Moreno se vuelca en Sevilla: el PP cree que crecen las opciones de hacerse con el bastión socialista
Más allá del último CIS, los populares ven capacidad de maniobra a favor en la capital andaluza, que mañana visita Sánchez, cuya gobernabilidad pasa por saber quién ocupará la tercera posición, si Vox o las izquierdas, aquí divididas
No fue su candidato, apenas ha demostrado cercanía, sintonía o complicidad desde que primero se lo impusiera el defenestrado tándem Casado-Egea y luego se tomara una cerveza con él, en la plaza del Salvador de Sevilla a finales de septiembre de 2021, para enterrar el hacha pero, al fin, a las puertas del 28M, con todo tipo de encuestas calentando la campaña, lo cierto es que Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente del Gobierno de la Junta de Andalucía, presidente de los populares de la comunidad que más diputados manda al Congreso, barón destacado en el mapa nacional y prohombre del centro derecha español, ha tenido que claudicar y confiar en el candidato impuesto por un muerto político y fajarse en una de las plazas, Sevilla, desde la que se leerá, también, la fortaleza de los líderes nacionales de cara a las generales.
No en vano, Pedro Sánchez, recién aterrizado de su encuentro en la Casa Blanca con Joe Biden, hará campaña a favor de Antonio Muñoz este sábado para que el PSOE siga gobernando en un feudo, Sevilla, histórico bastión socialista, la tierra de Felipe González, de Alfonso Guerra, y el asidero moral de la fortaleza del proyecto socialista.
Sanz, decimos, no era el candidato de Juanma Moreno pero hoy sí lo es. En la capital de Andalucía hay partido, no todo está escrito y hay que pelear esta alcaldía que hace tan sólo un año y medio dejó Juan Espadas para centrarse en la secretaria general del PSOE andaluz, con un candidato Muñoz que, pese a su proverbial ubicuidad, está poco asentado en la ciudad y que no puede presumir de gestión. Tampoco de limpieza, uno de los problemas más notorios para el local y el visitante y la denuncia que de manera constante le hace la oposición.
Esa es la conclusión a la que ha llegado Moreno, junto a su equipo en la dirección regional del PP y de San Telmo, al certificar que las opciones de arrebatar a los socialistas el Ayuntamiento de Sevilla existen. Más allá, claro, de lo que diga el CIS, que este viernes arrojaba mayoría para el PSOE, de 14-15 escaños (la mayoría está en 16); 12-13 para el PP; 2-3 para Vox y 3 para la confluencia de izquierdas.
De ahí que en las últimas semanas se han multiplicado los actos del presidente andaluz en la capital al lado del candidato: en esta última semana dos, uno el pasado miércoles a las dos de la tarde en plena calle, en el centro histórico de la ciudad, para presentar el plan de reurbanización de Sanz, que pasa por una ordenación de los diseños y la disposición de más sombra en una ciudad que sufre los rigores del calor, al menos, siete meses al año.
El segundo acto ha sido el de este jueves por la noche, frisando ya la hora oficial del arranque de campaña, al aire libre en Sevilla Este, barrio de histórico voto socialista (porque en su distrito tiene Parque Alcosa y Torreblanca, zonas obreras y con altos índices de vulnerabilidad social) donde el pasado 19J ganó el PP de Moreno. «Me dicen que me estoy implicando muchísimo en Sevilla, por supuesto, queremos ganar Sevilla (…) Como alcalde, José Luis contará con todo el apoyo del Gobierno de Andalucía. Tenemos complicidad, proyectos y objetivos comunes», aclaró el presidente de los populares andaluces nada más llegar a la tribuna de este arranque de campaña en una intervención formulada, sobre todo, en clave nacional con un tema central: la sequía. «Los agricultores sufren la incapacidad absoluta de este gobierno», criticó.
Han sido muchos meses de tibieza, cuando no frialdad que desde la dirección regional del PP tratan de enmendar ahora en esta recta final para las urnas. Hay partido, queda juego. Repite también el equipo de José Luis Sanz, un candidato de perfil serio, que no despierta entusiasmo pero cuya carta de presentación en la ciudad es haber dejado Tomares, municipio del Aljarafe sevillano donde ha sido alcalde durante 14 años, con uno de los mejores índices de renta de la provincia, como subrayó en su intervención en el mitin de este jueves en el que estuvo arropado por Javier Arenas, histórico hacedor del PP en Andalucía, Juan Bravo, ex consejero de Hacienda y hoy en el núcleo económico de Génova, los consejeros Patricia del Pozo y el independiente Jorge Paradela…
Pareciera que el PP ha despertado ahora con Sevilla. No en vano, el presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, arropará al candidato el próximo jueves 20 de mayo y Juanma Moreno hará doblete en el cierre de campaña, el 26 de mayo, para testimoniar la importancia que le da a dos plazas este 28M: Granada, con una candidata, su ex consejera de Fomento Marifrán Carazo, por la que apostó sin fisuras, y Sevilla, con José Luis Sanz, al que ha apoyado ya sobre la bocina.
En el acto de este jueves, Sanz ha sacado pecho de la importancia del resultado en Sevilla para Moreno y, sobre todo, para Feijóo. «Lo que pase el 28M aquí en Sevilla marcará el futuro de nuestro país en las elecciones generales», dijo textualmente el alcaldable popular que tuvo un recuerdo para la gestión de sus antecesores, Soledad Becerril, primera y única mujer alcaldesa de Sevilla, y Juan Ignacio Zoido, quien tras un estreno con 20 concejales pasó en un único mandato a la oposición, perdiendo de forma estrepitosa el gobierno de la ciudad (aunque fue premiado después como ministro de Interior de Mariano Rajoy).
La llave la tiene el tercero: Vox o las izquierdas
Para los populares, las opciones van a más y no sólo por el desgaste que pueda representar las siglas del PSOE en las urnas sino porque la gobernabilidad de la ciudad depende de un tercero. Es decir, la llave del próximo gobierno en Sevilla depende de quién va a ostentar la tercera posición cuando se recuenten los votos de las elecciones municipales, si Vox, hipotético socio de gobierno o apoyo desde sus escaños, del PP, o la coalición de izquierdas Con Andalucía, en la que confluyen Izquierda Unida, Podemos, Más País y así hasta siete partidos del espectro a la izquierda del PSOE a los que ha bendecido Yolanda Díaz.
La vicepresidenta y ministra de Trabajo irá el próximo lunes 22 a Sevilla a pedir el voto para Susana Hornillo, de Podemos, la cabeza de lista de una papeleta que sin embargo no será la única de este espacio político. Finalmente, en la capital andaluza la lista de los herederos de Teresa Rodríguez´, aquí comandados por Sandra Heredia, no llegaron a un acuerdo con todos los demás y se presentan por su cuenta en estas elecciones. Por ahora, el CIS los deja fuera de juego, sin conseguir representación en el Ayuntamiento pero en su intento logran fragmentar el voto del electorado de izquierdas cuyos votos, en la práctica, si no se traduce en un concejal sirven lo mismo que cero.
Ese es el temor del PSOE, cuyo candidato, Antonio Muñoz, arrancó este jueves la campaña en el barriada del Zodiaco en Sevilla, acompañado en el mitin por Juan Espadas, el político que le entregó un gobierno municipal en minoría que las urnas del 28M si se revalida o no.
Hay juego en Sevilla. Y todos lo saben.