Pánico en el PSOE: ni el CIS de Tezanos salva a Juan Espadas en Sevilla
El ex alcalde de la capital hispalense no logra superar al PP ni en su provincia, donde los populares ganarían por primera vez en la historia el fortín inexpugnable de los socialistas, según el sondeo del organismo estatal
Las alarmas han saltado en San Vicente, sede del PSOE de Andalucía. Por primera vez en la historia de las elecciones autonómicas de esta comunidad, el PSOE queda por debajo del PP en la provincia de Sevilla, según la estimación de escaños que ha realizado el CIS de Tezanos, con un reparto de 8 diputados para los populares y entre 5-6 para los socialistas.
El drama para Juan Espadas es aún mayor si se tiene en cuenta que hablamos de un candidato que hace apenas cinco meses era el alcalde de la capital hispalense y que de los 107 municipios que componen la provincia, 71 corresponden a regidores socialistas y en 53 de ellos con mayoría absoluta. Grandes municipios como Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Utrera o Écija son lo que desde hace décadas se llama el granero de votos del PSOE.
Es decir, Sevilla hasta ahora suponía la plaza sobre la que construir las históricas –y ya lejanas- mayorías del PSOE, partido hegemónico en Andalucía durante casi 37 años años. De hecho, Sevilla, con 18 diputados, es la provincia que más diputados reparte, seguida de Málaga (17), Cádiz (15), Granada (13), Córdoba (12) y Huelva y Jaén, cada una con 11 diputados.
Ahora, la lectura de los datos del CIS revela que el próximo 19J el todopoderoso PSOE de Sevilla –todas las cuitas de la historia de este partido y todos los nombres propios (Felipe González, Guerra, Escuredo, Griñán Susana Díaz…) se han alumbrado aquí- cedería su hegemonía a un PP que en la actualidad apenas controla once ayuntamientos en la provincia, entre los más destacados Tomares o Carmona.
Con todo, la pérdida progresiva de escaños socialistas en las autonómicas no es nuevo, pero sí esta vez tan acusado que se cedería el cetro al PP. En 2008, el reparto fue 11 para el PSOE y 6 para el PP. En 2012, el año en que el PP de Javier Arenas ganó las elecciones autonómicas, pero no pudo gobernar al sumar mayoría los escaños de PSOE e IU, el resultado fue de 9 escaños para el PSOE y 7 para el PP. En 2015, las urnas otorgaron 8 diputados al PSOE y 4 al PP, mientras que en las elecciones de 2018, con Susana Díaz como cabeza de lista, el PSOE bajó hasta los seis escaños y el PP cayó hasta los 3. La fragmentación del voto con nuevas formaciones tiene parte de la explicación de estos exiguos resultados para los llamados partidos clásicos.
La consecución de hasta 8 diputados para el PP, más del doble que lo conseguido en los últimos comicios, con la lista que encabeza la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía Patricia del Pozo supone, sin duda, uno de los grandes logros que se apuntaría la era Juanma Moreno.
Con todo, a nivel orgánico, habría una segunda lectura que hacer: Virginia Pérez, actual presidenta del PP de Sevilla y número tres de la candidatura, tendría con este gran dato en su provincia un as con el que negociar con Moreno autonomía en el partido a la hora de preparar las próximas elecciones municipales. Porque, aunque a estas alturas de la película la frialdad se ha llevado con discreción, en el PP las heridas siguen abiertas por la encarnizada lucha en el último congreso provincial, cuando el presidente de la Junta y presidente del PP andaluz promovió un candidato alternativo al liderazgo de Pérez, respaldada entonces por García-Egea, como Casado, un muerto político.
Más allá de lo que este triunfo sin ambages podría suponer para la vida interna del PP, lo cierto es que los socialistas afrontan, a nivel autonómico, un verdadero drama a la luz del estudio realizado este organismo estatal. No hay ni una sola provincia en la que el PSOE, que fue primera fuerza en las elecciones de 2018, quede por encima del PP. En concreto, el reparto es de 47-49 diputados para el PP, 32-36 escaños para el PSOE y, como tercera fuerza en el Parlamento, Vox con entre 17 y 21 diputados. En el análisis, provincia a provincia, tan sólo se da un empate técnico, en la parte alta de la horquilla, en Almería, con 5 diputados.
Fuentes socialistas consultadas por Economía Digital aseguran que ven “con incertidumbre” la estimación de voto que ha calculado el barómetro de un organismo que, no pocas veces, ha sido acusado de ofrecer sondeos con una enorme cocina que favorecería las posiciones del PSOE. “El PP está fuerte, de eso no hay duda, pero a lo mejor este sondeo nos ayuda a entender que tenemos 15 días para la pelea, para movilizar a la organización. Hay que animar a la tropa y hacerle entender a nuestros alcaldes que la consolidación del PP en la Junta les puede afectar a sus realidades locales”, ilustra un histórico socialista, habitual en las tripas del PSOE sevillano.
“¿Qué esperábamos? Con lo mal que lo han hecho desde el principio, los alcaldes se van a mover y lo están haciendo, pero no por Juan, que quede claro”, sostiene una fuente en la órbita de la anterior dirección socialista.
El candidato socialista sostiene que “el CIS se equivocará”
Ante semejantes expectativas, el secretario general del PSOE andaluz y candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas, ha apuntado que el CIS “se equivocará” ha apelado a la participación, y sobre todo a la movilización de los todavía indecisos para poder ganar en “la encuesta definitiva que son las urnas”. Así se ha expresado desde Jaén, gran feudo socialista, donde el PSOE perdería un escaño en favor de Jaén Merece Más, la plataforma localista surgida para atender las históricas reclamaciones del territorio.
Espadas ha preferido centrarse en lo que considera un asidero para aupar los registros de su marca: los indecisos, ya que según los sondeos, un tercio de los encuestados aún no indica cuál es su orientación de voto. A su juicio, estos votos “haría decisivo el resultado final”. Además, ha indicado que “por el sistema electoral vigente, el que puedas o no ser primera fuerza política en cada una de las provincias te da un plus desde el punto de vista de los restos de esos últimos votos que pueden dar o quitar un escaño en una provincia». Eso significa, según Espadas, que tal y como pasó al PSOE en diciembre de 2018 “puedes estar en 40, 42, 46 diputados y luego de buenas a primeras estar por debajo de 40” y “eso es incapaz de detectarlo cualquier encuesta”.
Frente a una abstención que superó el 41% en 2018, de cara al próximo 19J, Espadas llama a “batir todos los records” de participación porque “será la mejor manera de garantizar un gobierno andaluz que de verdad sea el que quieren todas y todos los andaluces”.