Unicaja rompe con UniversalPay y se queda con el negocio de pagos de Liberbank
Unicaja provisiona 7 millones de euros en sus últimas cuentas para pagar los costes de ruptura del acuerdo que tenían ambas empresas
Unicaja rompe con UniversalPay, la filial en España de la estadounidense Evo Payments, y adquiere el 100% del negocio de pagos que tenía con Liberbank. El banco andaluz ha incluido en sus cuentas del tercer trimestre una provisión de 7 millones de euros por los costes de ruptura del acuerdo que tenían ambas empresas desde 2018.
Liberbank dejó en manos de Evo Payments hace cuatro años su negocio de adquirencia, que incluye pagos con tarjetas y terminales de punto de venta (TPV). El asturiano le vendió el negocio de TPVs por 7,86 millones de euros y a continuación firmaron una alianza por diez años para que el proovedor se encargara de ofrecer servicios de pago a los comercios en España, los que ya eran clientes y los futuros.
Pero después de la fusión de Unicaja y Liberbank, donde la primera ha absorbido a la segunda, la entidad que preside Manuel Azuaga ha decidido poner fin a esta alianza y pagar una indemnización, como ha hecho en el sector seguros con Mapfre y Aegón.
Unicaja optó por mantener su acuerdo con Santalucía y cumplir con la normativa, que le impide tener varios acuerdos de bancaseguros con diferentes aseguradoras del mismo ramo en una sola red, así que indemnizó a Mapfre con 131 millones y a Aegon con otros 176 millones para romper su acuerdo.
En la misma línea, Unicaja ha incluido en el apartado de “otras provisiones” de las cuentas del tercer trimestre una dotación de 7 millones de euros para poner fin al acuerdo con Evo Payments por el negocio de adquirencia, como explicaron los directivos del banco en la presentación a analistas.
En verano trascendió que UniversalPay quería extender el acuerdo que tenía con Liberbank y hacerse también con el de Unicaja, que lo gestiona en solitario. Según adelantó Expansión, la compañía trabajaba “intensamente” para alcanzar los 2,7 millones de clientes del banco andaluz, que finalmente ha optado por seguir adelante sin socios.
Evo Payments ha tenido alianzas similares con varias entidades europeas, como Deutsche Bank o el Bank of Ireland. En España, a través de su filial UniversalPay, la tuvo con el Banco Popular, un negocio que después heredó el Santander y que le ha traído bastantes problemas.
El acuerdo entre Popular y Evo Payments era similar al de Liberbank, incluía una alianza de diez años en la que el banco derivaba a sus clientes comerciales de forma exclusiva a la empresa conjunta UniversalPay.
Cuando Santander absorbió Popular, UniversalPay consideró que el banco cántabro había incumplido la cláusula 6 del ‘marketing alliance agreement’ (MAA) que mantenía con Popular y que establecía determinadas obligaciones de exclusividad, no competencia y de referencia de clientes.
UniversalPay y Santander van a juicio en noviembre
Pues Santander no puso fin a esta alianza y operaba con su propio negocio de adquirencia a través de Getnet. Por ello, la filial de Evo Payments presentó una demanda en la que le reclama 1.050 millones de euros a Banco Santander. La audiencia previa se celebró en marzo y el juicio arranca este mes de noviembre.
Los negocios de pagos están adquiriendo mucho interés por parte de este tipo de empresas por el auge de los pagos con tarjeta, que están disparados en España. En 2021 subieron un 35% respecto a 2019, según datos del Banco de España.
De hecho, Banc Sabadell está estudiando actualmente varias ofertas para dar entrada a un socio en su negocio de pagos, valorado en una horquilla de entre 350 y 400 millones de euros. Además de UniversalPay se ha conocido que están interesadas otras empresas competidoras como Worldline, Nexi y Fiserv. El banco quiere cerrar una alianza antes de que acabe el año.