Sánchez, ausente de la campaña en Andalucía, delega en Montero y Zapatero el sprint final del 23J
El ex presidente socialista hace doblete hoy en Sevilla y Cádiz para paliar el desplante del secretario general del PSOE mientras que Anddalucía ha sido protagonista de la agenda de Feijóo junto a Moreno
Desde el 18 de junio, en que Pedro Sánchez volvió a conjurar la épica de la resurrección escrita en su manual de resistencia en Dos Hermanas, municipio emblema para el PSOE andaluz y muy especialmente en la biografía política del candidato socialista, el presidente del Gobierno no ha vuelto a pisar Andalucía en esta atípica campaña de las generales, marcada por el calor, el voto por correo, un debate a cara de perro con Alberto Núñez Feijóo y un relato difundido por televisión.
En su lugar, además del continuo baile de ministros que han participado en la campaña andaluza, la última este jueves Nadia Calviño en un desayuno informativo celebrado en Sevilla donde la ministra de Economía ha puesto en duda la capacidad de un hipotético gobierno de PP y Vox para gestionar los fondos europeos, María Jesús Montero se ha multiplicado estas últimas semanas en Andalucía.
La titular de Hacienda ha ejercido de ministra andaluza para atender las múltiples peticiones desde la federación más importante, por número de militantes, de toda España cuyo secretario general, Juan Espadas, no termina de dar con la receta para levantar el ánimo de su tropa. Acaso porque la única receta realmente eficaz es un triunfo electoral que ya hace varias convocatorias que no se produce al sur de Despeñaperros.
El PSOE-A perdió estrepitosamente las elecciones autonómicas de 2022, las que otorgaron la mayoría absoluta a Juanma Moreno, y ha vuelto a quedar por debajo del PP en las pasadas municipales del 28M, donde los populares se han hecho con el gobierno de todas las capitales de provincia y el socialismo ha experimentado un importante retroceso en clave institucional al perder diputaciones clave como Cádiz, Huelva o Córdoba.
Para este 23J, cada cuartel general cuenta un relato distinto pero de quedar por debajo del PP serían las terceras elecciones que el PSOE pierde en apenas 13 meses. Por eso, en estas últimas horas de campaña el socialismo se aferra a la idea de remontada y apela a un movimiento soterrado de electores progresistas que el 28M optaron por la abstención y que ahora, a la luz de los pactos de los populares con Vox en ayuntamientos y gobiernos autonómicos en toda España, estarían movilizándose para frenar lo que califican de ola reaccionaria.
En este sentido, fuentes del PSOE andaluz quitan hierro a la ausencia de Sánchez en Andalucía y justifican este desplante a una agenda imposible de cuadrar entre las responsabilidades del cargo institucional, la agenda como presidente del Consejo de la Unión Europea y su presencia continuada en los medios. Si bien el secretario general del PSOE sí ha protagonizado mítines clásicos en otros territorios, como Galicia -este jueves estuvo en Lugo-, Huesca o San Sebastián, estos dos últimos durante la cumbre UE-CELAC, cuya agenda protocolaria abandonó para reclamar el voto.
La campaña se acaba este viernes, por tanto, sin que Sánchez vuelva a Andalucía, que sí recibirá sin embargo a José Luis Rodríguez Zapatero, convertido en uno de los mayores activos de esta campaña para encender al electorado progresista.
El presidente socialista de hecho será la estrella en el cierre de la campaña: por la mañana, estará junto a Fernando Grande Marlaska en Cádiz, donde el ministro de Interior va de número 1; por la noche, junto a María Jesús Montero, pondrá el broche en Sevilla, previsiblemente en San José de la Rinconada, municipio gobernado por el PSOE desde 1982 y donde es alcalde Javier Fernández, secretario general del PSOE de Sevilla y recién elegido presidente de la Diputación de Sevilla, junto con Jaén, el asidero de poder institucional del que puede presumir la federación otrora imbatible.
En ambos actos, está prevista la presencia de Juan Espadas, que se ha repartido estas semanas por todo el territorio con agenda propia y acompañando a los ministros en sus actos y mítines.
Hay dos lecturas que explican la sobreexposición de Montero esta campaña y las dos son compatibles: Sánchez confía en la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, de facto su número 2, para trasladar con vigor el mensaje que necesita escuchar en estos momentos los convencidos pero sobre todo los indecisos, estos últimos el sector de electores donde se juegan estas elecciones.
Por otra parte, la presencia continuada de Montero en los últimos tiempos se justifica por sevillana, claro, pero sobre todo se entiende como el previsible relevo de Espadas para tomar las riendas del PSOE andaluz. La ministra de Hacienda siempre estuvo en las quinielas y su entorno siempre trasladó que su prioridad era estar al lado de Pedro Sánchez en Moncloa y en Ferraz. Del resultado del 23J dependerá el futuro de la vida orgánica del PSOE-A y, en realidad, si hay debacle, habrá una importante movimiento que reclame renovación de los liderazgos y de la estrategia a todos los niveles.
Por su parte, en el PP han entendido rápido que si hay un asidero al que agarrarse ése es Andalucía con Juanma Moreno como principal valedor electoral. La prueba está en la importancia que Feijóo le ha otorgado a la agenda en esta comunidad. Apenas una semana después de ganar las elecciones, el 7 de junio, el PP andaluz convocó en Sevilla la Junta Directiva autonómica, con la presencia de todos los alcaldes de capitales y de los municipios de más de 50 mil habitantes recién elegidos en las urnas, en la que Feijóo se dio un baño de euforia y optimismo para encarar la campaña.
Desde entonces, y centrados en las dos semanas de campaña, Feijóo habrá tenidos otras tres fechas en Andalucía: el 7 de julio en un desayuno en Sevilla en el arranque de campaña, el pasado martes 11 de julio, horas después del cara a cara con Sánchez del que salió eufórico, en Cádiz, junto al nuevo alcalde y la nueva presidente de la Diputación, Bruno García y Almudena Martínez. Y por último está previsto que tenga un acto de cierre de campaña en Málaga este viernes, junto a Juanma Moreno, más que un talismán un espejo en el que busca mirarse.
No en vano, ha ejecutado durante esta campaña la misma estrategia que el presidente de la Junta desarrolló de cara al 19J con respecto a VOX, entonces con una Macarena Olona radicalizada como compañera de baile: apelar constantemente al voto útil para evitar depender de los escaños del partido de Santiago Abascal.
Andalucía tiene la llave de la mayoría este 23J. Este territorio, donde gobernó durante 37 años de manera ininterrumpida el PSOE y que fue hasta la llegada del PP a la Junta de Andalucía el fortín socialista desde donde construir las mayorías necesarias para llegar a la Moncloa, es el territorio que más diputados aporta al Congreso, con un total de 61 escaños. El candidato que gane en Andalucía, por tanto, tiene gran parte de los deberes hecho. Según algunos sondeos, hay al menos dos provincias en el que las dos principales fuerzas, PP y PSOE, se disputan el último escaño por un puñado de votos.