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El gobierno de coalición de PSOE y Podemos ya ha servido su primera ración de venganza. Molesto porque Iglesias filtró el nombre de sus ministros, Pedro Sánchez ha reaccionado queriendo preservar su autoridad como presidente. ¿Cómo? Colocando a una vicepresidenta inesperada, Teresa Ribera, para desdibujar a Iglesias.
La Plaza de esta semana, conducida por Juan García y con la participación de Xavier Bru de Sala y Marcos Pardeiro, dedica sus 30 minutos a analizar los primeros pasos de un gobierno de coalición con trazas de ser gobierno de colisión.
Los comentaristas de La Plaza se detienen en el deterioro político y económico que amenaza a España en este mandato y ofrecen algunas pistas sobre cuáles son las verdaderas preocupaciones del presidente del Gobierno.
No faltan las alusiones al escenario en Cataluña, siempre turbulento, y ahora condicionado por el futuro político del (ex)diputado Quim Torra, quien se resiste a tomar la puerta de salida pese a la claridad con que se están pronunciando los tribunales.