Juan Espadas: “En ningún caso este proyecto político puede terminar el domingo”
El candidato socialista se da "un 8,5" en el debate del lunes, pide no caer en el "marco conceptual" que vaticinan las encuestas y reitera que no se abstendrá para que Juanma Moreno sea presidente porque "ha pactado, pacta y pactaría con Vox"
Juan Espadas, candidato socialista a la Presidencia de la Junta de Andalucía, atiende por teléfono a Economía Digital a la mañana siguiente del segundo y último debate electoral. Va camino de Granada, ciudad talismán en la biografía que hace un año empezó a escribir como secretario general del partido que durante 37 años ha gobernado esta comunidad. Fue en la ciudad de la Alhambra donde presentó su candidatura al proceso de primarias que ganó el pasado julio frente a Susana Díaz, desaparecida completamente de la agenda de esta campaña, y también la plaza que eligió el pasado enero, cuando ya había colgado el traje de alcalde de Sevilla, para presentarse como candidato en los comicios autonómicos que desde meses antes parecían convocarse de un momento a otro. Le acompañó en aquel acto Pedro Sánchez, muy presente en esta campaña del 19J, en la que tratan de movilizar la maquinaria de una organización que durante décadas ha logrado holgadas mayorías. Las encuestas, incluida la del CIS, dibujan estos días un retrato distinto al de aquellas épocas.
P- Con muchos kilómetros encima y a seis días de que se abran las urnas, ¿cómo está?
R- Realmente lo que queda son cuatro días. Después del debate de ayer, me siento muy tranquilo. Creo que hemos hecho un esfuerzo brutal de poner a la organización a revientacalderas, porque debo decir que está todo el mundo así. A veces cuando me dicen que los alcaldes están así o tal… Yo digo, dejaos de gaitas que en la vida, en unas elecciones autonómicas, he visto semejante movilización en la organización en todos los sitios.
Yo sé las campañas que hemos hecho y estamos haciendo mítines grandes, de los cabezas de lista por las provincias, encuentros en territorios, pequeños y medianos, reuniones con colectivos en todos los formatos posibles… De verdad, no hay parangón desde hace muchísimo tiempo de implicación en una campaña decisiva. Yo creo que hemos conseguido que en la calle eso cale, nos enteraremos el 19 de junio. Quien quiera seguir con la versión de que está todo decidido y las encuestas lo avalan, pues el 19 saldremos de dudas. Estoy muy tranquilo por el esfuerzo hecho y por los dos debates que, a mi juicio, hemos salido fortalecidos. Y del de ayer, especialmente contento.
P- A usted le gustan mucho los datos, ¿póngase una nota?
R- En el primero intenté ser muy disciplinado en la estrategia, sobre todo, por situar a Moreno Bonilla claramente en el espacio en el que él no quiere estar, en el que no se siente cómodo pero que es el real, el del acuerdo con Vox y, por lo tanto, identificando que la alternativa es un gobierno de progreso con el PSOE. He tratado de fijar al electorado ante esa diatriba: PP- Vox o PSOE. Y luego, más allá de eso, he querido identificar los servicios públicos como elemento capital que demuestra la incapacidad de gestión de un Gobierno que ha tenido más recursos que nadie y que nunca en la historia de Andalucía y que no ha demostrado nada, eso sí, salvo una oposición bastante desleal al Gobierno de España y ninguna acción en el territorio que yo haya constatado en los viajes que he hecho por Andalucía.
Quien quiera seguir con la versión de que está todo decidido y las encuestas lo avalan, pues el 19 saldremos de dudas
Por lo tanto, sobre ese guión más férreo, disciplinado, a mí me ha gustado mucho en este segundo debate soltarme un poco… Soy una persona que no habla mucho con papeles por delante, tengo en la cabeza lo que quiero decir y lo articulo de una forma u otra según la escenografía que se dé en cada momento. Ayer [por el lunes] me intenté liberar de esos papeles y creo que gané en frescura y en capacidad para transmitir a quien me ve por televisión. Por lo tanto, yo creo que ayer podría estar perfectamente en el 8,5.
P- Que indulgente consigo mismo, candidato, que un 8,5 es muy buena nota.
R- Yo no soy capaz de ponerme nunca un sobresaliente, porque siempre se puede mejorar. Aquí tienes que elegir si quieres hacer un debate con gags interesantes o seguir las pistas que te abren algunos, así renuncias a seguir lo que traías preparado y por lo tanto eres menos propositivo, aunque puedes ser más interesante. Yo lo que tengo claro en los dos debates es que mi único adversario era Moreno Bonilla, a los demás, lógicamente no le he dedicado ningún tiempo y únicamente a veces me he apoyado en Olona para ponerlo ante la evidencia de sus vergüenzas, con lo que significa no reconocer lo que incuba. Olona no es que le tendiera la mano, es que le faltó darle un pellizco.
P-En cualquier caso, más allá de que en general todos hayamos visto un debate más interesante que el primero, sólo un porcentaje muy pequeño de los 6,5 millones de andaluces que están llamados a las urnas pudieron conocer sus propuestas. Aproveche, ¿por qué habría que votar a Juan Espadas?
R- Yo planteo el voto al PSOE por dos razones: la primera porque nuestro proyecto de gobierno para Andalucía es el mejor. Por tanto, no sólo desde el punto de vista de quien asume el liderazgo de la candidatura, por experiencia de gestión, por capacidad de diálogo demostrada en los puestos de responsabilidad que he tenido, sino también por tener una visión, un modelo y un conocimiento del territorio que aproveche las oportunidades de estos próximos cuatro años, que son únicas… Para eso necesitamos un gobierno eficaz, que sepa gestionar fondos europeos, que sepa negociar y reivindicar a la vez al Gobierno de España y que sea capaz de trabajar con lealtad con los ayuntamientos… Eso no lo ha demostrado en ningún caso el gobierno de Moreno Bonilla.
La sanidad pública, por más que se quiera vender una propaganda, está como está, estamos en los peores momentos
En segundo lugar, porque toca también defender y recuperar lo que son las conquistas básicas que conseguimos el 28 de febrero de 1980, que no son otras que los servicios públicos y el estado del bienestar en Andalucía, que están muy tocados. La sanidad pública, por más que se quiera vender una propaganda, está como está, estamos en los peores momentos de la sanidad pública desde el comienzo de la democracia, en atención primaria, en camas, gasto por habitante… Esto está en la calle y la gente no hace más que mandarte citas y problemas.
Igual con la educación, que está ante una diatriba clara para los próximos años: o somos capaces de reducir los alumnos por aulas o nos encontraremos claramente una disminución de aulas educativas que ataca directamente a la fijación de población, sobre todo en municipios rurales, esto ataca también el no pluralismo en la oferta para barrios de capitales andaluzas con niveles de rentas más bajos. Hablamos de cuestiones de modelo en la que vamos a una deriva de mediocridad y no es lo que Andalucía necesita: necesidades educativas para alumnos con discapacidad, aulas educativas, educación gratuita de 0 a 3 años…No hablo de lujos del sistema sino, simplemente, derechos a los que debemos de ser capaces de darle respuesta como la dependencia y el cuidado de los mayores. Con más recursos que nunca, la gestión en sí misma del sistema es manifiestamente mejorable.
P- Si la realidad es o fuera como usted la relata, ¿cómo se explica ese trasvase de votos de anteriores electores socialistas al PP que están detectando las encuestas?
R- En la calle, para mí, no existe. Pero no tengo por qué negar que pueda haber algo de cierto en las encuestas, aunque a mí me parece inexplicable. Pero, en cualquier caso, si hay algún mínimo porcentaje responde a la falsa creencia de que el señor Moreno Bonilla está diciendo la verdad. Y ahí es donde yo soy contundente hablándole a un socialista o a un votante de centro que crea que el señor Moreno Bonilla es un personaje moderado, que no es de derechas.
Moreno Bonilla es un político de derechas, del Partido Popular, que hace políticas de derechas, que significa exactamente disminución de calidad de los servicios públicos porque su modelo es Ayuso. Y el modelo de Ayuso no es lo que necesita Andalucía, que sigue necesitando de gobiernos que crea en la igualdad de oportunidades.
Por lo tanto, es un error garrafal que alguien piense que votando más a la derecha evita que llegue la ultraderecha porque tiene un gobierno que cree que va a ser progresista. ¡Una leche! Es decir, va a ser un gobierno de derechas, que a poco que tenga más fuerza porque tú se la des con tu voto, digamos fiado, te va a hacer una política aún más de derechas.
Hay dos tipos de PP: el que gobierna con debilidad y el que gobierna con mayoría holgada. Ayuso ha sido capaz con esa mayoría holgada de cargarse la enseñanza gratuita de 3 a 6 años. ¿Sabe el retroceso que significaría eso en? ¿Cómo se puede pedir el voto a un socialista y luego decir que quiere hace un Ayuso?
P- En el debate, ningún candidato consiguió que el presidente respondiera abiertamente a la pregunta de si va a pactar o no con Vox si lo necesita después del 19J. A ver si yo tengo más suerte. Siendo un candidato socialista que no quiere políticas de ultraderecha para Andalucía, ¿está dispuesto a abstenerse?
R- La señora Olona le dejó claro al señor Moreno que si necesita un solo escaño de Vox para ser presidente, lo tiene que meter en el Gobierno. El señor Moreno Bonilla ayer no dijo que no esté dispuesto a pactar ese escaño y meter a Vox en el Gobierno, lo podía haber dicho, pero no lo dijo y el que calla, otorga. Si tú no lo dices cuando abiertamente es lo que se espera que digas, significa que Moreno Bonilla no entiende que haya que poner ningún dique ante Vox. Ante eso, yo no me puedo fiar de Moreno Bonilla, no puedo darle la confianza a un presidente para decir oye, te hacemos presidente, tú no introduces a Vox en el Gobierno, pero luego lo buscas en sede parlamentaria para que te apoye.
«Es un error garrafal que alguien piense que votando más a la derecha evita que llegue la ultraderecha porque tiene un gobierno que cree que va a ser progresista. ¡Una leche! «
Para que pudiera sentarse a hablar con nosotros, tendría que ser Moreno Bonilla el que firmara un documento, como no ha hecho el PP en Castilla y León, que dijera que en ningún caso pactaría un Gobierno con Vox. No lo ha hecho y, por tanto, no es creíble. No me puede pedir la abstención porque pacta con Vox, ha pactado en Andalucía y pactaría. El PP no puede pedir nada a nadie si no rompe con Vox.
P- Pero si Vox llega a entrar en el Ejecutivo, a la luz del relato que usted me hace, no cree que para cuando el PSOE pueda recuperar el Gobierno, ¿va a ser mucho más complicado reconstruir todos estas políticas públicas desde una escenario de tierra quemada?
R- Eso es porque usted acepta el marco conceptual que le dan las encuestas y es lo primero de lo que hay que liberarse. El marco conceptual de lo que decida Andalucía y los andaluces se produce la noche del domingo, a partir de ahí tenemos que analizar cuál es el mensaje que nos han mandado los andaluces. Nosotros no podemos hacer conjeturas que incluso animen u orienten el voto más de lo que ya está orientado por parte de medios de comunicación financiados por el PP, de medios como Canal Sur, dirigidos directamente, desde el punto de vista político, o de encuestas, que yo no digo que no estén bien hechas, pero en otros casos tengo claro que han sido dirigidas para orientar la opinión pública durante meses.
Como comprenderá, me niego a darle más mensajes orientados a los votantes; que lo votantes voten en libertad, sin presión, lo que decidan que es mejor para Andalucía y a partir de ahí, ya hablaremos.
P- Y si el domingo se queda por debajo de los 33 escaños conseguidos por Susana Díaz, ¿qué mensaje le están mandando las urnas?, ¿que se quede en la oposición, que dimita?
R- Esa hipótesis no se va a dar en ningún caso, ya se lo digo yo con absoluta seguridad. Fíjese si no se va a dar que no se da ni en las encuestas, con lo malas que son. Por tanto, ese escenario no se va a dar, pero en ningún caso este proyecto político puede terminar el domingo porque es un proyecto decidido, pensado y meditado y con un respaldo y una base orgánica para cuatro años.
P- ¿Cómo ve a sus aliados naturales a su izquierda?, ¿cómo valora la campaña que están haciendo?
R- Las campañas de otros adversarios no entro a valorarlas, las respeto. Creo que en los debates han estado bien, en el sentido de que han posicionado claramente las diferencias entre las políticas de gobiernos de progreso frente a la derecha arcaica y la ultraderecha.
P- Ya que lo ha tenido cerca en varios mítines desde que se convocaron las elecciones, ¿cómo ve al Presidente del Gobierno?, ¿cree que las crisis por Pegasus o la relación diplomática con Argelia han contribuido negativamente a la campaña?
R- Lo veo fuerte, claramente centrado en la situación de España en este momento por los retos y dificultades que en cada momento hay que superar. Cada día, tiene su afán y en cuanto te relajas un poco te aparece otro problema encima de la mesa y la verdad es que creo que el nivel de ambición política, de compromiso y de valentía que está demostrando el presidente del Gobierno desde luego no se conocía desde hace muchos años en la política española, desde luego en momentos y en situaciones tan adversas. Así que estoy muy satisfecho y agradecido por el respaldo de él personalmente a mí y, desde luego, al proyecto que estamos representando ahora en Andalucía, un proyecto renovado del PSOE de Andalucía y no puedo tener más que palabras de elogio y cariño.
P- O sea, que a nivel nacional ve legislatura para rato.
R- Claro, claro. Estoy convencido que esta legislatura tan compleja y difícil tiene pulso de sobra, el Gobierno tiene hoja de ruta y además es lo que necesita España. Las derechas, y este nuevo liderazgo de Feijoó, que cada día mete la pata, no está dibujando una alternativa política para España sólida, lo que refuerza que el Gobierno ahora mismo es el que tiene claro las medidas que hay que tomar. Y por cierto, son medidas que siempre están beneficiando a los españoles, por más que se empeñen las derechas en España en criticar y en votar en contra. Las medidas que se están tomando en el Consejo de ministros benefician a los españoles y los andaluces.
P- Última curiosidad, ¿por qué no se ha puesto corbata en ninguno de los dos debates?
R- Verá, primero la imagen que proyectas en un debate, claramente quieres dirigirte a unas personas que no se ven representadas en un arquetipo muy concreto de responsable político y sí quizás en alguien que, con sinceridad, abiertamente, de una manera más natural, se presenta ante el electorado.
La verdad es que voy indistintamente con corbata y sin ella. Cuando era alcalde, institucionalmente la usaba con más frecuencia y ahora estoy un poquito más liberado de ese corsé institucional. No soy alcalde, soy candidato, me sentía más holgado, más libre y más directo sin ella. En cualquier caso, no es algo que me preocupe. No creo que en eso tenga que verse ningún síntoma ideológico, sino más bien una cuestión de conexión más directa con el electorado que al final es el que decide.