Feijóo apela al trasvase de votos de los socialistas “desencantados” por Sánchez
El PP convierte estas municipales en la antesala de las generales y alega que "coger la papeleta de cualquier candidato del PSOE es darle un balón de oxígeno a Sánchez"
Alberto Núñez Feijóo está cómodo en Sevilla, podría decirse que incluso feliz y hasta tan cómodo que trata de emular un estilo de gracejo local al modo gallego. Más allá de bromas, lo que trata de copiar es la gesta protagonizada por Juanma Moreno hace un año -«Andalucía es ejemplo de muchas cosas»-, por la que el Partido Popular logró en las elecciones autonómicas del 19J armar una mayoría absoluta nunca vista gracias al trasvase de votos de hasta un 15% de electores habituales del PSOE en una comunidad gobernada durante 36 años por el partido del puño y la rosa.
En estas elecciones, el PP quiere jugar la misma partida y apela a todos esos socialistas “hartos”, “cansados”, “desencantados” de las políticas del Pedro Sánchez, que “ha convertido un partido de Estado en el partido sanchista”, un electorado, resumen los populares, cansado de sus pactos con Bildu aunque es la primera vez desde que saltó la polémica que Feijóo no ha hecho referencia expresa a la presencia de condenados por terrorismo en las listas de Bildu. Para algunos, éste ha sido el mejor mitin del gallego en lo que va de campaña. Había entusiasmo en el audiorio, banderas blanquiverdes, rojigualdas y autobuses llegando este mediodía a la capital andaluza. Hay ganas, con permiso de Díaz Ayuso.
Desde Sevilla, donde Feijóo ha venido en AVE -retrasado 30 minutos- «y no en Falcon», viajaba a Córdoba, donde el PP de José María Bellido cuenta con retener la alcaldía, para seguir, con el ambiente de la Feria de fondo, con los mensajes electorales.
“Sánchez ha liquidado el Partido Socialista”, ha llegado a decir el presidente del PP en un mitin, celebrado en el Cartuja Center de Sevilla con capacidad para dos mil personas, que ha contado con la presencia de históricos como Javier Arenas, la primera alcaldesa del PP en Sevilla y primera ministra del PP, Soledad Becerril, y los candidatos a las ciudades de Sevilla, Cádiz y Huelva así como centenares de militantes de la provincia llamados a ser «embajadores del cambio» iniciado en la Junta de Andalucía y que «ahora debe llevarse hasta los ayuntamientos y diputaciones».
Para lo que queda de campaña, el mensaje de los populares es claro y no va dirigido a los suyos sino a los de enfrente: “coger la papeleta del cualquier candidato del PSOE, es coger la papeleta de Sánchez, es darle un balón de oxígeno a Pedro Sánchez y avalar un gobierno de radicales, independentistas y batasunos”, en palabras de presidente de los populares andaluces, al que esta campaña, en la que se multiplica para llegar a todos los rincones de Andalucía pero también de otros territorios (el cinturón rojo de Madrid o los municipios de la emigración andaluza en Cataluña), está consolidando como el gran activo del Partido Popular en toda España.
Fue con la complicidad de Moreno, cuando en Sevilla en abril del año pasado, la militancia proclamó a Feijóo presidente del Partido Popular para taponar una de las crisis orgánicas más crudas de la historia de esta formación y lo que entonces era un entusiasmo contenido –recordemos que el muerto, Pablo Casado, asistió a su propio entierro político- ha dado paso, 13 meses después, a cierta relajación.
En este mitin, Feijóo ha bromeado, ha invitado al auditorio, entregado, a cantar con él aquella canción antigua de “Ahora que vamos despacio, vamos a contar mentiras, tralará, por el mar corren las liebres por el monte las sardinas” para enumerar las trolas que, a juicio del líder de la oposición, acumula Pedro Sánchez desde que llegó a la Moncloa: no iba a pactar con Bildu, iba a consolidar el prestigio de las instituciones, iba a gestionar con eficacia los recursos públicos y, a su juicio, los dilapida… e, incluso, ojo, se ha metido en el charco del fútbol tratando, sin éxito, de explicar que la provincia es del Betis mientras en la capital son más del Sevilla FC.
En un momento en el que muchos sondeos dan empate técnico en muchas plazas y territorios, como en Sevilla, la capital más importante que gobierna el PSOE en toda España, el PP toca a rebato y quiere hacer de esta campaña un plebiscito a las políticas de Sánchez: «Quiero apelar a esos sevillanos y andaluces que cogieron por primera vez la papeleta del PP el 19J.
Continuar con ese cambio no se puede hacer sin el concurso de los ayuntamientos y diputaciones», ha enfatizado Moreno para enumerar, después, una relación de aquellos datos que avalan la buena senda que, en su opinión, representa Andalucía hoy: es la comunidad con las cifras más baja de parados, ha incorporado casi 100 mil nuevos cotizantes, es líder en autónomos por encima de Cataluña y siempre ha crecido por encima de la media del PIB español…
La seriedad de Sanz como aval
Juanma Moreno ha aprendido a lo largo de la precampaña y lo que va de campaña a mimar al candidato de Sevilla, José Luis Sanz, con el que ha mantenido desde el principio una relación fría, seca, cuando no inexistente. No ha sido hasta que los sondeos han dado la posibilidad de arrebatar la alcaldía al PSOE cuando la cúpula del PP en Andalucía que han entendido que la batalla es posible y que convenía arropar al candidato, impuesto en su día por Teodoro García Egea, a pesar de los peros que observa en su perfil. Uno de ellos, el más evidente, una falta de empatía personal que le hace presentarse como una persona seria.
Sanz no tiene el carisma de Moreno, pero es esa seriedad la que está convirtiendo en un acicate que contrasta, dice el propio candidato del PP a la alcaldía de Sevilla, con la laxitud con la que el actual alcalde, Antonio Muñoz, se toma los problemas de los sevillanos.
Queda ocho días para que se abran las urnas y la cosa se pone seria.