Ciudadanos se enreda en el debate territorial por la reforma de la Constitución en plena caída libre de su candidato en Andalucía
Inés Arrimadas anuncia en Sevilla una iniciativa para eliminar la distinción entre “nacionalidades y regiones” de la Carta Magna, modificación que iría en contra del Estatuto de Autonomía andaluz, si bien Juan Marín anunció un giro “andalucista” de cara al 19J
Una reforma de la Constitución para eliminar la distinción entre “nacionalidades y regiones”, diferencia que da a entender que “hay territorios de primera y de segunda”. Ésa es la receta que ha traído a Sevilla Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, a 28 días de que se abran las urnas, para revertir los sondeos que sitúan a la formación naranja por debajo de los dos diputados el próximo 19J.
El anuncio lo ha realizado en el marco del desayuno informativo organizado por Europa Press en la Fundación Cajasol, con una discreta presencia de público, apenas 110 personas, y protagonizado por Juan Marín, actual vicepresidente andaluz y líder regional de Ciudadanos, en el que ha estado acompañado de los consejeros Rocío Ruiz y Manuel Alejandro Cardenete y un puñado de dirigentes locales, así como los diputados nacionales Guillermo Díaz y Miguel Ángel Gutiérrez.
La propuesta acerca del debate territorial se realiza cuando todavía resuena la polémica por las palabras de Elías Bendodo, como coordinador general del PP reconociendo la “plurinacionalidad” del Estado que fueron inmediatamente corregidas por el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo.
Paradójicamente, el candidato Marín no ha hecho referencia a este asunto durante su intervención. De hecho, en el arranque de la precampaña de estas elecciones autonómicas el pasado 6 de abril, Marín anunció una nueva etapa como partido de “centro, andaluz, andalucista porque Andalucía es lo primero, que se ha convertido en imprescindible para que siga gobernando otros cuatro años”.
La reforma que plantea ahora Arrimadas, en una vuelta al discurso centralista abanderado en su día por Albert Rivera y en la línea del ala más dura del PP, cercenaría el reconocimiento como “nacionalidad” contemplado en el texto que surgió, con el consenso de PSOE, PP e IU, en la reforma del Estatuto de Autonomía, el texto legal que blinda el autogobierno de la comunidad andaluza.
Una reforma de la Constitución contrario al Estatuto de Autonomía andaluz
En el Estatuto de Autonomía vigente se lee que “Andalucía, como nacionalidad histórica y en el ejercicio del derecho de autogobierno que reconoce la Constitución, se constituye en Comunidad Autónoma en el marco de la unidad de la nación española y conforme al artículo 2 de la Constitución”.
Según el anuncio de Arrimadas, recogido ampliamente en las redes sociales del partido, cabría reescribir el artículo 2 de la Carta Magna de modo que donde se lee que “la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas” se indique, en su lugar, que “la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, nación de ciudadanos libres e iguales, patria común e indivisible de todos los españoles, integrada por 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, y garantiza la solidaridad entre todas ellas”.
Preguntada por Economía Digital al final de este acto sobre si este tipo de anuncios provocarían un vuelco en las encuestas en Andalucía, Arrimadas, acompañada de Guillermo Díaz, diputado malagueño en el Congreso, respondió que éste es el tipo de iniciativas que mueven “ideológicamente” a sus simpatizantes.
Si esta propuesta moverá o no a su electorado está por ver pero la certeza a día de hoy es que todos los sondeos hasta la fecha dibujan un rotundo desplome de Ciudadanos, pieza del cogobierno en Andalucía junto al Partido Popular, que arrastraría a la formación prácticamente a la irrelevancia.
Reacio a dar por buenos las encuestas y con un tono relajado en el que ha bromeado sobre distintos aspectos de su vida personal que ha sorprendido, por sus carcajadas se ha medido, a buena parte del auditorio, Marín ha respondido que si baja a uno o dos diputados pondría su cargo “a disposición de la presidenta del partido”. Esta afirmación se ha interpretado como una renuncia a su cargo como líder regional de Ciudadanos y la posible acta de diputado que obtuviera, tras dos legislaturas en la primera línea de la política autonómica.
Contra la repetición electoral, contra un pacto con el PSOE y contra VOX
Sobre la repetición electoral, planteada en una reciente entrevista del presidente andaluz, en caso de que los resultados le impidan gobernar en solitario, Marín ha ironizado al respecto y ha asegurado que ahora a Juanma Moreno “no le preocupa no tener presupuestos actualizados para 2023” cuando fue la razón argüida, según sus palabras, para adelantar las elecciones.
Con todo, Marín entiende que Ciudadanos es y puede seguir siendo clave para reeditar una fórmula de cogobierno “de éxito”, según sus palabras, para Andalucía. Por eso asegura que la formación naranja es clave para “frenar” que Vox entre el Ejecutivo andaluz, a la par que ha declarado, al respecto del polémico empadronamiento de Macarena Olona, que está “deseando debatir con ella y confrontar planteamientos”. “Igual la escucho y me convence hasta a mí, ¿quién sabe?”, ha bromeado despertando las risas del público.
Sobre la posibilidad de apoyar al PSOE en caso de que la conformación de mayorías en la cámara obligara a un pacto para hacer presidente a Juan Espadas, Marín ha negado rotundamente que vaya a darse esta situación. “Únicamente gobernaré con Juanma Moreno”, al que ha afeado el anuncio de que, llegado el caso, incorporaría a su Gobierno como independientes a consejeros de Ciudadanos. “Me ha parecido una deslealtad, yo nunca lo hubiera hecho, aunque Juanma es y va a seguir siendo mi amigo pase lo que pase”, ha sentenciado el vicepresidente de la Junta de Andalucía, reacio a profundizar en las propuestas programáticas de la formación –“ya sabéis todos cuál es nuestro programa y lo que hemos hecho hasta ahora”- que, en el caso del debate territorial, no deja de dar bandazos.