El aguacate cruza un punto de no retorno mientras el mango resucita
La sequía se ceba con el aguacate pero auspicia una cosecha histórica de mango
La lluvia ni está ni se la espera, especialmente en la Axarquía y la Costa Tropical, el mayor núcleo de explotaciones dedicadas al cultivo de frutas subtropicales. Los últimos informes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) parecen confirmar los peores vaticinios ya que prevén un otoño más cálido y caracterizado por una menor pluviometría, especialmente, en aquellas zonas donde está instalada la sequía. Para más inri, el Embalse de la Viñuela, que suministra a los regantes de la Axarquía, está al 11,14 % de su capacidad, según los últimos datos de la red Hidrosur de la Junta de Andalucía.
La cosecha de aguacate para 2022 será una de las más bajas que se recuerdan. En el caso de la provincia de Málaga –la principal productora- la caída oscilará entre el 40 y el 50%. No obstante, este desplome se suavizará en otras zonas como Huelva y Cádiz donde las bajadas se quedarán en el 20%, calculó el presidente de la Asociación Española de Tropicales (AET), Domingo Medina. Como resultado, la próxima campaña rondaría las 20.000 toneladas
Para el gerente de Trops, una de las principales compañías de subtropicales del país, Enrique Colilles, “el punto de inflexión lo hemos cruzado ya”, refiriéndose al efecto que la sequía tendrá en la próxima cosecha junto a la falta de soluciones para solventar la escasez hídrica. A esta tormenta perfecta en términos climáticos, se ha unido el fenómeno de la ‘vecería’. Esto es: a un año de gran cosecha sucede otro de menor producción. “En 2021, los árboles de aguacate tuvieron mucha carga y este año está siendo todo lo contrario”, explica Medina.
“El punto de inflexión lo hemos cruzado ya”
Como contrapartida, la campaña de mango va camino de ser histórica a nivel cualitativo y cuantitativo. La recolección, que arrancó en agosto, se prolongará hasta el mes de noviembre. Empresas y productores estiman una horquilla de subida de entre el 20 y el 30 %. “Parece que el estrés hídrico provocado por la falta de agua ha beneficiado a la calidad del fruto final”, apunta Colilles. De este modo, podrían rozarse las 40.000 toneladas. En este caso, Málaga concentra más del 85 % del volumen mientras la costa granadina contribuye con el resto.
22.000 hectáreas de subtropicales
En general, la producción de tropicales en Andalucía que incluye aguacates, mangos, chirimoyas y nísperos rondará las 60.000 toneladas, un 20% menos debido, fundamentalmente, al desplome de los primeros. La superficie total destinada a estos cultivos en Andalucía asciende a 22.000 hectáreas, de las que unas 16.000 corresponden a aguacates. Las provincias con mayor superficie son Málaga seguida a gran distancia por Granada y Cádiz. Las explotaciones son, principalmente, minifundios y hay contabilizados un total de 5.000 agricultores.
Medidas paliativas
La Junta de Andalucía ya ha iniciado los trámites para instalar una desaladora en la zona de la Axarquía después de que el pasado 26 de julio se publicara en el BOJA la solicitud de la multinacional Acciona. La capacidad de la infraestructura será de 25 hectómetros cúbicos al año, lo que permitiría solventar los problemas de suministro tanto de la población como de los regantes. Colilles lamenta que el proyecto no pueda estar listo ni a medio ni a corto plazo, “que es cuando más se necesita. Si se hubiera trabajado previamente sería una solución viable. Ahora ya no lo es”. Por este motivo, aboga por desaladoras portátiles parecidas a las que ya están funcionando en la isla de La Palma, en Canarias. “En el inmediato plazo es la solución más factible”.
De momento, la única iniciativa puesta en marcha fue la reapertura días pasados de la planta de bombeo ‘La Rosaleda’ ubicada en Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) El Atabal. Su remodelación ha permitido, según la Consejería de Agricultura, duplicar el caudal de agua regenerada con destino a la ETAP El Trapiche en Vélez-Málaga (La Axarquía). Con ello, se pasará de los actuales 200 a 400 litros por segundo. Una actuación de emergencia que pretende aliviar la situación de una de las comarcas andaluzas más asfixiadas por la falta de lluvias.
También está pendiente la conexión de los pozos del río Chíllar, en Nerja, con el Pantano de la Viñuela, una reivindicación histórica de los regantes y solicitada, insistentemente, por los responsables de Aguas y Saneamiento de la Axarquía (Axaragua). Según expresó su vicepresidente, Gregorio Campos, podría aportar a la red unos 5,3 hectómetros cúbicos anuales.
En el caso del aguacate, la sequía ha forzado a muchos agricultores de la citada comarca a arrancar árboles para mantener la pervivencia del resto de sus cultivos. “Aunque está práctica se está produciendo, no es tan drástica como la pintan los medios. En algunos casos, se trata de actuaciones para rejuvenecer las explotaciones”, aclara el presidente de la AET.