D-uñas duplicará sus aperturas y abre mercado en Chile
Los salones de belleza andaluces esquivan la crisis y la subida de la energía y prevén facturar un 10% más este año
Lo habitual, cuando uno es profeta en su tierra, es replicar en otros destinos el modelo de éxito. El mercado natural de los emprendedores andaluces para crecer ha sido, y es, Latinoamérica. Precisamente por razones de idioma y cultura, la apertura de filiales allí resulta menos compleja. A veces, en cambio, la situación se invierte y es el modelo americano el que triunfa en nuestro país.
Pese a surgir en España, los salones de belleza de la franquicia D-uñas han encontrado en México, Panamá, Argentina o Colombia tal receptividad que ha espoleado su expansión. De hecho, la compañía que preside Mery Oaknin cuenta al otro lado del Atlántico con una red formada por 100 locales.
Tras consolidarse en el nuevo Mundo, se da el curioso caso de que la mayor parte de nuevas aperturas en el mercado nacional están protagonizadas por emprendedores que han llegado a España procedentes de estos países buscando una ventana de oportunidad. Para ellos, la franquicia constituye “una marca reconocida y que les inspira confianza para invertir”, subraya su CEO. Este efecto boomerang está sustentando buena parte del despliegue doméstico, donde ya poseen 80 locales. Tanto que representan el 30 % de los nuevos inversores.
D-uñas son centros especializados en el cuidado de manos, pies y uñas en régimen de franquicia. Su matriz es D-Beauty Group y su sede social se encuentra en la ciudad de Málaga.
El primer semestre ha cumplido las previsiones iniciales. De hecho, han incorporado 15 nuevos locales. De momento, no les está afectando la inflación ni el encarecimiento energético. Un desfase que han equilibrado con una subida “razonable de los precios que no hemos notado en la demanda”. Confía en sumar la misma cantidad de locales en lo que resta de ejercicio. Esto supondría crecer un 20 % y duplicar el avance de 2021 cuando “aún persistían los efectos de la pandemia”. A nivel de facturación, este crecimiento orgánico les permitirá aumentar sus ventas un 10 %.
El destino más dinámico es España, con doce aperturas. Le siguen México, con diez, y Argentina, donde hay previstas cinco. Con todo, acaban de aterrizar en Chile, mercado que podría aportar nuevos locales. La compañía tomó la decisión después de detectar “la suficiente demanda para plantearnos el aterrizaje”.
En Latinoamérica, los países con mayor presencia son México, Panamá, Argentina, Brasil y Colombia, por este orden. No obstante, Oaknin deja claro que la apuesta por España “es clara” si bien reconoce que existe un fuerte plan de expansión en México de la mano de un grupo inversor, del que no ha querido desvelar su identidad. Está convencida de que “el crecimiento de locales se alimenta de una demanda femenina que ha cambiado de hábitos y que prioriza, mucho más que antes, el cuidado y la belleza corporal”.
Líderes en su segmento
Dentro de las franquicias de belleza personal con atractivo para invertir, no hay demasiados players. Las más destacadas son Centros Ideal, Nails Factory, Sundara, y Nära Life&Beauty, además de las vinculadas a la peluquería como la veterana Llongueras, así como Oh My Cut! y Carlos Conde Peluqueros.
“Actualmente, somos líderes en nuestro segmento”, subraya Oaknin. La cofundadora cree que los competidores más directos no están creciendo en la misma medida al basar su modelo de negocio únicamente en el precio. “En realidad, las franquicias que priorizan este factor están sufriendo las consecuencias debido a que no pueden mantener sus ofertas”.
La empresaria defiende un modelo de éxito basado en la sostenibilidad, la innovación, además de la salubridad y seguridad. No en vano, cuentan con una línea de belleza propia denominada Ecobeauty que reúne productos respetuosos con las personas y el medioambiente. Implantada hace cinco años, esta familia de referencias constituye más del 90 % de su catálogo de cuidado corporal.
Modelo de negocio
La inversión media para abrir un local oscila entre los 25.000 y los 35.000 euros. Se trata de una franquicia que requiere baja inversión por lo que “es atractiva para el autoempleo”. A nivel de calle, la superficie mínima es de 25 metros cuadrados, aunque puede alcanzar los 70 metros. También existe un modelo tipo stand, mucho más pequeño y enfocado a centros comerciales. Las localizaciones preferentes son zonas de alto tránsito comercial y donde existe comercio por impulso. “Con ello se consigue que el grado de capilaridad de la marca sea elevado”.
Un poco de historia
D-uñas nace en 2004 de la mano de Mery Oaknin y Sandra Benzaquen, dos socias afincadas en Ceuta y Melilla. Ambas poseían una larga experiencia como directivas en grandes compañías. No obstante, su profundo espíritu emprendedor las empuja a dejar su estabilidad y lanzarse al sector de la franquicia; más concretamente al de la belleza corporal. Un año más tarde, abrían su primer local en Málaga bajo el concepto D-uñas, ciudad donde todavía figura su sede social.