Jaime García (Banco Mediolanum): “Cada vez hay mayor interés por el asesoramiento profesional, incluso entre los más jóvenes”
El responsable de la Zona Sur detalla el futuro de la asesoría financiera en un contexto de nuevas políticas y el desarrollo de la IA
El responsable de Banco Mediolanum en la Zona Sur, Jaime García, ha hablado con Economía Digital para desentrañar las funciones de los asesores financieros y su labor por conseguir a sus clientes a ahorrar, con un ojo puesto en las nuevas políticas y el rol de la IA en la asesoría financiera y en el futuro de la profesión del asesor financiero por parte de las generaciones venideras.
Pregunta: ¿Por qué es tan importante la figura del asesor financiero en el momento actual de los mercados?
Respuesta-. El papel fundamental de un asesor financiero es el de apoyarnos para que tomemos las decisiones más adecuadas en cada momento, según nuestros objetivos y nuestras características. Y sobre todo para que evitemos decisiones que nos lleven a cometer errores que nos acaben perjudicando. Por eso a mayor es el nivel de incertidumbre y de complejidad del entorno, más necesario es el asesoramiento de un profesional.
Además, un asesor financiero nos ayuda a realizar una planificación financiera a largo plazo y adaptarla a medida que evolucionan nuestras circunstancias vitales. Y por supuesto, nos ayuda a reforzar nuestros conocimientos sobre finanzas personales, mercados, economía, etc. de manera que podamos tomar decisiones informadas teniendo el porqué y el para qué.
No se trata de que todos seamos expertos en finanzas, sino que tengamos claros los conceptos que son necesarios para poder gestionar nuestro patrimonio. Y en este sentido aún queda camino por recorrer: según evidencia la Encuesta de Competencias Financieras del Banco de España aún existe entre los ahorradores andaluces un elevado desconocimiento de conceptos básicos como la inflación, el interés compuesto, la diversificación o los tipos de interés. Pero las buenas noticias es que cada vez hay mayor interés por la educación financiera y por recurrir al asesoramiento profesional, incluso entre las generaciones más jóvenes.
P.:¿De qué forma puede un asesor financiero ayudar a los ahorradores a llegar a buen puerto?
R.: Dedicándoles tiempo. De entrada, definiendo con cada persona una planificación que cubra las diferentes etapas de nuestro ciclo financiero de la vida. Una planificación que se construye partiendo de un exhaustivo análisis de nuestra situación, nuestras características y nuestros objetivos. Y después acompañándolos a lo largo del tiempo, como decíamos antes, para informarles, formarles y ayudarles a tomar en cada momento las decisiones más adecuadas.
Solo con esa dedicación se puede establecer un vínculo estrecho, sólido y duradero porque la relación de confianza entre asesor y cliente se forja a fuego lento. Es curioso observar el tiempo de media que dedican los españoles a escoger un coche: unos cinco meses que incluye el paso por un mínimo de tres concesionarios de media. En cambio, cuando se trata de objetivos que pueden afectar nuestro futuro financiero, existe la tentación de dejarse llevar por la precipitación, o por modas o campañas de productos. Sin duda, es imprescindible tomarnos nuestro tiempo, primero para comprender para qué ahorramos e invertimos, y después para saber qué soluciones nos convienen para alcanzar los objetivos.
P.:¿Cómo ha evolucionado la asesoría financiera como profesión? ¿Por qué este sector supone una oportunidad profesional?
R.: Sin duda, la aparición de la Mifid —la directiva europea que regula la prestación de servicios de inversión— y su posterior evolución con la Mifid II ha permitido definir cómo debemos informar y asesorar las entidades y profesionales que nos dedicamos al asesoramiento en temas de inversión.
Esto ha permitido definir nuestro rol y diferenciarnos de forma aún más clara de la banca comercial. En un escenario más complejo y cambiante, la demanda de profesionales especializados se está dejando notar también entre los millenials y generaciones posteriores, cada vez más conscientes e interesados en controlar sus finanzas. Esto ha permitido la consolidación del asesor financiero como figura necesaria para la sociedad.
Eso supone, a su vez, una oportunidad de carrera para muchos profesionales, incluso provenientes de otros sectores, que quieran apostar por una actividad que está viviendo un fuerte crecimiento y ofrece grandes oportunidades de desarrollo y crecimiento económico y profesional. Piense que nosotros, aunque somos la primera red de España, seguimos inmersos en un fuerte proceso de selección para incrementar nuestros número de profesionales y poder así dar respuesta a la creciente demanda de asesoramiento.
P.: ¿Por qué es tan importante cuidar la relación del asesor financiero con su cliente? ¿De qué forma se realiza un asesoramiento financiero activo desde Banco Mediolanum?
R.: Por un lado, el cuidado se realiza a través de un acompañamiento constante y recurrente en el tiempo. Estando al lado del cliente de forma continua. El Family Banker, que es como llamamos a nuestros asesores en Banco Mediolanum, es siempre la misma persona. Eso permite que ambas partes se conozcan bien y que el ahorrador pueda transmitir al profesional sus inquietudes y objetivos personales. Se convierte así en una especie de ‘médico del ahorro’ al que recurrir cada vez que tenemos dudas o queremos proyectar e impulsar nuestras finanzas. En segundo lugar, la planificación es flexible y adaptable a las circunstancias y planes de cada persona.
P.: ¿Cómo afecta la IA y los últimos desarrollos tecnológicos al papel del asesor financiero? ¿Qué nuevos retos ha supuesto?
Sin duda, la tecnología va a aumentar la eficiencia de la relación entre el asesor y el cliente, porque va a mejorar el análisis, el seguimiento o la valoración de mercados, etc. pero el factor humano es insustituible. Como dice nuestro director comercial, Salvo La Porta, mientras seamos humanos necesitaremos apoyarnos en personas de confianza, que empaticen con nosotros, para que nos apoyen en la toma de las decisiones importantes.
Nuestro cometido como profesionales del asesoramiento financiero personalizado es ayudar al ahorrador a gestionar el impacto de las emociones en sus decisiones financieras, especialmente en escenarios de volatilidad e incertidumbre. Y a pesar de la evolución tecnológica, el factor humano sigue siendo clave en el asesoramiento financiero.