| Entrevista a la candidata del PP en Extremadura

María Guardiola: «Como en Andalucía, en Extremadura hay una marea silenciosa con ganas de cambio»

La candidata del PP a la presidencia de la Junta de Extremadura presenta un plan de bajada de impuestos y atracción de proyectos con el que quiere sacar del vagón de cola a una región históricamente en manos del PSOE salvo un polémico mandato del PP hace 12 años

María Guardiola (Cáceres, 1978), candidata del PP a la presidencia de Extremadura.

María Guardiola (Cáceres, 1978), candidata del PP a la presidencia de Extremadura.

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María Guardiola (Cáceres, 1978) era una perfecta desconocida a nivel nacional hasta que, dos semanas después de que Pedro Sánchez y Guillermo Fernández Vara inauguraran en julio de 2022, junto al rey Felipe, la línea ferroviaria que une Plasencia-Cáceres-Mérida-Badajoz con Madrid, se montó en un tren y criticó, en su cuenta de Twitter, que los vagones del tren de alta velocidad que habían llegado a Extremadura no tenían ni enchufes. La realidad es que enchufes sí había, estaban debajo del asiento, como ella misma reconoció después alertada por el trolleo de muchos usuarios de las redes sociales, pero también es cierto que el tren de altas prestaciones que llevó Renfe a la región, tras 22 años de promesas, no era el esperado y, desde su estreno, esta infraestructura ha seguido acumulando problemas de todo tipo. El último episodio, hace dos semanas, con el incendio en varios vagones por el que 176 viajeros tuvieron que ser desalojados. Los abnegados usuarios de esta línea, vital para la conexión con la capital de España, le llaman el tren de la vergüenza.

Su comentado estreno como candidata del Partido Popular para presidir la Junta de Extremadura dio paso, desde entonces, a una campaña en la que, sin perder de vista el argumentario de Génova -bajada de impuestos, simplificación burocrática, facilidades para proyectos empresariales-, se ha trabajado un perfil con el que, dice, está seduciendo a la sociedad extremeña. «Hay una marea silenciosa que pide cambio aunque no se refleje en las encuestas», repite con el resultado de los comicios en Andalucía hace un año como ejemplo.

En la historia de la democracia, el Partido Popular sólo ha gobernado una vez Extremadura, en la legislatura 2011-2015, gracias a que Izquierda Unida cedió sus escaños al PP para evitar hacer presidente al socialista Fernández-Vara, sucesor del histórico barón Juan Carlos Ibarra. En aquel primer y único gobierno popular, María Guardiola, que se afilió en 2012 al PP, trabajó como secretaria general de Economía y Hacienda. Estaba a las órdenes del presidente José Antonio Monago, protagonista de un breve mandato salpicado por unos polémicos viajes a Canarias y dirigente al que Guardiola ha buscado un hueco en el número 12 de su lista, con mayoría de mujeres.

De formación economista, la presidenta del PP extremeño desde hace apenas un año es funcionaria de la Junta de Extremadura, madre de dos adolescentes y ha sido concejala del Ayuntamiento de Cáceres hasta julio de 2022. El 28M las urnas dirán qué etapa arranca en su vida.

¿Por qué a lo largo de la historia la sociedad extremeña sólo ha dado una oportunidad al Partido Popular y en una ocasión tan poco exitosa?

Creo que la sociedad extremeña ha despertado tarde. Ha llegado el momento de que Extremadura tenga el gobierno que realmente merece y estamos convencidos que será un gobierno del PP y, en este caso, liderado por una mujer. Un gobierno que aporte soluciones, que ayude a las familias, a las empresas y que no les meta la mano constantemente en el bolsillo a los extremeños. Aquí llevamos muchos años con recetas que ahondan en los problemas estructurales de paro, pobreza y de despoblación. El modelo de Vara está agotado. No he venido a la política ni a sobrevivir ni a buscar un sueldo sino a mejorar mi tierra y a que la generación de mis hijos no tenga que hacer las maletas si no quiere hacerlas. Extremadura puede y debe gestionarse con mucho más mimo y con una atención que ahora mismo no tiene. Tenemos los impuestos por las nubes, los hospitales que se caen, los quirófanos que se inundan, la tercera lista de espera quirúrgica más alta de todo el país pero un PSOE que sigue hablando de bienestar como si fuera un patrimonio de sus siglas.

Y si el diagnóstico es tan claro, ¿por qué los extremeños o su partido no ha reaccionado antes?

Este diagnóstico lleva ocurriendo bastante tiempo, pero es verdad que creo que ahora se pone negro sobre blanco que ha llegado el momento en que nuestra región va a colapsar, que todo el mundo es consciente que tenemos muchísimas oportunidades con los fondos europeos y que podríamos tener un Gobierno central mirando a Extremadura pero no lo hace. Aquí las oportunidades siempre pasan de largo.

Si no tiene mayoría suficiente cuando se abran las urnas, ¿qué va a hacer?

Respeto a los votantes de todos los partidos, lo que nosotros ofrecemos es un proyecto para todos los extremeños donde no le preguntamos a nadie de dónde viene sino a dónde quiere caminar. Estoy convencida que va a pasar algo muy parecido a lo que pasó en Andalucía, donde las encuestas no le daban a Juanma Moreno el resultado que obtuvo, hay una marea silenciosa con ganas de cambio que no se refleja en las encuestas. Estoy convencida que voy a ser la lista más votada y que todo el que quiera lo mismo que yo, que es lo mejor para mi tierra, bajada de impuestos, proteger agricultores, defender a los autónomos, a las familias, a los jóvenes, lo que tiene que hacer es apoyar un Gobierno del PP.

¿Cuáles son sus prioridades en el plano económico?

Quiero ser la presidenta de las últimas piedras y no de las primeras, para eso ya está Fernández Vara que ha hecho una gira de inauguraciones de primeras piedras y maquetas a las que nos ha tenido boquiabiertos. Lo que vamos a hacer es bajar impuestos: del IRPF a las rentas medias y bajas, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales para que sea más barato comprar una vivienda, el de matriculación, el de sucesiones y donaciones, vamos a elevar el mínimo exento del impuesto de patrimonio a 700 mil euros y vamos a bonificar al 100% las inversiones en proyectos de interés regional.

El mensaje tiene que ser poner facilidades a quien quiere invertir y no asustar, que es lo que están haciendo ahora. Lo que hay que derribar no son las presas, como el de Valdecaballeros, ni los complejos hoteleros, como el de Valdecañas, que están funcionando y generando empleo, sino derribar las barreras burocráticas y medioambientales y eso va a ser un pilar fundamental de nuestro gobierno.

La candidata del PP de visita a la presa de Valdecaballeros  junto a afectados por el anuncio de la demolición de esta infraestructura.
Guardiola de visita a la presa de Valdecaballeros junto a afectados por el anuncio de la demolición de esta infraestructura.

¿A qué se refiere cuando habla de barreras medioambientales?

Nuestra región pasa por la convivencia entre esa protección medioambiental y la generación de oportunidades que generan empleo y riqueza. En mi tierra, hay una protección excesiva y eso supone un muro y un freno al desarrollo de Extremadura. Y se está limitando y prohibiendo de una manera que nos parece ilógica. El 34% del territorio extremeño está protegido por alguna figura de la Red Natura 2000 y esto implica que no se pueden iniciar proyectos empresariales. Vamos a realizar una revisión de todas las zonas protegidas para eliminar las que no hagan falta y flexibilizar los planes de uso y la gestión de nuestro suelo.

Eliminación de trabas medioambientales

«En mi tierra, hay una protección excesiva y eso supone un freno al desarrollo. Vamos a realizar una revisión de todas las zonas protegidas»

En Extremadura no hay grandes empresas, nuestras grandes empresas son esos trabajadores que llevan a sus espaldas toda la economía familiar y que dan empleo a otros muchos extremeños. Tenemos claro que el apoyo a los autónomos y a las pymes es fundamental. Hay 1009 autónomos menos que hace un año y mientras el presidente de la Junta no para de vendernos esos macroproyectos que siempre los fía al futuro, se están destruyendo empresas pequeñitas mes a mes. La despoblación es otra de las prioridades de nuestra agenda y para eso vamos a trabajar mucho la conciliación y bonificaciones en impuestos para la gente que quiera resida en nuestros pueblos.

El entorno rural está sufriendo los estragos de la sequía, ¿cuál es su política del agua?

La situación del sector agrario es gravísima. Aquí los cereales ya son irrecuperables y los cultivos permanentes pueden tener muchas pérdidas además de verse afectados el propio árbol; en la ganadería igual, porque como no hay pasto en el campo se está suplementando la alimentación con pienso, con el coste económico que eso conlleva, que implica incluso el cierre de explotaciones. Lo mismo en la apicultura, que es muy importante sobre todo en la zona de las Hurdes y de Fuenlabrada de los Montes. El Ministerio de Agricultura se ha limitado a hacer un diagnóstico de la situación y a aprobar una bajada ridícula del IRPF. Lo que le hemos pedido a la Junta de Extremadura es que convoque de una vez por todas la Mesa de la Sequía y lo único que ha dicho es que va a facilitar los préstamos. Y mientras vemos cómo en Andalucía ya se han promulgado tres decretos para la sequía. Queremos que se trabaje en la exención de tasas para agricultores y ganaderos, que se establezcan préstamos a interés cero y que haya normas que atiendan estos consecuencias de la sequía de una manera rápida, ágil e inmediata. Una de nuestras propuestas es flexibilizar las condiciones de la PAC, porque ahora mismo hay unas exigencias verdes y unos ecorregímenes que son imposibles de cumplir y que están condicionando que reciban las ayudas el campo extremeño.

Pero la mayoría de estos baremos están estipulados por Europa.

Bueno sí, pero esa negociación con Europa la hace el Ministerio consensuándolo con las comunidades autónomas. Ahora mismo, las exigencias que tiene los ecorregímenes de Andalucía no son las mismas que en Extremadura. La negociación con el Gobierno extremeño ha sido mucho más perjudicial para los extremeños que para el campo de otras regiones. Estamos olvidados a nivel regional y a nivel nacional y nadie dice nada.

Conexión ferroviaria

«Nos vendieron hace un año este tren, que hace dos semanas salió ardiendo y acumula retrasos, como la panacea. Para los extremos ha sido el colmo»

Usted se ha sumado a la ola de protestas contra el Gobierno de España por las carencias de las conexiones ferroviarias.

Es absolutamente vergonzoso el trato que recibe Extremadura con el tema de las infraestructuras ferroviarias. Aquí se inaugura un falso AVE en el mes de julio haciendo una acto de Estado de un tren de segunda mano, que se avería constantemente: salió ardiendo hace unos días con 176 pasajeros dentro, sufre permanentes retrasos y nos lo vendieron como la panacea. Esto para los extremeños ha sido el colmo, la gota que ha colmado el vaso. Porque no es sólo la situación del tren: las infraestructuras en Extremadura dejan mucho que desear por donde lo mires. Hablamos de las conexiones ferroviarias de la ruta de la Plata que tampoco están hechas y serían fundamentales para el transporte de mercancías y para que la gente se pudiera instalar en Extremadura; carencias en autovías, la más flagrante es la que debería unir las dos capitales de provincia, Cáceres y Badajoz. En el año año 2012 el Gobierno prometió, con el ministro Pepe Blanco, que estaría realizada y sigue siendo una carretera nacional en la que tenemos que hacer una gymkana de obstáculos. Los extremeños seguimos sintiendo que somos una comunidad de segunda o de tercera, Extremadura está siempre en el vagón de cola.

En el caso de que Alberto Núñez Feijóo llegue a la Moncloa, ¿será igual de reivindicativa?

Por supuesto que sí. Cada vez que tengo oportunidad de conversar con el presidente de mi partido, le he dicho que Extremadura necesita que la deuda que tiene este país con los extremeños sea saldada y cuanto antes. El presidente es muy consciente que yo soy muy reivindicativa pero que lo voy a seguir siendo, no tengo otro objetivo en este periplo político que no sea colocar a mi tierra en el lugar que merece.

Ha nombrado a Juanma Moreno y Andalucía en la entrevista. ¿Tiene usted un modelo político a seguir?

Nosotros como extremeños nos parecemos mucho a los andaluces y lo que creo es que va a pasar algo parecido a lo que pasó en Andalucía: va a ser un resultado parecido a lo que pasó hace un año allí. Cuando fue elegida presidenta [del PP de Extremadura] el pasado julio, inicié un proceso de escucha activa con todos los sectores que hacía mucha falta en mi tierra. Extremadura ha sido una tierra durante muchos años silenciada, han gobernado de espaldas y han abusado del rodillo de la mayoría absoluta.

He leído en algún perfil que se le compara con Isabel Díaz Ayuso por eso de ser un poco verso suelto. ¿Cómo le sienta esa comparación?

No me molesta en absoluto que me comparen con ella, de hecho me abruma un poco. Admiro muchísimo a Isabel pero no tengo nada que ver con ella, soy María Guardiola, soy una extremeña que me parezco a los extremeños y quiero ser presidenta de mi región sin tener que parecerme a ningún barón o baronesa del PP.

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