El PP se aferra a los escaños de Cs para evitar el pacto con Vox: «Son petróleo para nosotros» 

“Los tres o cuatro escaños que pudo rascar Ciudadanos, son petróleo para nosotros”. Cuando apenas han pasado 24 horas del primer debate de esta campaña, el PP se aferra más al crecimiento que haya podido experimentar su socio de Gobierno que al propio rédito electoral que haya podido conseguir su candidato.

Él, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, ocupó un puesto de no beligerancia con el resto de candidatos, rehuyó entrar en los rifirrafes propios de la dialéctica política y jugó a no perder. Una postura conservadora, casi plana, calificada de “segura” por sus colaboradores más cercanos.  

Es por esto que fuentes de su equipo de campaña del líder defiendan sin titubeos el papel, a ratos protagónico, ocupado por el Juan Marín, líder regional de Ciudadanos. Según estas voces, fue uno de los candidatos que mejor supo “aprovechar” este primer examen ante la audiencia. “Juan estuvo bien, estuvo suelto y supo responder a Olona”.

No en vano, ante el silencio de Moreno, el vicepresidente del Ejecutivo autonómico ejerció de defensor de la labor de Gobierno durante la pandemia ante la candidata de Vox, a quien las fuentes consultadas califican de “sobreactuada”. “No entendemos todavía la estrategia, si a los tuyos ya los tienes convencidos, ¿a qué viene atacar de esa forma?” [a Juanma Moreno], se preguntan en San Telmo, horas después, con el análisis en frío de esa hora y media de debate a seis.  

“Juan estuvo bien, estuvo suelto y supo responder a Olona”

El cálculo de los populares es que Ciudadanos haya podido “rascar escaños” tras este debate acercándose a los “tres o cuatro diputados”. El estudio preelectoral e intención de voto del CIS, publicado el pasado jueves, sitúa al actual socio de Gobierno de los populares cerca de la extinción, y le otorga entre 1 y 3 escaños y un 4% de voto; por su parte, el organismo de Tezanos otorga una estimación de escaños de entre 47 y 49 diputados.

En el Parlamento de Andalucía, para que un partido sea considerado en el reparto de diputados debe obtener, al menos, un 3% de los votos válidos en la circunscripción estando la mayoría absoluta en los 55 diputados.  

Así, sin desprenderse del mantra al que lleva agarrado desde que apretó el botón del adelanto electoral, Moreno repitió durante el debate, y este mismo martes en una entrevista radiofónica, que su aspiración es “gobernar en solitario” y congregar una mayoría suficiente que lo libere de muletas. Eso es en el plano teórico.

En el plano práctica, el equipo de Moreno reconoce que llegar a la mayoría absoluta es “imposible, y más en Andalucía” por lo que las cifras que barajan en es de rondar los 49 escaños y que “con los 3 o 4 que pueda sacar Ciudadadanos, no le quede más remedio a Vox que dejarlos gobernar. “Y si no nos dejan gobernar, que lo expliquen después”, apuntas estas voces.  

Lo que queda claro, según la distancia dialéctica y falta de sintonía desplegada por el presidente de la Junta y la candidata del partido de Santiago Abascal, es que a Juanma Moreno “no le apetece nada” la idea de un pacto con la candidata de Vox. 

Desde el atril de la portavocía del Ejecutivo andaluz, al  término del Consejo de Gobierno, Elías Bendodo defendió que “todos los partidos se presentan a estas elecciones para conseguir una mayoría suficiente, amplia y en este sentido nuestra voluntad es presentarnos para ganar, incluso sin depender de nadie”.