«Las decisiones de Yolanda Díaz son nuestra mejor carta de presentación»
La candidata menos conocida de la terna confía en la movilización del voto de esta campaña y asegura que las políticas de Yolanda Díaz "son la mejor carta de presentación de la candidatura de Por Andalucía", la coalición de partidos a la izquierda del PSOE
Cuentan sus asesores de campaña que Inma Nieto (Algeciras, Cádiz, 1971) ha hecho “un máster de candidata” en los últimos 20 días, el mismo tiempo que ha transcurrido desde que, in extremis, las distintas formaciones a la izquierda de la izquierda lograron ponerse de acuerdo con el nombre y la cabeza de lista de la candidatura de Por Andalucía, bajo la que caben hasta seis partidos: Izquierda Unida, Podemos, Más País, Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde. La nueva denominación, sin asiento en el imaginario colectivo, es el nombre que deben reconocer en las papeletas el próximo 19J los simpatizantes del espacio político que surge de la enésima fragmentación y recomposición de todo lo que hay a la izquierda del PSOE.
En ese máster de candidata, Nieto ha cambiado su habitual tono pausado, ajeno al histrionismo que la ha hecho valedora del respeto del resto de formaciones en el Parlamento de Andalucía, por las formas propias de los mítines en los que estos días se faja para despertar a un electorado hastiado de peleas internas. “Una cosa es el tono de la voz y otra el discurso y el discurso no ha cambiado”, comparte sobre una candidatura que en la última semana ha tenido el arropo de Yolanda Díaz, quien el pasado martes, en Dos Hermanas, cuna del sanchismo y donde el PSOE gobierna desde el inicio de la democracia, pidió un voto de confianza a los “socialistas desencantados”.
P- En lo que lleva de campaña, ¿cuántas veces le ha regañado la militancia por el ruido interno con el que se fraguó la candidatura y por el que usted pidió perdón el día de su presentación?
R- Cero. Nuestra militancia es de oro. Y estuvieron al tanto de todo el proceso y entendieron perfectamente lo que significaba las palabras que dijimos el mismo día que pedimos las disculpas. Se han arreglado todos los problemas, hay un acuerdo político, hay cauce jurídico y administrativo para resolver y ya nos ponemos a trabajar para ganar las elecciones.
P- Vale, la militancia no le ha regañado pero ¿qué garantías tienen los simpatizantes de voto progresista de que esta coalición no implosionará como ha ocurrido tantas veces a lo largo de la historia en el este ámbito político?
R- Ya ha visto usted los actos, miles de personas.
P- ¿Por qué un votante del PSOE tendría que ceder su voto a esta coalición, como pidió Yolanda Díaz en Dos Hermanas esta semana, apelando al socialista desencantado?
R- Las políticas del bipartidismo no han resultado exitosas en Andalucía. En realidad lo más que se le puede achacar a Moreno Bonilla es que haya imprimido mayor velocidad a decisiones que ya había tomado el PSOE, sobre todo en la última época. No ha cambiado nada y ha agravado muchos problemas que heredó. Heredó decisiones desafortunadas que no ha cambiado. En un bloque de progreso y de utilidad para la ciudadanía andaluza en la que prime una agenda que lleve por delante los problemas de la gente, creo que es fácil entender que sin la presencia de Por Andalucía, el PSOE solo de poca utilidad sería. Creo que eso se constata con las decisiones que ha tomado el Gobierno de España en las que, inequívocamente, está la firma de mis compañeros y compañeras. Por tanto, en Andalucía, como ya ha pasado en otras comunidades autónomas, Galicia, Euskadi o más recientemente Madrid, podemos liderar ese bloque de progreso. Es más, para que haya ese bloque de progreso deberíamos liderarlo desde Por Andalucía.
P- ¿Usted me está hablando de una inversión de lo que habitualmente se ha dado, que ha sido el PSOE mandando e IU como muleta de esos cogobiernos, porque cuando se ha dado en la historia de la autonomía no existía Unidas Podemos?
R- Yo es que nunca he compartido esos términos cuando se nos aplicaban a nosotros, por lo que evidentemente no se los aplicaría al PSOE. No es uno que manda y otro que hace de muleta. Hay gobiernos de coalición, eso es la modernidad. Lo del bipartidismo es lo antiguo y el futuro y las formas de expresarse políticamente de la ciudadanía y el nuevo sistema de partidos no responde a las claves del bipartidismo. Por tanto, en una relación de colaboración, de lealtad institucional y de horizontalidad, se puede ahormar un bloque de progreso que le dé muchas alegrías al pueblo andaluz. Pero entiendo que Por Andalucía quizás esté en mejor disposición de liderarlo porque puede haber gente que es progresista pero que todavía no vea al PSOE andaluz en la clave de superar algunas de esas políticas antiguas que consideraba como la única fórmula posible para aplicar en Andalucía.
P- Aseguró en el mitin de Dos Hermanas que de Pulpí a Isla Cristina todos están cabreados con Moreno Bonilla y enumeró a los trabajadores de la dependencia, educación, justicia, bomberos, sanitarios… Si eso es así, ¿cómo puede ser entonces que desde hace meses las encuestas coincidan en otorgar una amplia mayoría al PP?
R- Se dan muchos factores. También es verdad que hasta muy recientemente no se ha podido preguntar [en esas encuestas] por nuestro nombre y nuestra candidatura. Y tampoco hasta muy recientemente se ha podido hacer tangible la unidad que hemos conseguido de la fragmentación de un espacio político de la izquierda, que es inédita en el conjunto del país. Por tanto, creo que son elementos positivos pero son muy recientes y que las encuestas, y sobre todo sus trabajos de campo, no lo han podido detectar. Yo le hablo de lo que veo en la calle, de lo que me cuentan en las reuniones y lo que veo en los actos que montamos… Y todo eso no me lleva a pensar que las encuestas estén marcando una tendencia de opinión, por lo menos no creo que la estén marcando con la fortaleza como para hacerlas inamovibles.
Yo creo que esta campaña sí está movilizando voto, movilizando a la gente y, por tanto, esta campaña puede dar la luz a un resultado que no han detectado las encuestas. Y no sería la primera vez: ya pasó con Susana Díaz, con Javier Arenas, con los 12 escaños de Vox. La velocidad a la que va la opinión pública hoy día, también quizás presa de ese ritmo vertiginoso de sucesión de acontecimientos, le da un margen de error a las encuestas que hace unos cuantos años quizá era menor.
P- Todo el equipo destaca el efecto Yolanda de estos últimos días, con mítines de dos mil y tres mil personas. ¿Debería haberse comprometido con esta candidatura y no haber mareado tanto?
R- Ella ha hecho lo que debía hacer que es respetar un proyecto y un proceso nítidamente andaluz y darnos nuestros tiempos para consolidarlo, para efectivamente pedir las disculpas por los errores y para echarlo a andar desde las organizaciones y las direcciones de Andalucía. Luego ella ha venido cuando se le ha pedido, cuando ya entrábamos en la segunda semana de campaña, cuando ya había que darlo todo y cuando ya queríamos hacer físicamente presente un arropo y un beneficio que a nosotros ya nos daban las políticas que ella está haciendo en el Ministerio de Trabajo. Porque las decisiones que ha tomado Yolanda Díaz en el Gobierno de España son las mejor carta de presentación y aval de Por Andalucía para gobernar. Eso sí que hace tangible la utilidad de un gobierno de Por Andalucía, esa agenda que ha desplegado y el beneficio que le ha procurado a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras andaluzas.
P- En el primer debate se presentó con su nombre y apellidos porque apenas era conocida. En este segundo debate, ¿estuvo tentada de decir “Soy la candidata de Yolanda Díaz” para aprovechar el tirón que ella tiene y para situar al elector que está bastante perdido con la división a la izquierda?
R- Yo me presenté en el primer debate porque yo soy la candidata menos conocida, bueno era. Y me parecía que debía presentarme y decirle a la ciudadanía que estaba siguiendo el debate quién era y qué representaba. Yo represento las políticas de Yolanda Díaz porque es mi compañera y trabaja en el mismo espacio político que yo. Pero yo no soy la candidata de Yolanda Díaz, es mi compañera, aunque sí le digo que ella va a ser mi candidata para que sea la primera mujer Presidenta del Gobierno de España.
P- ¿Teme una fragmentación del voto de izquierda en provincias donde Teresa Rodríguez es fuerte, como Cádiz, Sevilla, Málaga, que se diluya sin escaño para ninguna de las dos formaciones?
R- No lo creo porque Por Andalucía es una candidatura que quiere gobernar.
P- Sí, pero la gente no tiene por qué tener el grado de conocimiento del proyecto ni el nombre de la candidatura, ni tiene por qué identificar cada proyecto con su líder cuando llega al colegio electoral.
R- Bueno, para eso está la campaña también. Y nuestra papeleta es para gobernar: no queremos hacer la oposición perfecta, ni representamos un andalucismo de ir a quejarse a Madrid o de hacer políticas sólo desde el agravio… Nosotros queremos liderar procesos y queremos que Andalucía tenga un papel protagónico en el contexto estatal para los grandes debates que vienen a futuro. Y queremos un gobierno con liderazgo y no tememos gestionar contradicciones porque eso es un mal menor comparado con el beneficio que le podemos hacer a nuestra gente si somos nosotras quienes tenemos la posibilidad de tomar decisiones y de impulsar una agenda que en Andalucía está muy clara en su necesidad: de fortalecimiento de los servicios públicos, de mejora de las condiciones de vida y trabajo de la gente, de lucha contra el cambio climático y de despliegue de la agenda feminista. Y eso no se puede hacer desde la oposición. Respeto las posiciones de Teresa Rodríguez y su candidatura, pero nosotros somos ambiciosos y queremos gobernar para la gente y cambiarle la vida a mejor.
P- En Dos Hermanas dijo que “una vez enjaretemos Andalucía, nos ponemos con el proyecto nacional”. ¿Quién está obstaculizando ese proyecto nacional, Pablo Iglesias?, ¿por qué tarda en arrancar, por qué tantos meses de incertidumbre?
R- No tarda en arrancar. Ya lo explicó Yolanda Díaz. Tiene una agenda muy exigente como vicepresidenta del Gobierno y también le agradezco que haya respetado los tiempos de la campaña andaluza, porque ya está bien de que todo pase por la Villa y Corte. Andalucía merece la atención y el reclamo como la comunidad autónoma más grande y más poblada de este país. Por tanto, yo creo que lleva los ritmos que tiene que llevar y aunque nosotros somos una pata pequeña de su proceso porque la potencia de su proceso está en el ámbito de lo social, claro que vamos a contribuir a que a ella le vayan bien las cosas porque creemos, objetivamente, y no sólo nosotros, porque creo que esto nos trasciende y a la vista está la repercusión que tiene todo lo que hace y el beneficio que difiere a la clase trabajadora, yo creo que estamos en muy buena disposición de hacer las cosas bien y contribuir en lo que podamos a que sea Presidenta del Gobierno.
P- Usted fue la primera que habló, en el marco de una entrevista, de una posibilidad de abstención para que Vox no entre en el Gobierno. ¿Ha mutado su posición a lo largo de la campaña?
R- No, ni ha mutado la posición ni ha mutado las preguntas que ustedes me hacen. Yo dije, y lo repito siempre, que ese escenario indeseable que hay que trabajar para que no se dé, que es lo que estamos haciendo ahora, merece una reflexión. Y creo que en primera instancia merece una reflexión de Moreno Bonilla: si va a seguir las indicaciones de su partido, igual que ya le debe la silla de ser presidente de la Junta a la extrema derecha, tomando una decisión que se aparta de toda la derecha europea homologada, si va a seguir los pasos que ha marcado Feijóo de meterlos en un gobierno. Si él quiere coser su futuro político a la extrema derecha. Creo que esa reflexión, que compete a cualquier interlocutor social o político, en primera instancia y por razones evidentes la deberá hacer, con toda modestia se lo sugiero, el señor Moreno Bonilla.
P- Pero en ese objetivo que usted plantea de ser útil a la gente, cabe una abstención y entenderse con diferentes. Mire el caso de Yolanda Díaz con la patronal para la reforma laboral.
R- Yolanda Díaz ha llegado a un acuerdo con los interlocutores sociales, de la empresa y del sindicalismo, que es su obligación como ministra de Trabajo. Lo que es un disparate, que también mueve a la reflexión, es que la derecha haya votado en contra de una reforma laboral que se ha pactado en el seno del diálogo social, que es el escenario idóneo para adoptar decisiones legislativas que tienen repercusión en la vida de la gente. El PP querrá o no reflexionar sobre eso pero creo que debería hacerlo. Reivindicar la reflexión en política eso positivo.
De todas formas, tengo la íntima convicción de que no va a haber que darle muchas vueltas a esto porque esa suma no va a dar y además yo tampoco tengo que explicar nada sobre dónde hemos colocado los votos porque bien sabe el PP, y la ciudadanía aunque quizás no tanto, que ha tomado decisiones teniendo geometría variable en la cámara para tomar otras bien distintas, pero ha tomado las que quería tomar poniendo como excusa a Vox, no necesitándolo.
P- ¿Qué resultado están manejando?
R- Yo estoy trabajando para ganar las elecciones.
P- ¿Por qué se ha desinflado Unidas Podemos estando en el Gobierno, que es de donde se gestiona, se tiene poder?
R- Si no le doy valor y referencia pétrea a las encuestas autonómicas no se lo voy a dar a esa consideración. Yo me he pegado unos cuantos paseos por la calle con la ministra Ione, con el ministro Alberto y con la ministra Yolanda, y yo no tengo esa percepción, la verdad.
P- Los tres que usted ha citado son igual de bien recibidos en la calle, ¿usted cree?
R- Lo creo no, lo he vivido.
P- ¿Cómo se frena el avance de la ultraderecha?
R- Es que la gente no vota en contra, la gente vota en pro de. Lo que hay que hacer explicarle y ponerle a su disposición y con su papel protagónico un proyecto político y de mejora de su vida que sea evidentemente mejor que las consecuencias de una política que le dieran continuidad a lo que ya está haciendo el Partido Popular.
Porque el problema para Andalucía es la derecha en cualquiera de sus combinaciones, el PP solo o el PP con Vox. El PP ha tomado las decisiones que ha tomado teniendo gente en el Parlamento que les hubiera apoyado otras bien distintas. Recuerde que unas de las primeras excusas que tanteó para convocar las elecciones anticipadamente era si tenía bloqueo parlamentario, y como no lo tenía saltó a lo del presupuesto. No ha habido bloqueo parlamentario porque todo lo que se ha llevado allí que tenía dos dedos de frente, ha salido para adelante. El PP tiene una hoja de ruta para Andalucía que es muy lesiva para el interés general y lo es tomado en sí mismo o tomado con Vox, que no deja de ser el PP desinhibido. No es cuestión de que viene la extrema derecha, es que ya tenemos aquí las consecuencias de tener un gobierno de derechas que, lamentablemente, ya lo han padecidos otras comunidades autónomas y que ya alertábamos porque donde gobierna el PP hay corrupción, debilitamiento de los servicios públicos, hay fortalecimiento de las empresas privadas que prestan esos servicios públicos, hay involución de derechos… Con Vox es lo mismo pero, eso, contándolo sin disimulo.
P- Cree que con una o dos semanas más…
R- No, no, nosotros vamos a ahormar un bloque de mayoría de progreso, útil para la gente, andalucista y para darle felicidad a las casas de familia y al tejido empresarial y productivo andaluz en tiempo y forma. El domingo.