Unicaja multiplica por tres los gastos judiciales tras absorber Liberbank 

Los gastos judiciales de Unicaja, que incluyen principalmente los honorarios que reciben los abogados que contrata el banco, se han disparado en el último año coincidiendo con la absorción de Liberbank. Desde julio del año pasado, cuando se materializó la fusión, la entidad ha cerrado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para miles de empleos, se ha desprendido de algunos negocios del asturiano y ha tenido algunos líos con el Banco Central Europeo.

Así, el banco andaluz desvela en sus cuentas que, en los seis primeros meses de 2021, (cuando todavía no había cerrado la fusión) tuvo unos gastos judiciales de 370.000 euros que se dispararon por encima del millón de euros durante el periodo junio-diciembre. Es decir, que de julio a diciembre, cuando ya integró Liberbank, crecieron en otros 640.000 o lo que es lo mismo, se multiplicaron por tres o se dispararon casi un 200%. 

Este 2022 (conforme a los datos reportados por el banco a cierre de junio) los gastos judiciales superan ya los 890.000 euros, un 140% más que los 370.000 de junio del año pasado, cuando todavía no había absorbido al banco asturiano. Y una cifra que está ya apunto de superar a la de todo el año pasado.

En los últimos meses, Unicaja ha tenido varios frentes abiertos. Los más populares, el ERE, la venta de algunos negocios de Liberbank o los líos con el Banco Central Europeo, para los que el banco ha tenido que contar con ayuda de abogados expertos.  

Para el proceso de despido colectivo, que inició su negociación de manera formal en octubre de 2021, Unicaja contrató a Sagardoy Abogados, el despacho que ha asesorado a todos los bancos que han llevado a cabo despidos en los últimos dos años.  

Las negociaciones se alargaron hasta finales de año y ya en diciembre el banco llegó a un principio de acuerdo con los sindicatos. El ERE le costó al banco la primera huelga de su historia– en noviembre- y se ha zanjado con la salida de más de 1.500 trabajadores.  

El socio director del despacho, Martín Godino, dirigió estas negociaciones en el mismo año que lo hizo para Caixabank, BBVA y Sabadell. Sus honorarios, desconocidos, se encuentran dentro de este fuerte repunte de gastos que refleja Unicaja. 

El banco que preside Manuel Azuaga también ha tenido que contar con asesoramiento legal en los últimos meses para desprenderse de algunos negocios heredados de Liberbank, como el de seguros. Para ello tuvo que poner fin a los acuerdos que este banco tenía con Mapfre y Aegón, y ampliar su acuerdo con Santalucía. 

También desde la fusión con Liberbank, Unicaja Banco ha vivido una crisis reputacional que se desató con la dimisión de varios de sus consejeros y que llevó incluso al Banco Central Europeo a pedir explicaciones y una rápida solución a la entidad por los problemas de gobernanza.  

No era la primera vez que esta institución llamaba la atención banco. Solo unos meses antes de cerrarse la fusión, el BCE cerró una inspección a Liberbank que terminó sacando a la luz un déficit de provisiones millonario. Una situación que llevó a Unicaja a encargar al despacho de abogados Uría Menéndez un análisis sobre dicha inspección, como adelantó El Confidencial. 

E incluso el verano pasado, la Comisión Nacional del Mercado de Valores obligó al banco que lideraba Manuel Menéndez a corregir sus estados financieros de 2020 porque el beneficio no era de 41 millones sino de 16, un 61% menos.  

El embrollo legal de Liberbank ‘pre y post fusión’ ha terminado pasando factura al banco malagueño, que como se ha comentado, ha disparado los gastos judiciales. Unos gastos que ya de por si son elevados en el sector financiero porque cada año tienen que hacer frente a numerosos litigios por cláusulas suelo o IRPH, tarjetas revolving y gastos de formalización de préstamos hipotecarios.