Los trabajadores de las filiales de Abengoa presionan para salvar sus empleos

El futuro de Abengoa está dictado. La compañía se encuentra en proceso de disolución, y ya no hay alternativas. ¿Pero qué sucederá con todas las filiales de la empresa? Sus trabajadores siguen en activo, aunque reclaman un plan de contingencia para los cientos de empleados que han quedado en el alambre. 

Y es que la matriz no tiene vuelta atrás. A finales de julio se conoció que el Tribunal de Instancia Mercantil de Sevilla desestimaba el recurso de reposición interpuesto por Abengoa contra el auto del 1 de julio por el que se declaró la disolución de su matriz, con lo que se confirma el proceso de liquidación de la compañía. Pero en paralelo queda el preconcurso que han solicitado más de 20 filiales. 

Algunos casos tienen un especial impacto por actividad e importancia de la sociedad, como es el caso de Abengoa Solar España. La compañía indicó en su momento que la solicitud del preconcurso se realizó «con el interés de mantener la continuidad de operaciones y la salvaguarda de los distintos grupos de interés confluyentes en el grupo», de cara a iniciar conversaciones con los acreedores para alcanzar un acuerdo de refinanciación para un total de 27 empresas. 

 Así, la empresa había presentado alegaciones a los informes de la SEPI, que ya había desestimado la petición de rescate público para seis filiales del grupo (Abengoa Energía, Abener Energía, Abengoa Agua, Inabensa, Abengoa Operación y Mantenimiento y Abengoa Solar España). La compañía buscaba con esta inyección un plan para garantizar su viabilidad futura y evitar un nuevo concurso de acreedores. 

Ante esta situación, los trabajadores de las filiales de Abengoa se están movilizando, en primer lugar, a través de las diversas plataformas digitales para meter toda la presión posible, y que su mensaje llegue a los destinatarios correctos. 

La importancia de las filiales de Abengoa

Los trabajadores han alzado la voz, por ejemplo, en plataformas cívicas como Change.org. Argumenta que su trabajo ha sido imprescindible durante muchos años y que, de esta manera, algunos se han lucrado del buen rendimiento que han otorgado las filiales de Abengoa. 

Asimismo, argumentan de manera pública que, pese a haber sido castigados con los múltiples escándalos que han salpicado a la compañía, ellos siempre han estado trabajando. De igual modo esgrimen la importancia que tiene en estos momentos el sector renovable dentro del engranaje productivo, algo que habría que valorar. 

Ante este panorama, las soluciones a corto plazo cada vez son menos. Hace unos días el diario La Información planteaba que el Gobierno estaba estudiando la posibilidad de vender estas filiales y sacar rendimiento de ellas en el mercado. 

No obstante, y pese a las reuniones mantenidas entre representantes del Gobierno, la administración andaluza y las empresas, todavía no hay nada claro al respecto. De esta manera, los trabajadores de las filiales de Abengoa tendrán que contener la respiración mientras ven cómo se dilucida su futuro sin poder hacer casi nada.