El diálogo de Moreno con la oposición encalla de nuevo por la ley de regadíos de Doñana
El Gobierno andaluz mantiene la tramitación de la polémica norma que choca, según el PSOE y las izquierdas, con la petición a Bruselas de más fondos para hacer frente a la sequía
La prioridad del Gobierno andaluz en este curso político es el agua, según ha expuesto en la ronda de reuniones que ha mantenido en el Palacio de San Telmo el presidente Moreno con los portavoces de los grupos parlamentarios. Y para el líder andaluz este asunto tiene dos derivadas en este momento: por un lado, la reclamación en Bruselas de más fondos para la construcción de obras hidráulicas que palien el déficit hídrico que soporta Andalucía, la comunidad autónoma más expuesta a los efectos del cambio climático; y, por otro, continuar con la tramitación de la ley para la ampliación de los regadíos de la corona norte de Doñana, registrada en el Parlamento por el PP y por Vox a principios de esta legislatura.
Para la oposición ambas medidas son «contradictorias» e «incongruentes» por lo que no apoyarán a Moreno en su reclamación a la Comisión Europea de más fondos finalistas para infraestructuras del agua mientras la ley de regadíos siga su curso en el Parlamento. Es decir, al menos en materia de agua los puentes de diálogo entre Gobierno y oposición están rotos.
Tampoco hay mucha más sintonía en otros ámbitos: en la reunión también se ha abordado el debate territorial, en el marco de las negociaciones del Gobierno con los nacionalistas para abordar la investidura de Pedro Sánchez, una vez fracase la de Feijóo el próximo 27 y 28 de septiembre, y el modelo de financiación autonómica, aplazado sine die sin que las comunidades infrafinanciadas (Andalucía, Valencia, Murcia) vean resueltas sus reclamaciones.
En el caso de la financiación autonómica, para Juan Espadas, el punto de partida debe ser el proyecto de reforma de financiación autonómica, impulsado en su día por María Jesús Montero en su etapa como consejera andaluza de Hacienda, que fue aprobado por el pleno de la cámara con los votos a favor del PP, en su día con Moreno en la oposición. Para el líder del PSOE andaluz, este asunto ha de debatirse en la cámara territorial, en el Senado, para lo que hará valer, ha dicho, su condición de senador por designación autonómica.
Respecto a las políticas del agua, pese a que han sido varios los avisos desde Bruselas acerca de la falta de idoneidad de la ampliación de regadíos en el contexto de sequía, el Gobierno andaluz no tiene pensando suspender ni retirar el texto del Parlamento, según la intervención del consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, al término de las reuniones; tampoco tiene pensando incorporar ningún tipo de cambio o modificación que alivie las presiones y críticas que está recibiendo por parte de la comunidad científica, la oposición y las instituciones europeas. El texto es el que es y la oposición ya ha tenido oportunidad de incorporar enmiendas y no lo ha hecho en su trámite parlamentario, ha venido a decir Sanz.
El texto seguirá su curso en la Comisión de Fomento y Ordenación del Territorio, el departamento competente en la materia y, si no hay ningún otro freno, saldrá aprobado el próximo mes de octubre por el pleno del Parlamento, donde el PP tiene mayoría absoluta de 58 diputados.
El asunto lleva marcando la relación del Gobierno con la oposición desde marzo de 2022, la primera vez que el PP -entonces de la mano de Ciudadanos y en paralelo con Vox- registró esta proposición de ley con los que buscó ponerse de su lado al mundo del campo, más allá de los directamente afectados de la provincia de Huelva. Desde entonces, el asunto Doñana lleva marcando el debate en las tres elecciones celebradas hasta la fecha -19J en 2022 y 28M y 23J en 2023- sin que haya cambiado un ápice su postura.
Por el camino, el asunto Doñana, de tan polémico y sensible con un altísimo eco internacional, que traduce que con esta norma se agrava el problema por la falta de agua en uno de los espacios naturales más emblemáticos para la Unesco en cuyo entorno se desarrolla una de las industrias más importantes para el agro andaluz, la de la fresa y los frutos rojos, amenaza con eclipsar la gestión en su conjunto del Ejecutivo autonómico, en campaña continua en este intenso año electoral.
Sanz ha recordado que Andalucía, región clave en el abastecimiento alimentario en la Unión Europea, puede verse muy afectada en su producción agrícola si no se atienden sus peticiones en materia de infraestructuras hidráulicas; el equipo de Moreno solicitó por carta esta reunión a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en junio pasado, a pesar de que la Comisión no interlocuta directamente con gobiernos autonómicos sino con los nacionales.
Para Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz, Moreno no tendrá credibilidad para pedir más fondos hasta que no paralice la proposición de ley de Doñana» y en este sentido ha garantizado que cuenta con el compromiso del Gobierno de España de buscar una solución siempre que retire antes este texto. Para Inmaculada Nieto, líder de Por Andalucía, marca regional de Sumar, esta proposición de ley «debilita» al presidente andaluz a la hora de acudir a la Unión Europea a reclamar más fondos para Andalucía dada su situación de «vulnerabilidad» ante la sequía. José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía, también ha pedido la retirada de esta norma.
Más allá de los regadíos de Doñana, para los socialistas, el Gobierno de Moreno arrastra un problema de ejecución de los fondos europeos. En concreto, Espadas se ha referido al grado de inversión por parte de la consejería de Agricultura y Pesca de Carmen Crespo. «El Gobierno andaluz no está haciendo una buena gestión en políticas de agua. Según los datos de junio, el nivel de gasto alcanza apenas el 15% de lo presupuestado. Es un nivel muy bajo pese al gran problema de sequía que tenemos en Andalucía», ha denunciado el líder de los socialistas.