta Barroca de Sevilla es la mejor de España; el Festival de Música Antigua está considerado como el mejor de España; la Bienal de Flamenco, los teatros públicos y privados… en cuanto a número de butacas, no los tiene Málaga. Yo no compito con Málaga, lo que pasa es que cuando nos dicen que Málaga nos está adelantando yo pregunto ¿en qué? Tenemos que hacer más visible esa otra Sevilla.

¿Por qué? Si uno analiza las noticias económicas en la prensa salmón, en los digitales, etcétera, que produce Sevilla, mayoritariamente de manera abrumadora son o nuevos hoteles o nuevas conexiones aéreas. Eso esconde esa otra realidad. Estamos celebrando el Foro Aeroespacial; la semana pasada Sevilla fue la capital de la tecnología 5G, en noviembre tenemos el Tourism Innovation Summit, que estudia como incorporar las nuevas tecnologías al turismo, tenemos un congreso de cambio climático y el sector de la innovación… Este tipo de eventos demuestra la apuesta por la nueva economía que estamos haciendo en la ciudad.

El Ayuntamiento debe liderar, a través de acciones de marketing, ese mensaje como atracción de talento y para que la gente sea consciente de que en su ciudad hay otras oportunidades de empleo para desarrollarse profesionalmente y que no piense que en Sevilla los únicos yacimientos de empleo están vinculadas al sector turístico. Esa tarea nos corresponde a nosotros.

¿Está experimentando Sevilla un boom económico post-pandemia?

Cuando uno analiza lo que ha pasado en la mayoría de los indicadores económicos de la ciudad, con dos años de pandemia, con la incertidumbre de la guerra en la que estamos inmersos… Sorprende que, a pesar de la complejidad del futuro, las perspectivas económicas son buenas.

«En desempleo, habría que remontarse a 2009 para encontrar una cifra de paro tan baja como la que en estos momentos tiene Sevilla»

Algunos datos: en desempleo, habría que remontarse a 2009 para encontrar una cifra de paro tan baja como la que en estos momentos tiene Sevilla, hemos crecido en creación de empresas y  ahora mismo hay unas 51.000, eso supone un crecimiento respecto a 2017 de un 20%, en licencia de obras en 2021 es el mejor dato de la última década. En inversión pública en este momento, sólo con lo que está desarrollando el Ayuntamiento, hay 34 proyectos de más de 500 mil euros en obras. Eso invita al optimismo, a pesar de encontrarnos en una situación crítica como economía occidental.

Este crecimiento de las ciudades andaluzas, puede ser resultado de la decadencia económica de otros territorios como Cataluña?

En economía, casi nunca hay una única causa que lo justifique todo. Es verdad que hay algunos territorios españoles, sin citar ninguno en especial, que se han convertido en territorios antipáticos desde el punto de vista de la atracción de la inversión. Nosotros lo notamos muchísimo en el caso de la atracción de los eventos, cómo se están beneficiando Valencia, Madrid y Sevilla, que antes se hacían en Barcelona.

Junto con la Cartuja, quizás el Puerto sea ese otro polo clave en la creación de riqueza de la ciudad que menos conocemos. ¿Hay previsiones de crecimiento de esa zona?

El Puerto de Sevilla se está convirtiendo en los últimos años en un polo de atracción industrial de primer orden. El futuro económico de Sevilla se escribe en parte con lo que va a suceder en los próximos años en el Puerto. Hay unas posibilidades de desarrollo, en lo que son las antiguas naves, que son la envidia de cualquier territorio.

Desde el punto de vista de la planificación urbanística, estamos trabajando para definir el futuro de esos suelos. Va a haber un gran espacio para viviendas, usos terciarios y un gran uso para proyectos industriales. Desde el punto de vista de la dimensión, esa zona es un auténtico desconocido pero es una garantía de futuro para la ciudad.

El Puerto, ahora mismo, es conocido por dos circunstancias: el tráfico de mercancías y el crecimiento anual de cruceros que suben desde la desembocadura del Guadalquivir. El Puerto tiene suelo para una nueva ciudad.

Para toda esa Sevilla del futuro que plantea hace falta alternativas de movilidad y transportes públicos. ¿En qué punto se encuentra la financiación de la Línea 3 del Metro y de esos grandes proyectos de movilidad que necesita la ciudad de manera perentoria?

La movilidad interna y externa, en el área metropolitana (no de conexiones aéreas), es la gran asignatura pendiente de esta ciudad. Ha habido una opinión muy instalada, sobre todo en los ministerios, que cuando hubo esa inyección importante con motivo de la Exposición Universal del 92 se pensó “ya habéis tenido bastante”.

Eso ha supuesto que, más de 30 años después, haya determinadas infraestructuras que se han quedado obsoletas o que sea necesario reactivar. Una buena prueba es el metro. El metro es competencia de la Junta de Andalucía, y estamos ultimando los flecos. ‘Madrid’ ha comprometido el 50% de la financiación. En el caso de que hubiera financiación de FEDER, se rebajaría en los términos proporcionales la financiación de Junta y Estado. Así que yo lo que le pido al presidente de la Junta es que licite. Esto no puede ser hago una línea y espero otros 12 años, como ha ocurrido.