Pujol ‘pasa’ de los diputados: «Dicen, dicen, dicen, sin fundamentar nada»
El ex President asegura que "sinceramente", y desde el punto de vista judicial, se siente "muy tranquilo"
El ex President Jordi Pujol tenía un guión, y lo ha seguido, pero no ha podido evitar entrar al trapo ante las preguntas de los diputados en la comisión del fraude. La situación ha desatado los nervios de su abogado, Cristóbal Martell, que iba siguiendo los folios asignados al mismo tiempo que los leía Pujol, no fuera el caso que se saliera por la tangente.
Pujol, en todo caso, siguiendo los consejos de sus letrados, no ha ofrecido detalles sobre las preguntas formuladas por los diputados que, esta vez, a diferencia del 26 de septiembre, han querido ser más comedidos, pero también más precisos.
Desde Oriol Amorós, de Esquerra, a Isabel Vallet, de la CUP, pasando por Jordi Terrades, del PSC o Carlos Carrizosa, de Ciutadans, o Marc Vidal, de ICV, todos los diputados han medido sus palabras para no ofrecer argumentos al President, sobre un posible circo político. Todos han insistido en la «naturaleza real» del dinero oculto durante 34 años en una cuenta en Andorra, y en el conocimiento de Pujol de los negocios turbios de sus hijos.
«No hay nada fundamentado en esta comisión»
Y Pujol, fiel a Martell, iba despejando todos los balones, aunque con algunos comentarios, como coletillas, que se han concretado, finalmente, en un «dicen, dicen, dicen, sólo apuntan y aseguran que tal o cual dice, sin que se fundamente nada».
Especialmente duro con la joven diputada de la CUP, Isabel Vallet, aludiendo a una sordera «que muestra las miserias humanas», Pujol ha evitado explicar nada más de lo ya ofrecido en su confesión del 25 de julio, de su comparecencia en el Parlament el 26 de septiembre, y de su declaración judicial del 27 de enero. «En esta comisión no se ha fundamentado nada, y para realizar una aseveración hay que documentarla», ha asegurado Pujol, que ha insistido en que su obra de gobierno, la de los 23 años como President, «se valorará de forma positiva».
Esa es la preocupación, todavía, de Pujol, que sólo reclama ya que esa valoración se haga «a su debido tiempo, y en otro escenario», diferente a la comisión de investigación del Parlament. Pero también ha considerado, tal vez se le ha escapado, al pronunciarla de refilón tras una pregunta del ecosocialista Marc Vidal, que «desde el punto de vista judicial, sinceramente, me siento muy tranquilo».
La situación judicial, prioritaria
Pujol ha venido a constatar en el Parlament, pasando ya de los diputados, que sólo le interesa su propia situación judicial, Martell mediante, y que todo lo que se ha dicho sobre el posible origen fraudulento de ese dinero en la cuenta de Andorra «se deberá probar». Vallet le ha tomado la palabra, al reclamarle que su versión «también se debe probar».
Por ello, todos los diputados le han pedido que desvelara el origen de esa presunta herencia de su padre, con una prueba de la «deixa» o legado de su padre. Pero Pujol se ha remitido al acta notarial que ofreció en sede judicial, que no prueba, sin embargo, la cuantía total que recibió, presuntamente, de su padre.
«No es mi estilo cambiar de coche»
Marc Vidal ha sido el diputado que le ha sacado de sus casillas, al recordarle las relaciones con el juez Pascual Estivill y el empresario de la Rosa. Y cuando le ha pedido porqué no declaró la vivienda legada por su padre hasta 1985, cuando ya no se pagaba el impuesto de sucesiones, Pujol ha asegurado que no lo recordaba, y que él siempre había pagado a Hacienda. «He querido siempre ser estricto con las declaraciones a Hacienda», ha asegurado, provocando un murmullo en la sala de la comisión en el Parlament.
El otro momento relevante que prueba que Pujol es consciente de la gravedad de los hechos que afectan, principalmente, a su hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, ha llegado cuando el ex President ha pedido a los diputados que le pregunten a sus hijos. «No es mi estilo, me cambié de coche a los 20 años del anterior», ha sentenciado, cuando le han preguntado por los coches de lujo de su hijo.
Y Pujol se quería ir, cansado, como Josep Pla en aquella entrevista de Soler Serrano. «¿Me voy ya?», le ha espetado al presidente de la comisión, David Fernández. «No, le queda su grupo, Convergència». La diputada de CiU, Meritxell Borràs, se ha limitado a pedir al resto de grupos que la comisión no se convierta en una lucha política.