Lujo residencial en Marbella: los millonarios tecnológicos recogen el testigo de jeques y oligarcas
Los millonarios tecnológicos se convierten en un cliente emergente para el segmento de lujo en la Milla de Oro
Un Jaguar i-Pace eléctrico se detiene frente a la puerta de una moderna y elegante mansión. Antes de acceder al recinto privado de La Zagaleta, el conductor ha despertado las suspicacias del equipo de seguridad. Del vehículo desciende un ejecutivo que frisa los cuarenta. Viste unos vaqueros ajustados de color índigo, una camiseta de tono gris. También calza unas zapatillas lanvin low-tops. Visita por primera vez su vivienda tras una operación de compra por la que ha desembolsado 10 millones de euros.
Este prototipo de millenial rico se ha convertido en el nuevo cliente ultraprime de la Costa del Sol. Se trata de un ejecutivo vinculado a las nuevas tecnologías, por lo general, más joven e informal que los clientes habituales, y cuya fortuna proviene de las telecomunicaciones, las start ups, o bien las criptomonedas. “Este nuevo inversor no busca el lujo ostentoso sino otras cosas”, nos explica el director de Residencial y Suelo de Urbania International, Ignacio Peinado.
Tampoco ha llegado para desplazar a los tradicionales multimillonarios, un grupo heterogéneo formado por oligarcas, presidentes de banco o jeques árabes. De hecho, convive con ellos. Para ser más exactos, esta tipología responde a un cambio de paradigma en el mundo de la empresa.
Nuevos vientos que suscitan un nuevo estilo y también un cambio de gustos en el Triángulo de Oro que se extiende entre Estepona, Marbella y Benahavís. Esta evolución también ha sido detectada por Engel&Völkers, inmobiliaria radicada en Marbella. “Tenemos una alta tasa de personas jóvenes de entre 35 y 45 años que provienen de la tecnología”, asegura su directora General, Smadar Kahana.
En su opinión, la inversión inmobiliaria se ha convertido en una apuesta económica segura y atractiva para estos clientes que “se desenvuelven en un mundo –el de la tecnología- que cambia y evoluciona radicalmente”. Incluso la implantación del teletrabajo en muchos países del Norte de Europa ha modificado las reglas. De este modo, el millenial rico “se ha dado cuenta de que puede llevar su empresa desde la Costa del Sol y viajar a su país de origen cuando sea necesario”, explica la directora de Kensington Finest Properties International en Andalucía, Carolina Pallarés, especializada en viviendas de lujo.
Marbella, una marca imbatible
La guerra en Ucrania, no ha desalentado a los inversores. Más bien ha tenido el efecto contrario. “Lo que podía haberse convertido en un problema para el sector ha reforzado el interés por parte de compradores centroeuropeos y de Europa del Este”, prosigue la experta. No en vano, España ofrece una alta seguridad, buen equipamiento y queda bastante alejada de la zona de conflicto.
Por lo que respecta a la Costa del Sol, su conectividad y calidad de vida son “difícilmente replicables”. A estos argumentos se unen otros muchos. “Una experiencia de ocio, cultura y educativa que invitan a vivir”, añade el responsable de Urbania International. En el caso de Marbella, se añaden atributos extra. “Una glamurosa ciudad costera con exclusivos clubes nocturnos, el Marbella Club Hotel, Puente Romano Beach Resort y un estilo internacional que lleva décadas atrayendo a famosos, presidentes y reyes”, enumera Kahana. Otro de las ventajas, es su particular microclima, casi una burbuja paradisíaca, con veranos suaves e inviernos cálidos.
Los nórdicos: a golpe de talonario
Aunque no hay una nacionalidad que predomine claramente, los inversores de los Países Nórdicos son los más dinámicos. Tanto Kensington como Ernest&Völkers coinciden en que lideran las operaciones de mayor volumen. En concreto, los suecos desembolsaron 5.233 euros el metro cuadrado en 2020. Los alemanes ocupan el segundo lugar en la demanda seguidos por franceses, belgas y británicos. Respecto a éstos últimos, los expertos observan una tendencia a la baja que Ernest&Völkers atribuye este pequeño bache al efecto Brexit. No obstante, su directora está convencida de que “este mercado se ha estabilizado”.
Los precios siguen al alza dentro del nicho premium. El director de Residencial y Suelo de Urbania se justifica. “Existe poca oferta en el Triángulo de Oro y no se está ofreciendo producto nuevo ya que, en el mercado del lujo, las zonas están ya consolidadas y ofrecen poco margen de crecimiento”. Este encorsetamiento de la oferta ha provocado que el destino marbellí se haya ampliado paulatinamente. Tanto que el cliente extranjero percibe el conjunto formado por Estepona, Ojén, Istán y Benahavís “como un todo”, precisa la directora de Kensignton Andalucía. Pese a ello, afloran desarrollos urbanísticos como Earth, un nuevo proyecto de lujo sostenible que prevé construir 28 apartamentos de máximo lujo.
El ruso, un cliente en franca retirada
El cliente ruso ha ido desapareciendo de las primeras posiciones del ranking tras el veto a sus transacciones financieras. Y, aquellos que siguen mostrando interés, encuentran numerosas dificultades porque “las nuevas normativas están poniendo en peligro las negociaciones para la adquisición de bienes inmuebles”, apunta Kahana. Sin embargo, los que ya son propietarios juegan con cierta ventaja pues su villa de lujo en Marbella no pierde valor “e incluso puede revalorizarse”, añade la experta. También se da una tercera tipología, la de aquellos millonarios rusos con residencia y finanzas domiciliadas en nuestro país. En tales casos, no tienen problemas.
Un nuevo nicho de precio: ultraprime
Los precios en el segmento de lujo siguen en niveles máximos y sin atisbo de moderación puesto que no dependen de la financiación. En este sentido, “es difícil prever su evolución”, señalan desde Tinsa. De hecho, ha surgido un nuevo nicho que hace unos años constituía un producto excepcional: el ultraprime.
En la actualidad, se están normalizando propiedades de hasta 10 y 12 millones de euros. Para estos expertos, “el componente de inversión ha impulsado este mercado”. Este segmento está claramente abanderado por La Zagaleta y Sierra Blanca. La primera se encuentra en el término municipal de Benahavís, aledaño a Marbella. Se trata de un lugar idílico, realmente protegido que escapa, incluso, al control de Google Maps. Es, posiblemente, la zona residencial más cara de Europa junto a Sierra Blanca, en Marbella.
El abanico de precios va desde los 5-6 millones de euros hasta “un techo máximo de venta de 15 millones en la villa más cara”, apunta la directora de Engel&Völkers Marbella. La demanda en este exclusivo refugio es clara “porque hay poca oferta”, apunta Ignacio Peinado. De hecho, “los vendedores tienen la sartén por el mango cuando hablamos de precios y ritmos de venta”, concluyen desde Tinsa, sociedad de tasación con larga trayectoria en el mercado español.