Los distribuidores dan por hecho que el nuevo Pive será de 1.500 €

La patronal de los concesionarios ha instado hoy al Gobierno a aprobar cuando antes una nueva edición del plan de ayudas a la compra de vehículos. Según ha revelado hoy Faconauto, en palabras de su presidente Jaume Roura, las negociaciones con el ejecutivo están encaminadas, y esperan que «pueda ser anunciado la semana que viene». Este anuncio coincidiría con el congreso de los distribuidores –que tendrá lugar el próximo fin de semana en Barcelona– y el consiguiente Salón del Automóvil, que comienza el día 9, también en la capital catalana.   

Los concesionarios prevén que la ayuda a los compradores se reduzca en la octava edición del plan PIVE, pasando de los 2.000 euros actuales a 1.500. Hay que recordar que dentro de esta cantidad, la mitad es aportada por las arcas públicas y la otra mitad por los concesionarios y marcas, por lo que el gobierno pondría sobre la mesa 750 euros por cada automóvil. Esta ayuda está supeditada a la entrega de un vehículo antiguo con diez años de antigüedad.   

Frenazo a la tendencia positiva

Para argumentar la necesidad de este plan, los empresarios del automóvil ponen sobre la mesa los datos de abril, en el que se prevé una caída en las ventas tras 25 meses consecutivos de crecimiento. En lo que va de mes, en España se han vendido 45.587 vehículos, el 15,8% menos que en el mismo periodo del año anterior (aunque la previsión para final de mes es que la caída ronde el 6%). Los concesionarios creen que el agotamiento del plan PIVE es la causa de esta caída.

Según los distribuidores y en términos anuales, la posibilidad de llegar al millón de ejemplares vendidos (en 2014, la cifra fue de 855.000 unidades), pasa por la aprobación del PIVE 8. Sin él, los empresarios calculan que esta cifra no pase de los 950.000 vehículos vendidos. Hay que recordar que la tendencia positiva registrada en los últimos meses estuvo precedida por una caída del 65% a causa de la crisis. «Un tsunami que ha llevado al cierre a cerca de 1.300 pymes», según ha comentado Roura.  

Para la patronal de concesionarios, sería necesario volver a cifras de 1.200.000 ejemplares vendidos para recuperar una cierta estabilidad en el sector, que asegure los empleos en estas empresas.

Deudas de la administración

A pesar de que la mitad de las ayudas a la compra de vehículos debía ser aportada por el Estado, en los últimos meses este dinero ha sido adelantado por los concesionarios. Según Faconauto, el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) ha empezado a liquidar los pagos la semana pasada, tras recibir el visto bueno del Ministerio de Hacienda.

De los 175 millones adelantados por los empresarios, por el momento se han solventado deudas por un valor de 33 millones, ha revelado hoy la patronal. «Llevamos meses haciendo de financieros del PIVE», ha lamentado Jaume Roura. Faconauto espera que el pago de estas deudas coja ritmo durante las próximas semanas.

Reconfiguración del mercado

La caída de la subvención pública en la compra de vehículos –prevista para el PIVE 8– no ha pillado por sorpresa a la patronal, que reconoce la imposibilidad de prolongar estas ayudas indefinidamente. Por esa razón y ante el impacto de la crisis en el sector, el máximo representante de los concesionarios españoles ha insistido en la necesidad de cambiar un modelo de negocio que, según sus palabras, «está obsoleto».

«Para ello es necesario cambiar el tipo de distribución» y dotar de estabilidad a estas empresas. Para lo cual es necesario «que los costes fijos no nos coman», ha asegurado Roura.

La decisión de trasladar el congreso anual de concesionarios a Barcelona, que acogerá este evento el próximo fin de semana, va en la línea de esta transformación. Será el primer congreso que la patronal celebre fuera de Madrid. Una iniciativa que pretenden mantener en los próximos años, con el objetivo de que los empresarios tengan un punto de encuentro y de discusión que facilite la transformación del sector.