Moreno blinda la Sanidad andaluza con 14 .000 millones para evitar el contagio de las protestas
El segundo eje de este presupuesto es la inversión en políticas sociales y muy especialmente el gasto sanitario
Dos son las patas que sostienen el primer presupuesto de la mayoría absoluta del presidente andaluz: la política fiscal, basada en una rebaja impositiva que ha marcado el debate nacional desde el pasado septiembre, y el aprovechamiento al máximo de los fondos europeos para apoyar a las empresas y el tejido productivo vertebrarán la arquitectura financiera del próximo año en Andalucía.
El segundo eje de este presupuesto es la inversión en políticas sociales y muy especialmente el gasto sanitario. Es en este apartado en el que los partidos de la oposición que han presentado enmiendas a la totalidad del Proyecto de Ley del Presupuesto -PSOE, Unidas Podemos y Adelante Andalucía-han afilado sus discursos y sus lápices. A partir de que la mayoría del pleno, asentada en los 58 diputados del PP de los 109 de la cámara rechace hoy, como se prevé, estas enmiendas a la totalidad, comenzará para el Gobierno el trabajo de negociación con las enmiendas parciales que le presenten los grupos políticos.
Según las fuentes de Hacienda consultadas por Economía Digital, «vamos a estudiar con detenimiento todas las propuestas y enmiendas que nos lleguen, todo lo que sea bueno para los andaluces se estudiará incorporar». En la ronda de preparación del presupuesto, sin embargo, la oposición criticó que el Gobierno andaluz sentó a los grupos a la izquierda de la cámara al modo lentejas, sin margen de maniobra.
No en vano, con el primer presupuesto de este gobierno en solitario del Partido Popular, que afronta el debate de totalidad en el Parlamento autonómico, Juanma Moreno quiere escenificar que los inéditos resultados del 19J, en los que logró reunir votos a derecha e izquierda, toca revalidarlos ahora con el fortalecimiento de las políticas sociales y muy especialmente de la sanidad, foco de conflicto en estos momentos en la Comunidad de Madrid por el mal funcionamiento de la atención primaria y los servicios de pediatría.
Con todo, el equipo de la consejera de Hacienda y Fondos Europeos insiste en que el presupuesto que este miércoles defenderá Carolina España en su estreno en estas lides, tras recoger el testigo de Juan Bravo, centrado en dirigir la política económica de Feijóo desde Génova, está diseñado desde mucho antes que la crisis sanitaria le haya estallado en la cara a la presidenta de la Comunidad de Madrid. «La voluntad de blindar el gasto sanitario por parte del Ejecutivo autonómico era previa y responde al compromiso de Moreno con estas políticas», subrayan desde Hacienda.
Pero precisamente el esfuerzo que Moreno está haciendo por evitar comparaciones con la situación sanitaria en Madrid, que congregó el pasado 13 de noviembre a más de 200mil manifestantes en la calle, ilustra este miedo. La prueba de fuego la tiene el próximo sábado, 26 de noviembre, ante una convocatoria que se desarrollará en distintas ciudades organizada por la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas en defensa «de la sanidad pública, universal y de calidad y contra las privatizaciones» y cuyo alcance, todavía hoy, es incierto.
Las movilizaciones sanitarias que encabezó en su día el médico granadino Jesús Candel Spiriman en el último tramo del Gobierno de Susana Díaz, y que obligaron a una infructuosa remodelación de la cúpula de la Consejería de Salud, se tomaron en consideración demasiado tarde, cuando el descontento ya había calado socialmente incluso en las propias filas socialistas. Aquella crisis sanitaria coronó una suma de factores -el agotamiento del modelo PSOE tras 37 años en el poder, los errores acumulados en una gestión tan dilatada, el desgaste por el juicio de los ERE…- y el desenlace fue que las urnas del 2 de diciembre de 2018 arrojaron unos resultados insuficientes para armar una nueva mayoría con la que poder gobernar. La historia escrita desde entonces es de sobra conocida.
Moreno no está ante las mismas circunstancias, sin duda, pero es conocedor del filón que en su día encontró la oposición, que él mismo lideraba entonces, para horadar la proyección de cualquier medida que promueva un gobierno. Su afán a día de hoy es evitar por todos los medios que salte la chispa y para ello, dado que la consejera de Salud, Catalina García, tiene un perfil bajo y que no cuenta en su gabinete con la sagacidad de Elías Bendodo, ahora fajando el discurso en Génova, el presidente no duda en colocar como defensas de sus políticas sanitarias al resto de miembros de su gabinete con más perfil político, ya sea la propia consejera de Hacienda, el consejero de Presidencia o el portavoz y consejero de Economía Circular.
El trabajo de campo lo ha empezado a hacer esta misma semana con la reunión en San Telmo de los representantes del diálogo social en Andalucía, Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y con la secretarias generales de los dos principales sindicatos en la comunidad, Carmen Castilla (UGT-A) y Nuria López (CCOO-A), reunión que se mantiene más de cinco meses después de su histórico triunfo, cuando la norma no escrita obliga a fechar este encuentro mucho antes.
45 mil millones: las cuentas de la mayoría absoluta
Con todo, Moreno ha aprovechado este encuentro para poner sobre la mesa las grandes cifras de este presupuestos ¿Cuáles son estas cuentas? El presupuesto de la Junta de Andalucía asciende para 2023 a 45.603,8 millones de euros, una cifra que representa 5.199,6 millones de euros más que lo que se consignó en 2021, cuentas que tuvieron que prorrogarse durante este 2022 por el veto de VOX al presupuesto, que ahora, ante el presupuesto de 2023, cuando el sentido de su voto es irrelevante, ha considerado oportuno abstenerse.
Sobre el papel, hay un crecimiento del 12,9%, un incremento que el Gobierno andaluz consigna en gran parte, al menos así está diseñado, a las políticas sociales. De hecho, en el detalle, la partida de sanidad alcanza casi los 14 mil millones de euros (13.837,5 millones de euros), lo que supone un aumento del 10,8%, una inversión que el departamento de Carolina España cifra en un 7,4% del PIB.
Esta notable subida del gasto sanitario responde, le recuerda la oposición, a la inyección económica que han experimentado estas políticas a consecuencia de la pandemia con fondos procedentes del Estado. Según los datos facilitados por la Consejería de Hacienda, desde 2018, último año de la gestión del PSOE, hasta la fecha el gasto sanitario casi se ha duplicado (ha crecido un 40,6%) y se han incorporado más de 7.600 profesionales sanitarios. A día de hoy el SAS tendría a su cargo 120mil sanitarios y prevé sumar a su plantilla 500 sanitarios más en su estructura.
El punto de conflicto con los sindicatos estriba precisamente en la estabilización de la plantilla. En la reunión mantenida con el presidente, UGT y CCOO han reclamado que los 12mil sanitarios contratados como refuerzo Covid, cuyo contrato expira el próximo 31 de diciembre, continúen en sus puestos. El despido de 8 mil sanitarios a finales de 2021 fue la primera gran crisis con los sanitarios a la que hubo de enfrentarse Moreno.
Eficiencia energética, clave para los fondos europeos
Los fondos europeos son el otro gran estandarte de los Presupuestos de la Junta para 2023 y no en pocas ocasiones ha sido Juanma Moreno el azote del Gobierno de Pedro Sánchez a consecuencia del diseño de unos planes y un marco de gasto que, a ojos de la administración, andaluza adolece del conocimiento real de las necesidades que tiene la comunidad autónoma.
En total, contando con lo que viene de Europa y lo cofinanciado, son 5.489,4 millones de euros que se desglosan de la siguiente manera: proyectos vinculados a la agricultura (15,9%), dinamización económica e industrial (12,8%), educación (12,8%), sanidad (12%), infraestructuras de transporte (10,5%) e I+D+i y Digitalización (10,5%), y en menor medida a otros relacionados con el desarrollo sostenible (5,7%), el empleo y el emprendimiento (4,4%), el agua (4,3%), y las políticas sociales (3,8%). Son, por ejemplo, las ayudas a la mejora de la eficiencia energética, a la implantación del bilingüismo en las escuelas, la construcción de los metros, o todas las ayudas englobadas en el paquete de fondos destinados al sector primario del Feader, entre otras muchas.