El botín de las diputaciones socialistas: 2.000 millones que quiere Moreno
El PP presenta por primera vez lista en los 785 municipios que tiene Andalucía y acaricia arrebatar al PSOE las diputaciones de Cádiz, Granada y Córdoba, que suponen hoy un pulmón para la estructura del partido
Más de dos mil millones de euros (2.042). Ese es el presupuesto para 2023 que suman las seis diputaciones provinciales de Andalucía en las que gobierna el PSOE (todas salvo Málaga y Almería) y que, junto a las principales capitales y grandes ciudades, protagonizan la gran batalla que libran socialistas y populares en esta larguísima precampaña hasta el próximo 28 de mayo.
Que la izquierda a la izquierda del PSOE se ordene y confluya en una única lista y el papel de Vox para conformar mayorías, toda vez que la mayor parte de los antiguos votos de Cs los absorbe el PP, dirimirá unas elecciones en las que se examinan los alcaldes pero cuyo resultado será inevitable leer en clave nacional de cara a las generales respecto a los proyectos de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
Con Elías Bendodo, como coordinador de la campaña de las municipales, el Partido Popular se ha impuesto en público el reto de conseguir hasta ahora lo imposible: 8+8. Es decir, conseguir las ocho capitales de provincia -actualmente tiene los ayuntamientos de Córdoba, Málaga y Almería- y las ocho diputaciones provinciales. Como ex presidente de la Diputación de Málaga hasta su salto al primer Gobierno de Juanma Moreno, sabe bien el número 3 de Génova el poder que reparte y el influjo en los municipios que se ejerce desde esta institución, cuya existencia está en cuestión desde la ruptura del bipartidismo.
Pero en privado, fuentes populares consultadas por Economía Digital hacen un retrato menos ambicioso o más realista: hay bastantes posibilidades de hacerse con la Diputación de Cádiz –en la capital acaban de apostar por el parlamentario Bruno García como candidato, como adelantó este medio– y de pelear por la Diputación de Granada, a cuya capital han mandado de candidata a Marifrán Carazo, la consejera más solvente del Gobierno de Juanma Moreno, para arrebatar el ayuntamiento al PSOE.
La pelea por la Diputación de Córdoba va a estar también reñida pero el PP tiene a su favor que actualmente gobierna la capital en coalición con Ciudadanos y sin embargo, voces populares en Jaén, reconocen que arrebatar al PSOE el control de la Diputación es «muy, muy difícil». De cara a la Diputación de Sevilla, hay dos lecturas: en las pasadas elecciones autonómicas, el PSOE perdió por primera vez en número de votos en la provincia. Pero en estos comicios, la medida es la gestión del los alcaldes y ahí el PP sólo controla ocho ayuntamientos y el PSOE 72, entre ellas la capital, donde la batalla será cuerpo a cuerpo. En Huelva, la situación es similar el PSOE gobierna en 58 localidades, incluída la capital, y el PP en 13.
Pero hay un dato que da la medida de que el PP va a por todas y no da nada por hecho: es la primera vez que el PP presenta lista en todos y cada uno de los 785 municipios de Andalucía. Ningún pueblo se da por perdido, por muy asentado que esté históricamente el partido del puño y la rosa. La estrategia es asimilar el discurso de Moreno hasta el municipalismo.
Con todo, en privado, dirigentes populares reconocen que la meta del 8+8 es «muy complicado» porque el PSOE «tiene alcaldes muy, muy asentados». Por su parte, Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz, ha subrayado este jueves en una entrevista en Canal Sur que van a ser unas elecciones «muy reñidas, muy competidas» pero que confía en que se van a revalidar las alcaldías socialistas. A nivel local, el PSOE es el partido más fuerte en los gobiernos municipales con 459 ayuntamientos en Andalucía y más de 4.200 concejales.
Las diputaciones de Jaén, Huelva y Sevilla, del PSOE desde 1979
En el mapa del poder local que atesoran los socialistas hay plazas que se mantienen inalterables desde hace varios mandatos, siendo el caso paradigmático por antonomasia Dos Hermanas, uno de los municipios más importantes en términos económicos y demográficos, donde desde 1983 el PSOE no ha soltado el bastón de mando, con el histórico Francisco Toscano como abanderado, quien hace un año dejó paso a su sucesor, Francisco Rodríguez.
También reseñable es que, desde las primeras elecciones municipales de la democracia, en abril de 1979, los socialistas han mantenido el control de tres Diputaciones de enorme peso orgánico, Sevilla, Jaén y Huelva.
La medida de esta ascendencia la da el hecho de que, al margen de los distintos presidentes autonómicos, Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación de Sevilla, y Francisco Reyes, de la de Jaén, han sido hasta ahora los hombres más influyentes y poderosos dentro del PSOE y como tales han sido siempre consultados para las grandes decisiones del partido, como relevos en el secretaría general, candidatos, acuerdos con Ferraz, etc.
La pérdida de alguna de ellas supone no sólo un golpe moral en las filas socialistas sino un quebranto para la complicada salud financiera que arrastra el PSOE desde que perdió el poder de la Junta en diciembre de 2018, situación agravada el pasado 19J, cuando Juan Espadas recogió el peor resultado de la historia en unas autonómicas y que tuvo su reflejo en una importante merma de la asignación económica para el grupo parlamentario.
De hecho, para sanear las cuentas, la actual dirección del partido reclamó a las agrupaciones socialistas de toda Andalucía cuotas de hasta el 15% de sus saldos, como adelantó Economía Digital, una petición que fue muy cuestionada en el partido, aunque siempre en off. Un mal resultado el 28M elevará las críticas que todavía se mantienen sotto voce.
Así las cosas, la disputa del voto rural, en la que PP y PSOE miden sus fuerzas de cerca, será clave en el resultado de unas elecciones en las que los populares aspiran a extender el éxito del 19J y el modelo Moreno y los socialistas, al menos, a no perder poder local, el pilar sobre el que han construido su capacidad de influencia en Andalucía.
Sevilla y sus 105 municipios, a la cabeza del presupuesto
Si se suma el presupuesto de las diputaciones de Málaga (374,5) y Almería (255) la cifra global destinada a estas entidades supramunicipales asciende a 2.671,5 millones de euros.
La partida más grande de ese dinero va a sostener las amplias estructuras de estos organismos, por lo que la inversión real que realizan es mucho menor y varía dependiendo de cada provincia. El reto demográfico, la lucha por la despoblación, la digitalización de los municipios y el fomento del empleo son los objetivos que, con distinta intensidad, se atienden en las cuentas de 2023, en las que todas las diputaciones, con sus cuentas ya aprobadas, suben de presupuesto respecto a 2023.
De mayor a menor, la de Sevilla, con el histórico Fernando Rodríguez Villalobos como presidente -y tutor político de la ex presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz- cuenta para el presente ejercicio con 543, 13 millones de euros para sus 105 municipios.
Le siguen el presupuesto de Málaga con 374,5 millones de euros y 103 municipios, que preside el alcalde del Rincón de la Victoria, el popular Francisco Salado, quien sucedió a Elías Bendodo. La Diputación de Granada, presidida por Pepe Entrena, también secretario general de los socialistas granadinos, reparte 350 millones entre sus 174 municipios, muchos de ellos pequeñas entidades locales de la Alpujarra.
En la Diputación de Cádiz, con el alcalde de San Roque como presidente, el socialista Juan Carlos Ruiz Boix, se atiende a 45 municipios con algo más de 323 millones de euros. Le sigue, en términos presupuestarios, la Diputación de Jaén de Francisco Reyes, el secretario general provincial con más peso orgánico de todos, con el permiso de Rodríguez Villalobos, a su edad, ya casi en retirada. Jaén ha aprobado unas cuentas de 317,2 millones de euros para 97 municipios.
En Córdoba, con capital gobernada por el PP, la Diputación cuenta en 2023 con un presupuesto de algo más de 300 millones de euros para repartir en sus 77 municipios. El alcalde de Rute, Antonio Ruiz, es el presidente provincial en un territorio en el que, en el plano orgánico, todavía está abierta la herida de la batalla de las primarias entre Susana Díaz y Juan Espadas.
La Diputación de Almería, provincia históricamente ganada por el Partido Popular que también controla el ayuntamiento de la capital, cuenta con 255 millones de euros de presupuesto para sus 103 municipios. Javier Aureliano García sucedió en el cargo de presidente, en la Diputación y el partido, al histórico Gabriel Amat.
La Diputación más austera en el gasto es Huelva, con 207,4 millones de euros. Presidida por María Eugenia Limón, que ganó en primarias ser la secretaria general del PSOE onubense, el organismo supramunicipal atiende a 80 municipios.
El acomodo de ex altos cargos
Y aunque gobierne el PP o el PSOE, los servicios se siguen prestando, sobre el papel, en las mismas condiciones a nadie se le escapa que la pérdida para los socialistas de alguna de estas diputaciones supondría, en el inmediato, una revisión del extenso organigrama de puestos de libre designación que arrastran estas entidades locales en sus estructuras, de antiguo plácidos acomodos de ex altos cargos de la administración autonómica cuando ha sido necesario.
Este es uno de los temores que en estos momentos existe en la calle San Vicente, sede del PSOE regional. Un golpe de estas características tensaría el partido a todos los niveles y elevaría las críticas al respecto de la estrategia que marca Espadas. Con todo, el secretario general, en la entrevista en Canal Sur, ha querido delimitar su responsabilidad en estos comicios.
«Lo que estará en juicio en estas elecciones será como lo está haciendo el nuevo proyecto del PSOE de Andalucía, algo que también ocurrirá en las elecciones nacionales. Yo no voy a mirar al pasado, ni a las elecciones regionales para sentirme débil, me siento fuerte», ha recalcado el ex alcalde de Sevilla.
PP y PSOE rechazaron en 2018 su eliminación
En su origen, la existencia de las diputaciones provinciales responde a la necesidad de garantizar la prestación de servicios fundamentales como la recogida de residuos, la conservación viaria o la extinción de incendios en el marco de municipios y pueblos que, por sus propios medios, no podrían garantizar estas labores. Sin embargo, desde hace años, está abierto el debate sobre el coste y la utilidad de estas entidades locales sobre las que la Fundación Hay Derecho dedicó un profundo estudio en 2016.
En diciembre de 2018, el Congreso de los Diputados rechazó la idea de eliminar las diputaciones provinciales de la estructura administrativa. El rechazo se produjo por un margen de tan sólo un voto. El rechazo de PP y PSOE a la proposición no de ley presentada por el Grupo Mixto en la Comisión de Política Territorial hizo posible que, pese a los votos a favor de Podemos y Ciudadanos (además de los proponentes), la moción decayera por 18 votos a 17.