Rato se refugia en su gestión al frente de Bankia
El ex ministro elude responsabilidades como impulsor de la burbuja inmobiliaria
Hace ya algunos años. Corre el 2002. El Gobernador del Banco de España Jaime Caruana tiene un informe. Y le comunica a Rodrigo Rato, ministro de Economía, que los activos inmobiliarios están sobrevalorados, y que las entidades financieras deberían rebajar la oferta de crédito. Silencio. No hay respuesta. O, mejor dicho, Rato pide explicaciones por ese informe. No interesa. El Estado ingresa mucho dinero.
E la nave va.
Pero Rodrigo Rato, años después, este mismo lunes, responsabiliza a los organismos de supervisión por los males de las entidades, por no haber alertado, o tomado decisiones que impidieran escándalos como los protagonizados por las acciones preferentes, que han dejado a muchos españoles sin ahorros.
Reducir y reducir
Rato, en todo caso, ya explicó su versión sobre su gestión al frente de Bankia en el Congreso. Y no entendía muy bien qué debía decir en el Parlament, en una comisión de investigación que llega tarde. Pero Rato, lejos de refugiarse en su condición de “querellado” en el asunto de Bankia, respondió a las preguntas de los diputados, con mayor o menor parquedad, eso sí, en función de los comentarios de los diputados.
Y lo que hizo Rato este lunes es defender su gestión al frente de Bankia, al entender que sus planes podían haber tenido éxito. A preguntas de Pere Aragonés, de ERC; de Josep Vendrell, de ICV; o de Jordi Fernández, del PSC; Rato asumió su responsabilidad en la gestión de la antigua Caja Madrid durante los dos años y medio que permaneció en la cúpula.
Consideró que las medidas que tomó para sanearla “fueron acciones tomadas para aumentar provisiones, reducir peso del balance, reducir oficinas, reducir plantillas”, todo enfocado a reducir. Todo lo contrario a lo vivido en su etapa de ministro, cuando las entidades se expandieron, ofrecieron crédito sin límite, sin ninguna orden para hacer lo contrario, pese al Banco de España.
La situación de los inversores
Rato quiso recordar que otras cuestiones, como la fusión con la CAM, o la salida de Bankia a bolsa, las impulsó “el regulador” o leyes del Gobierno. Y, sobre la venta de preferentes, que afectaron a unos 83.000 pequeños inversores, Rato insistió en que su comercialización se hizo antes de acceder él a la gestión.
No entró en nada más. No valoró si pocas o muchas familias perdieron sus ahorros o fueron desahuciadas, aunque rechazó el número –«no comparto que esa sea la cifra»– de “80.000 familias” que se quedaron sin casa, según el diputado de la CUP, David Fernández.
Rato hablo de gestión, de sus planes en Bankia, y se limitó a recordar lo que ya había dicho en el Congreso, o sus declaraciones judiciales.
Déficit exterior
Sí quiso valorar, sin embargo, las causas por las que España entró en una grave crisis económica, que achacó a los socialistas, aunque sin mencionar al PSOE directamente.
La idea de Rato es que la señal más importante para ver qué pasa en un determinado país es su déficit exterior. Y aseguró que era del 2,5% en 2002, y, por tanto, manejable. Y que creció exponencialmente en la segunda mitad de los 2000. Pero en 2002 ya era del 4%. Y en 2004 del 6%. Llegando, ciertamente, al 10% en 2007.
La gestión de Goirigolzarri
La comisión, por la que han pasado otros directivos, como Narcís Serra, también escuchó al actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y al ex presidente de Caixa Laietana (que se integró en Caja Madrid, luego Bankia), Josep Ibern.
Goirigolzarri defendió al actual equipo gestor de Bankia, por aportar «profesionalidad», lo que, a su juicio, se traduce en representantes con conocimientos financieros e independencia.
El directivo explicó que, cuando asumió el cargo el 9 de mayo de 2012, tras la dimisión de Rodrigo Rato, reformó al equipo del Grupo BFA-Bankia, incluyendo a representantes de la entidad en empresas subsidiarias, que vieron, finalmente, reducido su número y dietas.
Y, preguntado por el diputado de ERC, Pere Aragonès, sobre si Bankia llegará a tomar acciones contra los anteriores gestores si la Audiencia Nacional confirma que hubo indicios de delito, aseguró que esperará cómo evoluciona el caso: “Vamos a esperar a ver cuáles son las conclusiones de la Audiencia Nacional y entonces analizaremos”.