José Elías pierde 75 millones con Ezentis y sus renovables en lo que va de año
Uno de los directivos de moda del sector renovable no ha sido capaz de reflotar como máximo accionista a la empresa de infraestructuras
La apuesta millonaria de José Elías por Ezentis y Audax Renovables estaba más que justificada. El directivo que se ha hecho célebre por su aval económico a Joan Laporta para el acceso a la presidencia del FC Barcelona, ahora ve resentida dos de sus principales inversiones. Por un lado, el operador de infraestructuras y telecomunicaciones ha sufrido el revés de la Sepi para refinanciar su deuda; y por otro, su compañía de renovables no alcanza un punto adecuado de estabilidad.
En consecuencia, José Elías ha perdido un total de 75 millones de euros en el conjunto de sus participaciones en Bolsa entre Ezentis y Audax en lo que va de 2023. Por lo que respecta a la compañía sevillana, que llevaba un tiempo con grandes apuestas por la propia energía, así como la tecnología 5G, ha pasado de valer 0,209 euros/título a principio de año, a cerrar con 0,112 €/título antes de que fuese suspendido en el parqué.
Elías posee el 28% de Ezentis, y era una apuesta por una compañía que en los últimos años caminaba en el filo del alambre, aunque parecía enderezar el rumbo. En concreto, a finales de 2020 aseguraban desde la compañía que estarían en disposición de alcanzar los 1.000 M€ de facturación en los próximos ejercicios, gracias a la irrupción del 5G, así como el desarrollo de proyectos relacionados con la energía. Pero no ha tenido el retorno esperado.
Con Audax la situación es similar, aunque la implicación es mayor. Es propietario de más del 60% de la compañía, y su continua caída en Bolsa también le ha dejado un agujero de 62 M€ con respecto al valor que tenían las acciones a principio de año.
En el caso de la compañía de renovables, la volatilidad en Bolsa se debe a la propia incertidumbre que existe en el mercado energético desde el pasado verano con las tensiones geopolíticas que se iniciaron en Ucrania con el gas de fondo, y que ha acabado afectando a todo el sector. Y eso incluye a las renovables.
El golpe de Ezentis
El último gran disgusto para José Elías ha venido con Ezentis. La compañía ha confirmado que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) ha desestimado su petición de rescate de 70 millones de euros por exceder los plazos procedimentales, por lo que la compañía analiza otras alternativas para refinanciar su deuda.
Este rechazo se debe, según explica Ezentis en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a que el plazo de alegaciones al expediente propuesto por la SEPI hace «inviable» que este se pueda aprobar en el plazo establecido para conceder las ayudas del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, que finaliza el 30 de junio.
La compañía y los sindicatos consideraban «fundamental» esta ayuda para solventar su delicada situación patrimonial, con un saldo negativo de 160 millones de euros, y su deuda. Ezentis había conseguido que sus acreedores suspendieran algunas obligaciones hasta que se determine el futuro del rescate y el lanzamiento de un plan estratégico.
Ezentis adeuda más de 150 millones de euros, con el grueso de vencimientos situado este año. Entre las entidades acreedoras se encuentran los fondos Arcano y Muzinich, así como un grupo de bancos formado por BBVA, Banco Pichincha, Banco Santander, Caixabank y EBN. La firma cuenta con más de 8.000 empleados, la mayoría de ellos en España.
La trayectoria de José Elías
La vinculación de José Elías con la luz viene de familia. Su padre tenía un taller de lampistería y electricidad. Aún conserva el cartel de chapa en su oficina. Apenas cumplida la mayoría de edad, José Elías fundó su primera empresa de instalaciones. Catorce años después, con la liberalización del mercado eléctrico en España (2009), entró en el sector a través de la comercializadora de luz y gas Orus Energía. En el primer bienio logró suficiente crecimiento orgánico como para comprar Audax Energía. A partir de ahí, el despegue final. Tanto es así, que en la actualidad cuenta con su propia compañía de helicópteros.
Para este ingeniero técnico industrial, 2016 supuso un antes y un después en su negocio. Por un lado, lanzó una opa sobre la cotizada Fersa Energías Renovables, alcanzando el 70,86% del capital de la compañía cotizada y convirtiéndose así en la filial de generación renovable del Grupo Audax.
Por otro lado, el Gobierno de Mariano Rajoy realizó las subastas para introducir nueva energía renovable en el sistema eléctrico y así asegurar el cumplimiento del 20% en 2020. Como guinda a título personal, recibió el Premio Joven Empresario del Año, galardón que concede anualmente la Asociación de Jóvenes Empresarios de Cataluña (AIJEC).
Tres años antes comenzó la internacionalización del grupo con su salto a Portugal. A día de hoy, está presente en siete países europeos (España, Portugal, Italia, Alemania, Polonia, Holanda y Francia) y Panamá. El último en incorporarse a la cartera de la compañía catalana ha sido Holanda. En 2017, Audax Energía compró el 71,79% de la comercializadora MAIN Energie, la cuarta nacional y centrada en pymes y el segmento inmobiliario.