Rajoy reclama a Mas que no convoque el 27S
El jefe del Ejecutivo considera que unas nuevas elecciones pueden lastrar el crecimiento y que el futuro es la Europa unida
Mariano Rajoy lleva tres años sin moverse en los «asuntos» relacionados con Cataluña. El PP considera que ha sido una buena decisión. Incluso desde CiU, desde los sectores más críticos con las tesis soberanistas que ha impulsado el President Artur Mas, se entiende la posición de Rajoy, aunque no se comparta.
Y ahora, a pocos meses de las elecciones generales, el jefe del Ejecutivo seguirá anclado en su pasividad.
Lastrar la economía
Los empresarios, reunidos en el foro del Círculo de Economía, aunque distantes con el proyecto de Mas, expresan su disconformidad con esa posición de Rajoy. Y Antón Costas, siempre pendiente de esas inquietudes, ha buscado un punto intermedio, esa tercera vía que sigue sin vislumbrarse, por lo menos, si debe llegar desde las filas del PP.
La idea de buscar un encaje, de reformar la Constitución para blindar las competencias propias de la Generalitat de Cataluña, ampliamente compartida por la sociedad catalana, según Costas, todavía no está en la mesa de Rajoy.
El mensaje que quería trasladar el presidente del PP en Sitges es que Mas se podría «equivocar de nuevo». Por ello, le ha reclamado que no convoque elecciones el 27 de septiembre. «Son muchas elecciones en poco tiempo, y unos nuevos comicios podrían lastrar el crecimiento económico», ha asegurado Rajoy, quien ha sostenido en varias ocasiones que la política económica que ha impulsado el Gobierno ha beneficiado especialmente a Cataluña.
La política económica beneficia a Cataluña
«Creo que le ha venido bien a Cataluña, que se ha mostrado más dinámica, teniendo en cuenta que el aumento de las exportaciones está siendo del 6,4%, cuando en el resto de España es del 4%».
Rajoy sigue sin moverse. Entiende que es necesaria una reforma del modelo de financiación autonómica, y que se abordará en la próxima legislatura, pero para el conjunto, «y siempre que nos pongamos todos de acuerdo».
En esa consideración, el jefe del Ejecutivo se ha explayado. Las características de cada autonomía son distintas, y será necesaria una negociación larga. Calabazas, por tanto, por ahora, a los más optimistas sobre esa cuestión.
Nostalgia del bipartidismo
El presidente del PP se prepara para esas elecciones generales, con el único estandarte de la recuperación económica, admitiendo que deberá corregir actitudes y que el paquete que se aprobó en el Congreso para combatir la corrupción debería tener eficacia.
Eso sí, y en ese caso se demuestra su temor, Rajoy lamentó, «aunque no es mi tema», que el PSOE hubiera perdido también muchos votos en las elecciones del pasado domingo. El PP sigue pensando en que el bipartidismo debería tener una mayor vida, sin atender al nuevo panorama que se ha creado en toda España con los nuevos partidos, y que podrían facilitar un cambio de gobierno liderado, curiosamente, por los socialistas.